Alrededor de dos mil hinchas de Central Norte se llegaron hasta la localidad tucumana de Monteros para darle el aliento al equipo de Ezequiel Medrán en su ilusión de cara al ascenso al Federal que se les viene negando en cinco temporadas. Durante el mediodía empezaron a llegar los colectivos, los autos particulares y las combis a la apacible Monteros, rompiendo con la habitual monotonía del lugar y coloreando el paisaje de un tono negro azabache, con la amplia peregrinación de simpatizantes del club de Barrio Norte.
Por noventa minutos los hinchas cuervos dejaron de lado las diferencias y se unieron en un solo aliento al equipo de Ezequiel Medrán.
No todo fue “color de rosa”, ya que hubo seis detenidos, pero el comportamiento general fue bueno en el estadio de Ñuñorco. En la fría tarde de Monteros, el pueblo azabache le puso color y calor al partido de ida y el domingo prometen volver a demostrar que estarán presentes en gran número en el Martearena, donde se espera una concurrencia récord de todos aquellos que se quedaron con ganas por la revancha no disputada ante Talleres de Perico.
Central volvió a demostrar que, como dice una de sus banderas, son “locales en tierra ajena”. La gente se ilusiona y quiere seguir siendo ese “plus” para el jugador en cada partido.
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Alrededor de dos mil hinchas de Central Norte se llegaron hasta la localidad tucumana de Monteros para darle el aliento al equipo de Ezequiel Medrán en su ilusión de cara al ascenso al Federal que se les viene negando en cinco temporadas. Durante el mediodía empezaron a llegar los colectivos, los autos particulares y las combis a la apacible Monteros, rompiendo con la habitual monotonía del lugar y coloreando el paisaje de un tono negro azabache, con la amplia peregrinación de simpatizantes del club de Barrio Norte.
Por noventa minutos los hinchas cuervos dejaron de lado las diferencias y se unieron en un solo aliento al equipo de Ezequiel Medrán.
No todo fue “color de rosa”, ya que hubo seis detenidos, pero el comportamiento general fue bueno en el estadio de Ñuñorco. En la fría tarde de Monteros, el pueblo azabache le puso color y calor al partido de ida y el domingo prometen volver a demostrar que estarán presentes en gran número en el Martearena, donde se espera una concurrencia récord de todos aquellos que se quedaron con ganas por la revancha no disputada ante Talleres de Perico.
Central volvió a demostrar que, como dice una de sus banderas, son “locales en tierra ajena”. La gente se ilusiona y quiere seguir siendo ese “plus” para el jugador en cada partido.