El joven oranense de 21 años cuenta cómo nació su pasión por la magia, y el deseo de seguir incursionando el arte de entretener. Gonzalo Mendoza parece necesitar más horas de las que tiene el día, ya que está cursando su 4to año de abogacía, es profesor de inglés, es payamédico y un exitoso mago, conocido como en el norte como Gonza el Mago
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El joven oranense de 21 años cuenta cómo nació su pasión por la magia, y el deseo de seguir incursionando el arte de entretener. Gonzalo Mendoza parece necesitar más horas de las que tiene el día, ya que está cursando su 4to año de abogacía, es profesor de inglés, es payamédico y un exitoso mago, conocido como en el norte como Gonza el Mago
Gonzalo explica que lo primero que lo inspiró fue una película de Robin Williams, Patch Adams, un médico que se disfraza de payaso, y que al liberar endorfina, la hormona de la felicidad, ayudaba a mejorar la salud de los chicos. Eso lo conmovió. “Yo era de un grupo de la iglesia, misionado, en un encuentro solidario preguntaron quien se anima a vestirse de payaso y fui el primero que dije quiero, fueron 20 chicos por primera vez que tuve al frente, eso despertó mis ganas de seguir haciendo de payaso y hacer reír a los chicos”.
Comenzó con un amigo, en fiestas infantiles, “recuerdo mi primer trabajo, una señora que nos contrató y hoy sigue siendo una clienta de mi show” Fue a fines del 2015, en ese primer show, hicieron bailes, una buena rutina y así se inició todo. Al tiempo su amigo se fue a estudiar y me quedé solo. En ese momento pensó que esto terminaba aquí, tenía 17 años y había que pensar en estudiar alguna carrera universitaria.
A pesar de estar solo, se propuso seguir probando, hizo un año más de payaso y fue allí cuando descubrió la magia, “un nuevo campo que apareció y vi que estaba bueno, que asombra que divierte y dije vamos a trabajar en esto para mejorar”.
Uno de sus primeros shows fuera de Orán, fue en Hipólito Yrigoyen, vio a un mago que lo impacto, se acercó y le preguntó si le podía enseñar, le respondió “me dijo venite a Salta y te enseño, y cuando seas un mago reconocido solo mantener mi nombre en reserva, porque no lo hago para figurar”, recuerda aún agradecido por la oportunidad.
Viajo unas semanas a Salta exclusivamente a aprender magia, fue fantástico, pasó el tiempo y siguió buscando recursos, capacitándose como mago. En un momento tuvo que elegir entre seguir siendo un show de magia y de payaso, “me di cuenta de que la magia me atrapaba más”.
Cuando eligió seguir siendo mago, fue a una competencia en Jujuy, y entre muchos talentosos, tuvo la suerte de ganar el premio de viajar Cochabamba, Bolivia, como único representante de Argentina, “me trataron como alguien que realmente tiene poderes. Allí me di cuenta que se había convertido en un gran trabajo”.
Después de esa experiencia se encontró con el mago que lo vio nacer, lo felicito dijo que lo admira “eso fue algo muy fuerte, a quien yo admiraba ahora me admiraba a mí. Allí me di cuenta que algo estaba haciendo bien”.
El talento y la pasión
Gonzalo tiene carisma y, empatía con los chicos, pero con eso no alcanza, “lo importante es tener ganas, pasión y querer superarse. En el arte, uno se hace con trabajo y disciplina”.
Empezó hace 1 año con la ventriloquia, algo que nunca imaginó “La verdad tengo ganas de hacer música, aprender teatro y hasta stand up, estaría bueno sorprenderse, seguir aprendiendo”.
El sueño de Gonza el Mago es llevar su arte a lugares inesperados, “que la gente diga, mirá este chico salió de un pueblo, lo vimos crecer, presentar mi show en la televisión, o poder viajar a EE UU o Europa con la magia”.
El lado solidario
Para este pequeño gran mago la humildad es fundamental en todo esto, todo nació por el deseo de ir a un hospital y hacer feliz a niños. “Siempre que puedo, trato de darme un tiempo para esas personas que necesitan mucho afecto, las anécdotas que vivís en los hospitales son realmente muy fuerte y me llegan mucho”.