Solo en la segunda fase del operativo de descacharrado, que en Tartagal lleva 10 años ininterrumpidos, los camiones que realizan el traslado de elementos que son el hábitat ideal para la proliferación del vector de enfermedades como el zika, dengue y chikungunia, retiraron 32 toneladas de chatarra. Esta fase del operativo se centró en los barrios de la zona norte, como San Ramón, San Roque, Misión Tapiete, 350 Viviendas, 200 Viviendas, San Antonio, 40 Viviendas, 80 Viviendas y San José, entre otros.
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Solo en la segunda fase del operativo de descacharrado, que en Tartagal lleva 10 años ininterrumpidos, los camiones que realizan el traslado de elementos que son el hábitat ideal para la proliferación del vector de enfermedades como el zika, dengue y chikungunia, retiraron 32 toneladas de chatarra. Esta fase del operativo se centró en los barrios de la zona norte, como San Ramón, San Roque, Misión Tapiete, 350 Viviendas, 200 Viviendas, San Antonio, 40 Viviendas, 80 Viviendas y San José, entre otros.
Pese a que los operativos se realizan tres veces al año, no se logra despojar a las viviendas de los elementos en desuso. Sobre este punto, el responsable de Defensa Civil del municipio Rolando Álvarez, quien sin participar en forma directa del operativo que está a cargo del presidente del Concejo Deliberante, Luis Hid, señaló que es una cuestión cultural de los tartagalenses.
"Hace mucho tiempo que nos preguntamos lo mismo, por qué si Tartagal, desde producido el alud del año 2009, lleva adelante uno de los mayores operativos de limpieza y descacharrado de barrios y parajes, dándole continuidad durante una década, las familias siguen acumulando cacharros, con todo el riesgo que implican las enfermedades transmitidas por el Aedes aegypti, pero también otras patologías". Luego agregó: "Yo creo que se trata de una cuestión cultural por llamarlo de alguna manera".
El responsable de defensa civil precisó, que "en Tartagal hay mucha gente que no solo acumula en los patios de sus casas, sino que va al basural a retirar supuestamente elementos que les hacen falta. Pero terminan guardándolos con todo el riesgo que eso significa en materia de salud".
Señaló, además: "Acumular en las viviendas es una conducta típica del tartagalense como lo es arrojar basura en cualquier lugar a cualquier hora del día y sin contemplación hacia los vecinos. Es una cuestión cultural pero que se corrige, primero con educación, promoción de la salud pero en mi opinión personal en algún momento requiere de sanciones".
Dijo también que: "Si la gente sabe, conoce, está informada y persiste en su conducta que perjudica a la comunidad, la única forma es una multa o una sanción pecuniaria y eso se demuestra en las ciudades y en los países que han logrado generar conciencia en sus poblaciones en cuestiones de limpieza y salubridad".
Finalmente, el responsable de defensa civil consideró que "hay una conducta muy arraigada en el vecino norteño de juntar, acumular con el argumento de que puede darle utilidad a los elementos; si lo haría seguramente le daría un valor agregado importantísimo pero lamentablemente no lo hace y solo sirve para la proliferación de alimañas; si en 10 años de trabajo persiste y continuo no hemos logrado cambiar esa conducta, seguramente se está requiriendo de algo más para que ese esfuerzo económico que hace el municipio rinda sus frutos".
"Las conductas inapropiadas no solo traen enfermedades como el dengue sino también hantavirus, leptospirosis, leishmaniasis y muchas otras; los tartagalenses debemos entender que la calidad de vida la hacemos entre todos", resaltó Álvarez. El próximo operativo se desarrollará el miércoles 6 del corriente y comprenderá los barrios 9 de Julio, Villa Gemes, Belgrano, Santa Rita, Comunidad La Loma y Ferroviario.