El último fin de semana, en el tradicional corsódromo de la avenida 20 de Febrero, en la ciudad norteña de Tartagal, unas 40.000 personas se reunieron para despedir el carnaval y participaron alegremente de los desfiles del Corso Color edición 2019.
inicia sesión o regístrate.
El último fin de semana, en el tradicional corsódromo de la avenida 20 de Febrero, en la ciudad norteña de Tartagal, unas 40.000 personas se reunieron para despedir el carnaval y participaron alegremente de los desfiles del Corso Color edición 2019.
El entusiasmo de los participantes y de los organizadores lo decía todo, ya que a pesar que el primer fin de semana y por cuestiones climáticas el corso no pudo realizarse y debió posponerse su arranque, lo que siguió satisfizo ampliamente las expectativas de todos.
"El fin de semana literalmente el corso explotó en cuanto a concurrencia y en calidad del espectáculo, que fue engalanado con la presencia de las agrupaciones locales que dejaron todo en el corsódromo y los invitados especiales, como por ejemplo la comparsa correntina Yeroki Verá", explicó la directora del área de Cultura de la Municipalidad local, Claudia Sánchez.
La noche del lunes pasado se realizó al entrega de los premios, en tanto sábado y domingo fueron los días que más concurrencia de público se registró a tal punto que las cinco cuadras del corso quedaron escasas para albergar a tanta cantidad de gente. El anuncio de los premiados se hizo bien entrada la madrugada del lunes luego de la tercera presentación de la comparsa correntina Yeroki Verá, que actuó los tres días.
Una fiesta diferente
"Hemos ofrecido lo mejor, pusimos todo el esfuerzo y creemos que Tartagal con esta fiesta popular que se diferencia de cualquier otra por su identidad aborigen, tiene que dar mucho más porque queremos mostrar lo que es nuestra cultura tan rica y variada donde se juntan lo ancestral, lo criollo y la impronta de los grupos de Bolivia. Es algo que no se da en ningún otro lugar de nuestro país", destacó la directora de Cultura y Turismo norteña.
Previendo las dificultades que podían tener las agrupaciones "es que por iniciativa del intendente Eduardo Leavy durante el transcurso del año organizamos varios bingos para que las agrupaciones recauden fondos para comprar lo que necesitan en cuanto a disfraces y equipamiento.
A pesar que fueron menos agrupaciones que años anteriores, las que se presentaron hicieron gala de su compromiso como es el caso de los centros de jubilados y el gimnasio del boxeador tartagalense Aarón Soria quienes sin competir son tan responsables con el espectáculo que ofrecen. La inversión que cada participante que recorrió el corsódromo hizo es importante porque Tartagal y el departamento merecen un gran espectáculo que quizás no se condice con el precio de la entrada que fue de solo $70 mientras los menores de 10 años entraban gratis; pero el corso es algo muy arraigado en el sentir popular y como tal debemos respetarlo y trabajar para que cada año sea aún mejor que el anterior", enfatizó Sánchez.
El carnaval finalizó con el tradicional entierro y la chaya que se organizan varias familias norteñas que residen en diferentes comunidades de Tartagal.