En los tiempos de carnaval es costumbre arrojarse harina, talco, pintarse la cara, tirarse serpentinas o papel picado y lanzanieve y hasta colocarse máscaras. También es usual arrojarse bombuchas con agua. Una novedad en los cotillones del centro salteños ahora son los talcos que no manchan la ropa y que no irritan los ojos. El precio de estos, por paquete ronda los 48 el común y 55 pesos el flúo. Otra novedad son las pinturas flúo que brillan con luz ultravioleta. El medio litro tiene un valor de $100.
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En los tiempos de carnaval es costumbre arrojarse harina, talco, pintarse la cara, tirarse serpentinas o papel picado y lanzanieve y hasta colocarse máscaras. También es usual arrojarse bombuchas con agua. Una novedad en los cotillones del centro salteños ahora son los talcos que no manchan la ropa y que no irritan los ojos. El precio de estos, por paquete ronda los 48 el común y 55 pesos el flúo. Otra novedad son las pinturas flúo que brillan con luz ultravioleta. El medio litro tiene un valor de $100.
Las cajas de témperas por seis colores cuestan entre 30 y 40 pesos según la marca, mientras que un pote de 300 gramos puede salir $55.
Para los que les gusta disfrazarse, un antifaz de plástico dorado o plateado con aplique de pluma cuesta unos $70.
Lanzanieves
Un fardo de 12 lanzanieves artificiales puede costar entre 450 y 550 pesos en las grandes casas de cotillón del centro, según la marca.
En los comercios barriales y puestos cercanos a los corsos el valor se incrementa. Se comercializa cada aerosol a un valor de entre 45 y 70 pesos.
Por otra parte, el paquete de bombuchas por 100 unidades cuesta entre 70 y 100 pesos, según la marca y la calidad.
En Jujuy, donde muchos salteños y turistas viajaron por el carnaval desde el lunes pasado, los festejos se extenderán hasta el próximo domingo, cuando tras varios días de baile y celebración, se lleve a cabo el nuevo entierro del Pujllay o muñeco que simboliza al diablo del carnaval.
Las comparsas volverán a las laderas de los cerros, al mismo lugar donde empezó el festejo y se enterrará nuevamente al muñeco con ofrendas como cigarrillos, hojas de coca y bebidas alcohólicas. Así se dará por finalizado el carnaval de este año.
Cada febrero, desde hace más de 500 años, se lleva adelante esta celebración del carnaval. La costumbre es transmitida de generación en generación y perdura a través de los tiem pos.