Daniel Alejandro Cuéllar fue imputado hoy por el homicidio simple de Emanuel Lucas Molina, ocurrido ayer en barrio San Francisco Solano tras una pelea entre dos grupos. No prestó declaración.
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Daniel Alejandro Cuéllar fue imputado hoy por el homicidio simple de Emanuel Lucas Molina, ocurrido ayer en barrio San Francisco Solano tras una pelea entre dos grupos. No prestó declaración.
El fiscal penal 3 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas en feria, Rodrigo González Miralpeix, imputó a Daniel Alejandro Cuéllar, “Sordo”, por el delito de homicidio simple.
El hecho ocurrió ayer por la mañana en barrio San Francisco Solano, donde, según testigos, se encontraba reunido el imputado con dos amigos y mantuvieron un entredicho con cuatro hombres de barrio Provipo que pasaron por allí.
Estas personas se retiraron del lugar y regresaron a los minutos junto a otras personas y portando palos, armas blancas y piedras. La víctima habría atacado a Cuéllar con un cuchillo y en la pelea este se lo quitó y terminó lesionándolo en la zona torácica.
Un familiar del acusado vio lo que sucedía e impidió que siga la agresión. Molina fue asistido y falleció horas después en el hospital de la zona por shock hipovolémico.
Cuéllar estuvo acompañado de su abogada defensora y decidió no prestar declaración.
El desenlace
La batalla mortal que terminó con la vida de Lucas Molina se desató en la mañana del miércoles en una calle que divide dos barrios de la zona este de la capital.
Un hecho casi frecuente en los barrios más golpeados por la pobreza.
Entre las versiones recogidas en la zona hablan de dos momentos, uno la agresión a unos muchachos que pasaban por ese lugar y la posterior reacción de los mismos, que fueron en busca de más personas para saldar la ofensa primera.
En ese contexto de violencia inexplicable perdió la vida el joven Lucas Molina.
Los agresores y los demás beligerantes optaron por darse a la fuga, y en la escena de muerte solo quedaron algunos pocos, que nada pudieron hacer por la víctima.
El hecho se registró alrededor de las 7 de la mañana en avenida Ángel Vargas y Perdiguero.
El desorden fue de gran magnitud y se investiga si el ahora imputado tenía alguna razón de antigua data o simplemente atacó a Molina por “razones de barrio”, como dicen en la zona.
El joven resultó con lesiones en el abdomen y en la cavidad torácica, que dañaron pulmones e intestinos.
Lucas Molina fue trasladado de inmediato al hospital Papa Francisco, llegó en estado desesperante y sin posibilidades de ser trasladado hacia un lugar de alta complejidad. Los médicos intentaron estabilizar al herido con una cirugía de urgencia que no logró revertir el cuadro. El herido falleció minutos después.