En un magnífico torneo, la Selección argentina de fútbol femenino quedó a milímetros de la gloria: perdió la final por penales con Colombia por 7 a 6, tras igualar 1 a 1 en los 120 minutos de partido (luego del tiempo reglamentario jugaron un tedioso alargue de 30 minutos). Por primera vez, el equipo albiceleste se alzó con una medalla de plata histórica, y que no fue oro por el azar de los tiros desde los doce pasos.
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En un magnífico torneo, la Selección argentina de fútbol femenino quedó a milímetros de la gloria: perdió la final por penales con Colombia por 7 a 6, tras igualar 1 a 1 en los 120 minutos de partido (luego del tiempo reglamentario jugaron un tedioso alargue de 30 minutos). Por primera vez, el equipo albiceleste se alzó con una medalla de plata histórica, y que no fue oro por el azar de los tiros desde los doce pasos.
Colombia abrió el marcador en el primer tiempo por medio de Usme Pineda, pero la reacción argentina fue inmediata y lo empató Agustina Barroso Basualdo con un impecable cabezazo, para irse con la igualdad al descanso.
Tal equidad en el score y paridad en las acciones llevó a albicelestes y cafeteras a finalizar 1 a 1 en los 90 minutos reglamentarios, lo que las obligó a definir la gloria en un agotador alargue de 30 minutos, y los posteriores penales.
La selección femenina llegó a estos Juegos Panamericanos en medio de un conflicto del equipo mayor que involucró a su entrenador, Carlos Borello, quien tras la Copa del Mundo Francia 2019 fue duramente cuestionado por varias futbolistas referentes. Pese a ello, con Borello a la cabeza, el grupo dio vuelta la página para revalidar la destacada actuación en Francia y se aseguraron la primera medalla panamericana para esta especialidad, llegando a una primera final.
Argentina, que transita desde hace dos años una etapa de refundación del fútbol femenino tras un breve impulso y un posterior estancamiento, llegaba a esta final ganando tres de los cuatro partidos que disputó, sin recibir tantos, superando con creces su mejor actuación histórica, que se dio en Santo Domingo 2003, cuando fue cuarto, tras perder por el podio con México.