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Cada vez con menos recursos, el IPS debe recurrir al Gobierno

Los gastos de la obra social subieron más de 20 puntos por encima de sus ingresos.En lo que va del año, la Provincia ya auxilió al organismo de salud con $60 millones.
Jueves, 25 de abril de 2019 02:27

Los números de la obra social de la Provincia empezaron a dar señales de alerta no solo por la crisis económica que atraviesa el país, y que afecta en mayor o menor medida a todas las instituciones, sino fundamentalmente por la perversidad del sistema mercantilista que afecta a la Salud pública.

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Los números de la obra social de la Provincia empezaron a dar señales de alerta no solo por la crisis económica que atraviesa el país, y que afecta en mayor o menor medida a todas las instituciones, sino fundamentalmente por la perversidad del sistema mercantilista que afecta a la Salud pública.

El año pasado, los costos para llevar adelante todos los programas de asistencia del Instituto Provincial de Salud de Salta (IPS) se incrementaron en un 48% en relación a 2017, mientras que los ingresos del organismo, que provienen solo de los afiliados, aumentaron un 25% en el mismo período. Ese agujero financiero, de más de 20 puntos porcentuales, se empezó a cubrir con recursos del Estado, según advirtió a El Tribuno el titular del IPS, Martín Baccaro.

La Provincia ya derivó en lo que va del año $60 millones al Instituto para solventar el déficit. Si bien el monto, en términos relativos, no es muy significante (el IPS tiene un presupuesto mensual de $ 404 millones), se avanza con una tendencia difícil de corregir por la imparable inflación y la lógica de funcionamiento de las obras sociales estatales, que hace que sus gastos aumenten, irremediablemente, por encima de los índices de precios.

Sucede en todo el mundo. La base de afiliados de las obras sociales se viene ampliando con gente de cada vez mayor edad, por los avances de la medicina que extienden la expectativa de vida. En el rango de los más adultos los gastos en su salud son, naturalmente, más caros, por lo que la cobertura para esa población se lleva la mayor parte de los presupuestos de las instituciones, que también se tienen que agrandar.

En el caso del IPS esa situación se agravó el año pasado por tres razones y son las que explican, en parte, su actual desbalance económico. Baccaro recordó que el Gobierno provincial inició en 2018 un plan de jubilación compulsiva de sus empleados, que aún continúa. Esto generó que un trabajador que venía aportando el 12% de su salario a la obra social (la mitad de ese porcentaje corresponde al empleador), cuando se jubila pasa a aportar solo el 4%.

"El gasto en salud para alguien que se jubila sube porque esa persona, en general, empieza a realizarse estudios y requiere más controles médicos. En salud nadie empieza a gastar menos cuando se jubila", dijo el administrador.

El inicio de regularización de los empleados públicos que estaban bajo la figura contractual de agrupamiento político (AP) y su "ascenso" a contratados también perjudicó al IPS. "Los AP aportan el 12% de sus sueldos a la obra social y los contratados aportan 155 pesos", explicó Baccaro.

El médico dijo que otra situación que se debe contemplar es que la decisión de no subir los sueldos de los funcionarios de cargos jerárquicos, que el Gobierno implementó para equilibrar sus cuentas, tuvo el mismo resultado de congelar los ingresos del IPS.

Lo que más subió

El rojo financiero del Instituto Provincial de Salud de Salta se vio aún más agravado por la descomunal suba en los precios de los medicamentos desde que arrancó la crisis cambiaria en Argentina, a fines de abril de 2018.

El valor de los remedios, sobre todo los destinados a tratamientos de enfermedades complejas (que se llevan un tercio del presupuesto del IPS), están atados al dólar. 
Es por eso que en los últimos 40 meses, como marca un reciente estudio de la Universidad nacional de Avellaneda, los precios de los medicamentos crecieron en un 252%, lo que representa 50 puntos porcentuales más de lo que subió el costo de la canasta básica que mide el Indec.
Mientras eso ocurre, nadie piensa en el Gobierno nacional regular los precios de la industria farmacéutica. Vale aclarar que el último intento en ese sentido ocurrió durante la presidencia de Alfonsín, pero la medida no duró demasiado.
Lo que sí hizo la gestión de Mauricio Macri es lograr un acuerdo de mejores precios con los laboratorios, apalancado por el gran poder de demanda del Estado nacional, pero solo para beneficio de los afiliados del PAMI, en desmedro de los jubilados que no tienen esa cobertura y del resto de las obras sociales.

 

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