Anoche, durante la función de Departamento de soltero, la comedia romántica que protagonizan Nicolás Cabré y Laurita Fernández en el teatro Lola Membrives, se produjo un escándalo de proporciones inesperadas cuando una espectadora empezó a gritarle groserías desde primera fila al actor, lo que derivó en una suspensión temporaria de la puesta. Cabré interrumpió el último acto, para luego retomar el hilo argumental en medio de un clima de tensión.
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Anoche, durante la función de Departamento de soltero, la comedia romántica que protagonizan Nicolás Cabré y Laurita Fernández en el teatro Lola Membrives, se produjo un escándalo de proporciones inesperadas cuando una espectadora empezó a gritarle groserías desde primera fila al actor, lo que derivó en una suspensión temporaria de la puesta. Cabré interrumpió el último acto, para luego retomar el hilo argumental en medio de un clima de tensión.
Estrenada a fines de mayo, Departamento de soltero es una comedia romántica con escenas de texto extensas en algunos casos, por lo cual, como cualquier espectáculo de este tipo, exige de los actores una importante concentración. En la trama, Cabré tiene el personaje más desopilante: un empleado muy tímido y sumiso que presta su casa a sus jefes para citas amorosas clandestinas. Pero al enamorarse de la secretaria de su jefe -a su vez, amante de este- todo cambia en su vida.
Anoche, tres mujeres dispuestas en la primera fila no paraban de hacer comentarios en voz alta, y hasta hablándole directamente al actor en plena función. Fueron frases muy subidas de tono que escuchaba el resto de la platea, por lo que también incomodaba a los demás espectadores. Palabras soeces que generaron una situación por demás incómoda, y que fue incrementándose hasta alcanzar el grado de escándalo.
‘Le gritaban guarangadas. Parecía una cancha de fútbol‘, afirmó Laurita Fernández en diálogo con Teleshow. ‘La mujer no paró de decirle barbaridades zarpadas desde que empezó la función. Había nenes en la sala, y ella no lo dejó seguir con la obra. Le decía de todo, comentaba todo. Le decía que le muestre la pà‘.
La situación se tornó inmanejable, no tanto en las escenas más cómicas, pero sí en la emotiva escena final. ‘Nico paró la función -amplió Laurita-. Hubo gente que empezó a reclamar, pero Nico tenía que frenar los insultos de esta señora. Le pidió que pare, que así no se podía. Y volvimos a retomar después desde donde dejamos, que era casi el final‘.