El miércoles por la tarde falleció en Rosario de Lerma el ingeniero agrónomo Carlos Escotorín, un profesional que desempeñara un rol protagónico en la proyección de la Cooperativa de Productores Tabacaleros (Coprotab). Asimismo, fue un prolífico columnista de El Tribuno, autor de interesantes artículos relacionados con su pasión, la producción agroindustrial, especialmente en lo vinculado con el tabaco. En su momento, fue gerente de AM 840 y le tocó trabajar como funcionario en el área de la salud pública.
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El miércoles por la tarde falleció en Rosario de Lerma el ingeniero agrónomo Carlos Escotorín, un profesional que desempeñara un rol protagónico en la proyección de la Cooperativa de Productores Tabacaleros (Coprotab). Asimismo, fue un prolífico columnista de El Tribuno, autor de interesantes artículos relacionados con su pasión, la producción agroindustrial, especialmente en lo vinculado con el tabaco. En su momento, fue gerente de AM 840 y le tocó trabajar como funcionario en el área de la salud pública.
Convencido del potencial productivo de Salta y Jujuy, así como de la necesidad de defender la fuente de actividad, trabajo en ingresos de miles de familias, fue un férreo defensor de la producción tabacalera, especialmente en momentos de crisis, cuando la apetencia recaudatoria del poder central intentaba echar mano del Fondo Especial del Tabaco.
Por su vigoroso desempeño, se lo considera artífice de la prosperidad económica que la Coprotab alcanzó en el último tercio del siglo pasado. Fue un hábil y tenaz negociador empresarial.
Al concluir en 2009 su segunda gestión como gerente de la Coprotab, al cabo de once años, la entidad le brindó un homenaje en el que se puso de relieve su conocimiento técnico y su dinamismo en la decisión.
Se lo calificó como “irreemplazable” y se destacó “la formidable experiencia recolectada en muchas décadas de bregar por el bien del sector”.
Los productores le atribuyeron, en ese homenaje, “una gestión descollante que llevó a la Cooperativa a un lugar de privilegio entre las empresas salteñas y de la región”.
La Coprotab es una de las mayores empresas salteñas, que comenzó su actividad en 1972 dedicada al acopio, procesamiento primario y comercialización del tabaco de sus asociados, además de proveerles productos, insumos, instrumentos y maquinarias.
Durante las gestiones de Escotorín, la entidad avanzó en estándares de calidad internacional con producción de fertilizantes para tabaco y otros cultivos de importancia en la región como la caña de azúcar, cítricos, hortalizas, vid y granos. También extendió su actividad hacia el cultivo y exportación de legumbres.
La entidad destacó, en aquel momento: “Carlos tomó una cooperativa completamente endeudada y nos entrega una totalmente saneada y con la posibilidad de adquirir tabaco con recursos propios, lo que no pueden decir muchas entidades similares del país”.
“Reconocido como ‘un amigo de todos y casi como un padre de muchos de nosotros’”, la producción tabacalera ve en él a “un referente que dejó un sinnúmero de enseñanzas; una experiencia formidable transmitida en ejemplos”.
Escotorín fue, básicamente, un hombre leal a sus convicciones, responsable ante los compromisos que solía contraer. Y supo siempre granjearse el respeto de quienes lo conocieron y trabajaron a su lado.