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La censura contra la prensa es anticonstitucional

Diario El Tribuno, fundado el 21 de agosto 1949. Director: Sergio Romero. 
Domingo, 07 de julio de 2019 01:41

La jueza salteña María Edith Rodríguez protagonizó en estos días, por segunda vez en pocos meses, un intento de censura previa sobre los medios de comunicación.

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La jueza salteña María Edith Rodríguez protagonizó en estos días, por segunda vez en pocos meses, un intento de censura previa sobre los medios de comunicación.

Cuesta admitir que aún haya jueces que no reconocen el rol esencial de la comunicación en la cultura de la democracia.

La libertad de prensa no es una prerrogativa de los medios, sino un derecho de los ciudadanos.

En enero, la misma magistrada había hecho lugar a un recurso de amparo planteado por autoridades municipales y ordenó a dos páginas digitales que suspendieran sus publicaciones referidas al intendente y a otros funcionarios, y que borraran del sistema las que ya se habían difundido.

Ahora, con motivo de las acusaciones que pesan sobre el joven Lautaro Teruel, la misma magistrada ordenó al Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom) que intimara a los medios para que ninguno mencione al grupo Los Nocheros.

Como era de prever, ENaCom rechazó la intimación de la jueza salteña, y destacó que el ejercicio de la censura "excede la competencia del organismo y de la misma jueza". La violación y el abuso sexual contra menores son delitos gravísimos, los cometa quien los cometa. Los familiares no necesariamente son culpables, pero es imposible ocultar la realidad de los hechos. Más allá de la inocencia o complicidad del grupo musical y de la familia, los escándalos son responsabilidad de quien los protagoniza y no del medio que los da a conocer.

Como si se tratara de resguardar la identidad de un menor de edad, que no es este el caso, la jueza prohibió publicar imágenes del grupo creado por el padre del acusado en relación con la denuncia y, además, exigió la eliminación de "todos los registros informáticos de imágenes, videos, datos, comentarios, links, sitios, vínculos o motores de búsqueda" vinculados a la causa.

La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa), que ya se había pronunciado sobre el caso anterior, denunció ahora un intento "judicial de censura". Toda persona tiene el derecho a preservar su honra, a mantener en reserva su vida privada y, cuando eso se vulnera, puede recurrir a la Justicia para solicitar un resarcimiento. Nada de esto ha sucedido hasta ahora en el caso de abusos atribuidos a Lautaro Teruel pero, advierte Adepa, "la eventual defensa del derecho al honor, la intimidad o la imagen no pueden, dentro de nuestro ordenamiento jurídico y en el de la mayoría de las democracias modernas, cercenar la libertad de prensa y de expresión con una restricción que impide la difusión de información e ideas".

Un juez no es ni puede ser editor de un medio de cualquier tipo, porque su función es otra.

Es lógico que a Los Nocheros les duela, les moleste y los perjudique el mal momento que están viviendo. Su caso podría compararse con el del conjunto Callejeros, tras la tragedia de Cromañon, y a ningún juez se le ocurrió que se omitiera su nombre de las crónicas.

La función de los medios es contar lo que pasa. En democracia, es la posibilidad de que el ciudadano cuente con elementos para decidir su voto. Por eso, los regímenes autoritarios no toleran a los medios independientes y, cuando pueden, los clausuran y solo permiten la información oficial. Allí se cuenta lo que el régimen "quiere que pase".

El tema no es menor. La libertad de prensa no debe tener condicionantes de ningún tipo. Las amenazas de crear organismos de investigación y castigo a los periodistas expresan una visión fascista de cómo manipular a la opinión pública. La idea de investigar el origen de las noticias manifiesta una desmesurada necesidad de ocultar lo inocultable.

Estas son amenazas reales que hoy se ciernen sobre el periodismo profesional.

La actitud de la jueza salteña, ahora, parece indicar que no se comprende que el Poder Judicial y el periodismo son dos de las columnas de un sistema democrático concebido para resguardar la libertad, la información y el respeto de cada uno de los ciudadanos, sin distinción de fama, poder o fortuna.

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