Una batalla campal se desató en la mañana de ayer en una calle que divide dos barrios de la zona este de la capital, el saldo: una persona fallecida y cuatro detenidos acusados del crimen de la misma.
Un hecho casi frecuente en las barriadas del este y norte de la capital salteña terminó en una verdadera carnicería, ya que tras un encontronazo violento entre unos treinta jóvenes, incluidas chicas adolescentes un joven de 23 años fue brutalmente apuñalado en el abdomen y en caja torácica, quedando malherido sobre la calzada. Los agresores y los demás beligerantes optaron por darse a la fuga, y solo en la escena de muerte quedaron algunos pocos, que nada pudieron hacer por la víctima, por desconocimiento y por el estado de ebriedad que presentaban algunos, según una fuente.
El hecho se registró ayer alrededor de las 8 en avenida Ángel Vargas y Perdiguero, en una pelea sin razones aparentes o por cuestiones menores.
El desorden fue de gran magnitud y se sospecha que el ataque sobre el muchacho de apellido Molina fue premeditado, dentro de la batahola que lo circundaba.
Molina fue atacado de frente y por la espalda, y se cree que por dos armas blancas diferentes.
El joven resultó con lesiones en el abdomen y en la caja torácica que dañaron pulmones e intestinos.
Cuando llegaron al lugar la policía y la asistencia pública fue trasladado de inmediato, porque los agresores y los demás participantes del enfrentamiento mortal habían huido. Al hospital Papa Francisco llegó en estado desesperante y sin posibilidades de ser transferido hacia un lugar de alta complejidad, así que los médicos que se encontraban en ese lugar intentaron estabilizar al herido con una cirugía de urgencia que no logró revertir el cuadro del herido, quien falleció minutos después. La redada de violentos terminó con la delación de los particpantes, quienes señalaron que fueron cuatro los que atacaron a Molina con intenciones asesinas premeditadas. Los policías lograron identificar a los mismos por la boca de los propios participantes y demoraron a cuatro hombres de 22, 24, 25 y 32 años, entre ellos el presunto autor de las lesiones, o uno de ellos al menos. Todos los señalados como autores se domicilian en barrio San Benito.
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Una batalla campal se desató en la mañana de ayer en una calle que divide dos barrios de la zona este de la capital, el saldo: una persona fallecida y cuatro detenidos acusados del crimen de la misma.
Un hecho casi frecuente en las barriadas del este y norte de la capital salteña terminó en una verdadera carnicería, ya que tras un encontronazo violento entre unos treinta jóvenes, incluidas chicas adolescentes un joven de 23 años fue brutalmente apuñalado en el abdomen y en caja torácica, quedando malherido sobre la calzada. Los agresores y los demás beligerantes optaron por darse a la fuga, y solo en la escena de muerte quedaron algunos pocos, que nada pudieron hacer por la víctima, por desconocimiento y por el estado de ebriedad que presentaban algunos, según una fuente.
El hecho se registró ayer alrededor de las 8 en avenida Ángel Vargas y Perdiguero, en una pelea sin razones aparentes o por cuestiones menores.
El desorden fue de gran magnitud y se sospecha que el ataque sobre el muchacho de apellido Molina fue premeditado, dentro de la batahola que lo circundaba.
Molina fue atacado de frente y por la espalda, y se cree que por dos armas blancas diferentes.
El joven resultó con lesiones en el abdomen y en la caja torácica que dañaron pulmones e intestinos.
Cuando llegaron al lugar la policía y la asistencia pública fue trasladado de inmediato, porque los agresores y los demás participantes del enfrentamiento mortal habían huido. Al hospital Papa Francisco llegó en estado desesperante y sin posibilidades de ser transferido hacia un lugar de alta complejidad, así que los médicos que se encontraban en ese lugar intentaron estabilizar al herido con una cirugía de urgencia que no logró revertir el cuadro del herido, quien falleció minutos después. La redada de violentos terminó con la delación de los particpantes, quienes señalaron que fueron cuatro los que atacaron a Molina con intenciones asesinas premeditadas. Los policías lograron identificar a los mismos por la boca de los propios participantes y demoraron a cuatro hombres de 22, 24, 25 y 32 años, entre ellos el presunto autor de las lesiones, o uno de ellos al menos. Todos los señalados como autores se domicilian en barrio San Benito.