Avanza en Bolivia la idea de construir un nuevo puente internacional, aunque se descartó trasladarlo 50 kilómetros al este. Por el contrario, estaría a la altura del barrio Pueblo Nuevo de Salvador Mazza.
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Avanza en Bolivia la idea de construir un nuevo puente internacional, aunque se descartó trasladarlo 50 kilómetros al este. Por el contrario, estaría a la altura del barrio Pueblo Nuevo de Salvador Mazza.
Se reunieron con referentes sociales de ambos lados de la frontera y se comprometieron a iniciar las negociaciones con ambos gobiernos centrales para comenzar a viabilizar lo que podría ser a futuro la construcción de una nueva estructura que reemplace el puente internacional que une las localidades de Salvador Mazza (Argentina) y San José de Pocitos (Bolivia), que ya cumplió más de 50 años y muestra las deficiencias propias del paso del tiempo.
El proyecto lleva más de una década y se conocía como Yasma; estaba avalado por ambas cancillerías y debía comenzar hace una década (2009), pero los recursos que iban a ser destinados por Argentina para la construcción del nuevo puente y de un gran complejo fronterizo nunca se dispusieron, por lo que todo quedó en aguas de borrajas.
Una realidad diferente
Cinco décadas atrás, cuando se construyó el puente que en forma paulatina se le fueron agregando nuevas dependencias de uno y otro lado, las poblaciones y, sobre todo, el comercio de frontera era incipiente y no tiene punto de comparación con lo que sucede actualmente.
Por ese puente circulan unos 800 camiones en forma mensual que llevan y traen mercadería, combustibles, sin contar las decenas de ómnibus de larga distancia que unen las capitales Santa Cruz de la Sierra y Buenos Aires, como así también las ciudades intermedias.
Un par de meses atrás los pobladores de San José de Pocitos se vieron alarmados ante la información que se difundió en los medios del vecino país relacionada con el posible traslado del puente internacional hacia unos 50 kilómetros al este del actual, en una zona del Chaco salteño donde se proyectaba un gran desarrollo inmobiliario del lado boliviano.
Protestaron contra esa idea
Como respuesta, dirigentes sociales de esa localidad junto a miembros de la Coordinadora de Desocupados del departamento San Martín mantuvieron cortado el puente internacional durante tres días. Finalmente acordaron con autoridades de Relaciones Exteriores, del Congreso nacional y de la Embajada una reunión que se concretó el pasado 11 del corriente en el propio puente internacional.
"Fue muy importante la respuesta del Gobierno boliviano apenas tomó conocimiento de la preocupación de la gente de la región por lo que se anunciaba como la construcción de un puente que dejaba muy lejos a San José de Pocitos", consideró Mario Reartes, referente de los desocupados de San Martín que fue invitado también a ese encuentro.
La comitiva estuvo integrada por el embajador en Argentina José Colodro, la directora de integración del Ministerio de Relaciones Exteriores, Noemí Díaz, la diputada supraestatal (nacional) Benita Díaz y el cónsul de Bolivia en Salvador Mazza Omar Velázquez, junto a la directora del Gobierno regional la doctora Ermas Pérez Villalba.
Los puntos tratados
Encaminar las gestiones para la refacción del puente internacional, la construcción de una estructura general a la altura del barrio Pueblo Nuevo de San José de Pocitos, la construcción de una costanera, la refacción de la avenida Tarija y el coronamiento de la quebrada internacional fueron algunos de los puntos tratados en la reunión.
Y la respuesta por parte de la Cancillería fue en la línea de solicitar "al Gobierno de la República Argentina llevar adelante las acciones necesarias para analizar el estado del puente internacional a fin de encarar las tareas de refacción pertinentes con urgencia".
Asimismo, se avanzará en el estudio de factibilidad de la construcción de un puente similar al existente, lo que será coordinado con el Gobierno de Argentina. Las legisladoras nacionales, por su parte, se comprometieron a presentar el proyecto de ley de prioridad nacional para la construcción del mencionado puente y mantener informadas a las organizaciones sociales sobre las acciones realizadas.
Lo cierto es que en el vecino país sigue instalada la idea de construir un nuevo puente con las facilidades necesarias.