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Buscan que el Censo y la EPH contemplen las hojas de coca

Durante una jornada, expertas advirtieron las inconsistencias de la legislación nacional. Se refirieron a la estigmatización de este alimento por ser confundido con la cocaína.
Sabado, 22 de junio de 2019 01:08

Especialistas manifestaron a El Tribuno que están haciendo las gestiones para que el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas, que se hará el año próximo, y la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) incluyan en sus cuestionarios preguntas sobre el consumo de hojas de coca en la población. Las comunidades originarias del NOA usan este alimento desde hace 4 mil años y, en la actualidad, su consumo está extendido por todo el país.

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Especialistas manifestaron a El Tribuno que están haciendo las gestiones para que el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas, que se hará el año próximo, y la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) incluyan en sus cuestionarios preguntas sobre el consumo de hojas de coca en la población. Las comunidades originarias del NOA usan este alimento desde hace 4 mil años y, en la actualidad, su consumo está extendido por todo el país.

Ayer, por la mañana, en el Cabildo Histórico, se realizó la jornada multidisciplinar "Perspectivas históricas y actuales de la circulación de la hoja de coca y el coqueo".

En esta oportunidad, se reconoció al exlegislador nacional (UCR) Juan Carlos Castiella por la defensa de las raíces culturales de los pueblos.

Este año se cumplen tres décadas desde que él, junto con legisladores de la época, logró que se introdujera en la Ley 23.737 el artículo 15, que sostiene que "la tenencia y el consumo de hojas de coca en su estado natural destinado a la práctica del coqueo o masticación, o a su empleo como infusión, no será considerada como tenencia o consumo de estupefacientes".

"La petición es que se incorpore en el Censo Nacional próximo y en la EPH una pregunta sobre el consumo de coca, para tener datos más fidedignos y mejorar los conocimientos que tenemos hasta ahora", manifestó María Fernanda Justiniano, doctora en Historia y organizadora de la jornada.

"La idea es impulsar, a través de los organismos competentes y de los legisladores nacionales, que se pueda saber con certeza qué pasa con el consumo y la circulación de la hoja de coca en nuestro país. Hoy, como se habló acá, el consumo excede el marco de las provincias del NOA", agregó.

Inconsistencias

La jornada surgió en un contexto en que desde el Gobierno nacional se busca limitar la importación de las hojas de coca. Por eso, los legisladores nacionales por Salta buscan cambiar el Código Aduanero. En la Argentina, si bien es legal el consumo y la tenencia de hojas de coca, la importación está penalizada.

En el plano social, las restricciones estatales impuestas desde Buenos Aires generaron mucho malestar entre las personas que ingresan de manera informal las hojas de coca a través de la frontera con Bolivia.

"Para mí, es tan natural la coca como la yerba mate. La sociedad la estigmatiza y confunde la hoja de coca con la cocaína. Como dice Castiella, ‘la uva no es el vino y la hoja de coca no es el clorhidrato de cocaína’”, expresó.

“No es lo mismo”

La doctora en Antropología María Eugenia Flores, especializada en coca desde hace más de 20 años, al hablar con El Tribuno, se refirió también a la estigmatización que sufre la hoja de coca. “Pienso que los investigadores tenemos una gran responsabilidad en difundir esta temática y mostrar que la coca no es cocaína. No es lo mismo decir que una consume cocaína cuando está coqueando, que consumir directamente el clorhidrato de cocaína”. 

Flores consideró que la extensión del consumo de las hojas de coca ayuda a romper estas barreras: “Hay toda una ontología indígena que da sustento a los usos indígenas de la coca, pero, como sabemos -y en antropología siempre lo estudiamos-, la cultura es dinámica, cambia, se mueve. En Salta, tenemos el caso particular de esta cultura mestiza, híbrida, que ha tomado la coca también y la ha resignificado en nuevos contextos”.

Incumplimiento

Como las hojas de coca están vinculadas de manera estrecha con los pueblos indígenas, durante la jornada, se mencionó la reforma de la Constitución Nacional de 1994, que, mediante el artículo 75, inciso 17, estableció que corresponde al Congreso de la Nación reconocer su preexistencia étnica y cultural; garantizar el respeto a su identidad, el derecho a una educación bilingüe e intercultural y la personería jurídica de sus comunidades. 

Expertos en los derechos humanos de los pueblos originarios reconocieron que el cumplimiento de estos principios está lejos de ser una realidad.

A pura coca

Durante el receso, los asistentes pudieron degustar y comprar alimentos hechos a partir de hojas de coca: bombones, masas secas, mousse, helado, sandwiches de pebete y budín. 

“No es solo la hoja, que se recomienda para la altura y es un buen digestivo, sino que hay productos que se pueden elaborar con la harina de la hoja de coca”, explicó Alejandra Vejarano, estudiante del último año de la Tecnicatura superior en cocinas regionales y cultura alimentaria, de Tumbaya, Jujuy.

Advierten ignorancia en el Poder Judicial

Una abogada experta pidió que se respetara a las comunidades originarias.

La abogada de derechos humanos, de comunidades originarias y de organizaciones sociales Mara Puntano fue convocada a la jornada para hablar sobre el coqueo y la circulación de la coca desde el punto de vista legal.

La especialista se refirió a la incomprensión que hay en el Poder Judicial sobre el uso de las hojas de coca y lo atribuyó, sobre todo, a la ignorancia de los jueces. Mencionó el caso de un hombre perteneciente a una comunidad boliviana en La Plata, quien estuvo detenido durante más de un mes, procesado por guarda de hojas de coca. “Para el juez, eso constituye materia prima de la cocaína. Por eso, lo detuvo, desconociendo las costumbres de la comunidad”, advirtió.

Sobre la forma de superar estas situaciones, expresó: “Para mí, pasa por el respeto a los pueblos originarios y ellos están en esa lucha. No puede ser que se espere 500 años para reconocer la bondad de una planta y para desconocer que existe una diferencia entre la coca en estado natural y la cocaína, la pasta base o cualquier otra sustancia química”.

Legislación centralista

Puntano consideró que, al formarse el Estado argentino y al erigirse la legislación, se lo hizo desde Buenos Aires y se desconoció la costumbre de los pueblos ancestrales del norte.

Contó que la hoja de coca está prohibida desde 1926, cuando el Poder Ejecutivo creó un departamento de toxicomanía, dependiente de la Policía Federal, para reprimir el consumo de estupefacientes, entre los que se la incluyó. Ese año, el país adhirió a las declaraciones, convenios y pactos internacionales, que determinan la política sobre sustancias tóxicas y que consideran a la hoja de coca como tal. 

“Por desconocimiento”

Dijo que todas las modificaciones sobre estupefacientes que se hicieron al Código Penal, sancionado en 1921, incluyeron a la hoja de coca, “por desconocimiento del legislador y del Poder Ejecutivo”. En 1945, una resolución exceptuó a Salta, Jujuy y Tucumán de la penalización. Desde 1989, con la Ley 23.737, el consumo y la tenencia están despenalizadas en el país. 

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