¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

21°
25 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Relajados y en familia, a la espera de Brasil

La Selección vivió un sábado distendido tras la clasificación a la semifinal. El plantel argentino parte este domingo a Belo Horizonte, donde jugará el martes.
Sabado, 29 de junio de 2019 22:36

No hubo demasiado tiempo para celebrar la clasificación a la semifinal. El tiempo corre, los márgenes de descanso son cortos. Brasil está ahí, muy cerca.
Luego de la victoria sobre Venezuela por 2 a 0, y antes de meterse de lleno en el superclásico sudamericano del martes, el seleccionado argentino vivió un sábado distendido en el predio deportivo de Fluminense, en Río de Janeiro. Y, además, los jugadores recibieron la visita de algunos familiares.
Inclusive Lionel Scaloni ordenó un trabajo liviano acompañado de Ian, uno de sus hijos, que vestía una camiseta azul del equipo nacional.
La sesión se desarrolló en un clima de alegría y tranquilidad después del resultado y la aceptable actuación del equipo ante la Vinotinto.
Los futbolistas que fueron titulares trabajaron en la recuperación física dentro de uno de los gimnasios del lugar y luego algunos se relajaron en la pileta, también con la cercanía de sus seres queridos. Lionel Messi, por supuesto, estaba en este grupo.
Muchos familiares de los jugadores permanecen todo el fin de semana en Río de Janeiro, tras asistir al Maracaná, donde una de las “estrellas” en el palco fue Mateo, el simpático segundo hijo de Lionel Messi.
Otro grupo trabajó en uno de los campos de juego para realizar un partido en espacios reducidos, que fue observado atentamente por el entrenador y sus colaboradores. Acá participaron Paulo Dybala, Renzo Saravia, Roberto Pereyra, Milton Casco, Giovani Lo Celso, Guido Rodríguez, Matías Suárez, Ramiro Funes Mori, Agustín Marchesín y Juan Musso.
Por su parte, Franco Armani se ejercitó en uno de los arcos junto con el entrenador Martín Tocalli y algunos sparrings. 
El plantel argentino volverá a entrenarse a hoy puertas cerradas y a la siesta emprenderá su viaje rumbo a Belo Horizonte, donde el martes, a las 21.30, se jugará el pase a la final ante los anfitriones de la Copa.
A partir de hoy Scaloni comenzará a definir la formación para el clásico. La principal duda es saber si mantendrá el esquema de tres delanteros que le dio buenos resultados ante Qatar y Venezuela o, dada la jerarquía del rival, refuerza el mediocampo con un cuarto volante. En este caso, a quién sacaría, ¿al Kun Agüero o a Lautaro? Es que Lionel Messi, aún en su pobre versión como la que viene mostrando en el certamen, es intocable.
Si Scaloni decide repetir el equipo será la primera vez que lo haga en la Copa. 
El clima de la Selección internamente es muy bueno. Aseguran los que conviven puertas para adentro que así fue durante toda la Copa. Los jugadores se encargan de remarcarlo cada vez que se paran frente a un micrófono. La buena vibra se siente especialmente después de aquella charla que el DT mantuvo con los futbolistas tras el debut con Colombia, cuando se enteraron de los cambios por la prensa.
En el plano estadístico, la victoria más reciente de Argentina sobre Brasil ocurrió por penales en los cuartos de final de Ecuador 1993, que además fue el último título del seleccionado mayor, bajo la conducción de Alfio Basile.
Desde entonces Brasil salió airoso en los cuartos de final de Uruguay 1995 y Paraguay 1999 y en las finales de Perú 2004 y Venezuela 2007.
En Belo Horizonte la tendencia puede cambiar. La fe y la confianza sobran en el ámbito de la Selección.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

No hubo demasiado tiempo para celebrar la clasificación a la semifinal. El tiempo corre, los márgenes de descanso son cortos. Brasil está ahí, muy cerca.
Luego de la victoria sobre Venezuela por 2 a 0, y antes de meterse de lleno en el superclásico sudamericano del martes, el seleccionado argentino vivió un sábado distendido en el predio deportivo de Fluminense, en Río de Janeiro. Y, además, los jugadores recibieron la visita de algunos familiares.
Inclusive Lionel Scaloni ordenó un trabajo liviano acompañado de Ian, uno de sus hijos, que vestía una camiseta azul del equipo nacional.
La sesión se desarrolló en un clima de alegría y tranquilidad después del resultado y la aceptable actuación del equipo ante la Vinotinto.
Los futbolistas que fueron titulares trabajaron en la recuperación física dentro de uno de los gimnasios del lugar y luego algunos se relajaron en la pileta, también con la cercanía de sus seres queridos. Lionel Messi, por supuesto, estaba en este grupo.
Muchos familiares de los jugadores permanecen todo el fin de semana en Río de Janeiro, tras asistir al Maracaná, donde una de las “estrellas” en el palco fue Mateo, el simpático segundo hijo de Lionel Messi.
Otro grupo trabajó en uno de los campos de juego para realizar un partido en espacios reducidos, que fue observado atentamente por el entrenador y sus colaboradores. Acá participaron Paulo Dybala, Renzo Saravia, Roberto Pereyra, Milton Casco, Giovani Lo Celso, Guido Rodríguez, Matías Suárez, Ramiro Funes Mori, Agustín Marchesín y Juan Musso.
Por su parte, Franco Armani se ejercitó en uno de los arcos junto con el entrenador Martín Tocalli y algunos sparrings. 
El plantel argentino volverá a entrenarse a hoy puertas cerradas y a la siesta emprenderá su viaje rumbo a Belo Horizonte, donde el martes, a las 21.30, se jugará el pase a la final ante los anfitriones de la Copa.
A partir de hoy Scaloni comenzará a definir la formación para el clásico. La principal duda es saber si mantendrá el esquema de tres delanteros que le dio buenos resultados ante Qatar y Venezuela o, dada la jerarquía del rival, refuerza el mediocampo con un cuarto volante. En este caso, a quién sacaría, ¿al Kun Agüero o a Lautaro? Es que Lionel Messi, aún en su pobre versión como la que viene mostrando en el certamen, es intocable.
Si Scaloni decide repetir el equipo será la primera vez que lo haga en la Copa. 
El clima de la Selección internamente es muy bueno. Aseguran los que conviven puertas para adentro que así fue durante toda la Copa. Los jugadores se encargan de remarcarlo cada vez que se paran frente a un micrófono. La buena vibra se siente especialmente después de aquella charla que el DT mantuvo con los futbolistas tras el debut con Colombia, cuando se enteraron de los cambios por la prensa.
En el plano estadístico, la victoria más reciente de Argentina sobre Brasil ocurrió por penales en los cuartos de final de Ecuador 1993, que además fue el último título del seleccionado mayor, bajo la conducción de Alfio Basile.
Desde entonces Brasil salió airoso en los cuartos de final de Uruguay 1995 y Paraguay 1999 y en las finales de Perú 2004 y Venezuela 2007.
En Belo Horizonte la tendencia puede cambiar. La fe y la confianza sobran en el ámbito de la Selección.

 

PUBLICIDAD