Con pancartas en mano y otras pegadas en el acceso a la Ciudad Judicial, familiares de Sergio Vargas, único detenido por el asesinato de Jimena Salas, se manifestaron hoy cuestionando la imputación del hombre. Luciano Romano, defensor de Vargas, ya había asegurado que su detención “hace aguas por todos lados” y que se trata de un pereji. Romano contó que el hombre ya había sido apuntado como sospechoso del crimen cuando hace dos años lo condujeron a la fiscalía para indagarlo. "Declaró dos veces y en ninguna de ellas encontraron nada que lo pudiera comprometer, incluso le sacaron cabellos para cotejarlo con las pruebas de ADN encontradas en la escena del crimen", indicó el defensor.
También cuestionó el hecho de que a Vargas lo acusen de un homicidio de contenido mafioso. "Están hablando de un sicario, es decir de alguien que fue contratado para matar mediante el pago de una remuneración", dijo. Y agregó: "Para que se dé esta situación, primero hay que encontrar a la persona que lo contrató, que pagó una determinada suma de dinero, pero en este caso no hay ni un sospechoso".
En un grupo de al menos 15 personas y desde muy temprano, los familiares reclamaron y exigieron la liberación de Vargas de quien dijeron que no tiene nada que ver con la brutal muerte de la joven.
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Con pancartas en mano y otras pegadas en el acceso a la Ciudad Judicial, familiares de Sergio Vargas, único detenido por el asesinato de Jimena Salas, se manifestaron hoy cuestionando la imputación del hombre. Luciano Romano, defensor de Vargas, ya había asegurado que su detención “hace aguas por todos lados” y que se trata de un pereji. Romano contó que el hombre ya había sido apuntado como sospechoso del crimen cuando hace dos años lo condujeron a la fiscalía para indagarlo. "Declaró dos veces y en ninguna de ellas encontraron nada que lo pudiera comprometer, incluso le sacaron cabellos para cotejarlo con las pruebas de ADN encontradas en la escena del crimen", indicó el defensor.
También cuestionó el hecho de que a Vargas lo acusen de un homicidio de contenido mafioso. "Están hablando de un sicario, es decir de alguien que fue contratado para matar mediante el pago de una remuneración", dijo. Y agregó: "Para que se dé esta situación, primero hay que encontrar a la persona que lo contrató, que pagó una determinada suma de dinero, pero en este caso no hay ni un sospechoso".
En un grupo de al menos 15 personas y desde muy temprano, los familiares reclamaron y exigieron la liberación de Vargas de quien dijeron que no tiene nada que ver con la brutal muerte de la joven.