"Evitamos el ingreso de menores de edad al mercado porque sabemos que es un riesgo, son chicos. Pero las necesidades son tantas... Todos los días están esperando en el portón para ver qué les sirve para llevar a sus casas", expresó Enrique Vega, titular de la comisión directiva del mercado Cofruthos, donde en la época invernal se desechan dos contenedores con restos de frutas y verduras, lo que en el verano se duplica.
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"Evitamos el ingreso de menores de edad al mercado porque sabemos que es un riesgo, son chicos. Pero las necesidades son tantas... Todos los días están esperando en el portón para ver qué les sirve para llevar a sus casas", expresó Enrique Vega, titular de la comisión directiva del mercado Cofruthos, donde en la época invernal se desechan dos contenedores con restos de frutas y verduras, lo que en el verano se duplica.
Por cuestiones de seguridad y salubridad, los contenedores fueron colocados en un galpón cerrado y con cámaras.
Vega agregó que además hay muchas personas que recorren los puestos para pedir que les regalen lo que ya no puede venderse.
El titular de la comisión directiva del mercado detalló que, en la actualidad, Cofruthos colabora en forma diaria con 20 comedores de las distintas zonas de la ciudad de Salta y recibe pedidos de ayuda cotidianamente. "Todos los días ingresa una nota solicitando ayuda para una comedor o una capilla y vemos cómo podemos resolverlo", expresó Vega.
Referentes del mercado informaron que desde el año pasado están analizando un acuerdo con el Banco de Alimentos de Salta. Vega destacó que aún no se cerró un arreglo porque la entidad propone tener un puesto dentro del predio para recibir toda la mercadería que desechan los puestos, realizar una selección y entregarla.
"El problema es que quieren controlar todas las donaciones", expresó el titular de la comisión. De esta forma, el Banco del Alimentos sería el encargado del armado de las donaciones y, en este punto, las autoridades del mercado destacaron que ya tienen una lista de comedores a los que deben seguir entregando ayuda.
El plato del día
Enrique González está a cargo de los changarines del mercado. Durante una recorrida por el Cofruthos, explicó que muchos de los jóvenes que trabajan con carros lo hacen por el sustento diario. "Son chicos de entre 18 y 20 años que tuvieron problemas con las drogas o estuvieron detenidos y no logran tener un trabajo rápido que les solucione el día", relató González.
Mientras para otros trabajos necesitan un currículum y experiencia, en el mercado trabajan media mañana y tienen un ingreso que les permite comprar una tira de pan y fiambre. "Para muchos, esa es la única comida del día. Algunos juntan lo que cae de los carros, lo que se está por desechar, los seleccionan y llevan a sus familias", afirmó el puestero y socio de la comisión del mercado.