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Se conocieron detalles de los últimos minutos de Emiliano Sala

Un informe de la Oficina de Accidentes Aéreos del Reino Unido reveló que Emiliano Sala, el futbolista argentino de 28 años que murió tras la caída de un avión, tenía restos de monóxido de carbono (CO) en su cuerpo con un nivel de saturación del 58%.
Miércoles, 14 de agosto de 2019 17:39

Un informe de la Oficina de Accidentes Aéreos del Reino Unido reveló que Emiliano Sala, el futbolista argentino de 28 años que murió tras la caída de un avión, tenía restos de monóxido de carbono (CO) en su cuerpo con un nivel de saturación del 58%.

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Un informe de la Oficina de Accidentes Aéreos del Reino Unido reveló que Emiliano Sala, el futbolista argentino de 28 años que murió tras la caída de un avión, tenía restos de monóxido de carbono (CO) en su cuerpo con un nivel de saturación del 58%.

"En el N264DB la cabina no está separada del resto del avión y se considera probable que el piloto también se habría visto afectado en cierta medida por la exposición al CO", estableció el informe.

La presidenta de la Junta de investigación de Accidentes de Aviación Civil de Argentina, Pamela Suárez, indicó a La Nación que eso "eso explicaría los ascensos y descensos bruscos del piloto antes de impactar contra el mar".

Según el informe de la Oficina, la intoxicación con puede provocar convulsiones, pérdida del conocimiento y ataque cardíaco.

"Hay dispositivos disponibles que pueden alertar a los pilotos, ya sea visualmente o por audio, pero estos dispositivos no son obligatorios en aeronaves bajo supervisión de la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea", señaló.

Por su parte, Suárez dijo que "este detalle marca un antes y un después en la investigación" y que los familiares ya fueron notificados".

El 26 de agosto una delegación argentina viajará a Estados Unidos para participar de una reunión técnica.

Los últimos minutos

A las 21:22 del 21 de enero de 2019, la Oficina de Accidentes Aéreos Británica recibió el alerta de que una aeronave Piper PA-46-310P Malibú, matrícula N264DB, había desaparecido del radar de control de tránsito aéreo, mientras realizaba un vuelo desde Nantes, Francia, hacia Cardiff, en el Reino Unido.

Los restos de la aeronave no fueron localizados hasta el 24 de enero de 2019, por lo que el suceso se clasificó como un accidente aéreo. Había dos personas a bordo de la aeronave aunque ninguna fue encontrada en la búsqueda en superficie.

El piloto de la aeronave matrícula N264DB subió al avión el 19 de enero de 2019 con el vuelo de regreso programado para el 21 de enero de 2019.

El 21 de enero, el piloto llegó al aeropuerto en Nantes a las 12:46 para cargar combustible y preparar la aeronave para el vuelo. A las 18:36 Emiliano Sala llegó a aeropuerto y pasó por seguridad.

La aeronave rodó para el despegue a las 19:06.

La ruta planificada por el piloto era una ruta casi directa de Nantes a Cardiff, volando sobre la isla de Guernsey en ruta.

La aeronave despegó desde la pista 03 del aeropuerto de Nantes a las 19:15 y el piloto pidió autorización al ATC (Servicio de Control de Tránsito Aéreo). El ascenso fue aprobado por el Control de Aproximación de Nantes y se activó el plan de vuelo.

La aeronave voló en su ruta programada hacia Cardiff hasta que el piloto solicitó descenso para permanecer en condiciones meteorológicas visuales. El último contacto radial con la aeronave fue con el control radar de Jersey a las 20:12, cuando el piloto solicitó más descenso. El último eco de radar secundario de la aeronave que se registró fue a las 20:16.

Los restos de la aeronave N264DB fueron encontrados en el lecho del mar a alrededor de 30 metros de la posición del último punto de eco radar secundario registrado por el radar en Guernsey.

Lluvia y frío

El Departamento Meteorológico de Jersey emitió un pronóstico de frío y lluvia extendida desde el noroeste. Las observaciones meteorológicas realizadas en el aeropuerto de Guernsey a las 19:50 mostraban que la visibilidad era mayor a 10 kilómetros y las nubes eran escasas.

Los datos de la Oficina Meteorológica del Reino Unido indicaban que el nivel de congelamiento alrededor de las Islas del Canal se encontraba entre 3000 y 4000 pies.

El N264DB estaba equipado con un sistema de protección de hielo que le permitía volar en condiciones de engelamiento conocidas. También estaba equipado con equipamiento de aviónica que le permitía volar en forma segura de noche en condiciones meteorológicas instrumentales.

Tenía seis asientos. Los dos asientos delanteros para pasajeros miraban hacia atrás y todos los asientos para pasajeros tenían respaldos y cinturones que se ajustan sobre la falda. En el lateral derecho de la cabina detrás del asiento delantero se encontraba una salida de emergencia.

La aeronave también estaba equipada con chalecos salvavidas para cada ocupante y una balsa salvavidas para seis hombres, guardada en el compartimiento trasero de equipaje y accesible desde la cabina.

Modelo 1984

La aeronave N264DB fue fabricada en 1984, y el 30 de noviembre de 2018 el fuselaje había volado 6636 horas y el motor había operado durante 1195 horas desde su revisión.

El certificado de matrícula se emitió el 11 de septiembre de 2015 y tenía fecha de vencimiento el 30 de septiembre de 2021.

El rescate

La AAIB contrató una embarcación especialista para la investigación, el Geo Ocean III, para llevar a cabo una investigación del lecho marino para intentar localizar e identificar los restos de la aeronave.

Una investigación inicial de la escena usando la cámara del ROV, reveló la existencia de un cuerpo presente, mantenido en posición por los restos. El cuerpo era el de Sala, y pudo ser recuperado en las primeras horas del 6 de febrero.

Nunca se encontraron pruebas del segundo ocupante de la aeronave: el piloto David Ibbotson.

La aeronave presentaba daños de importancia, y el fuselaje de la aeronave estaba separado en tres partes unidos por cables de controles de vuelos y eléctricos. El motor se había desprendido de la aeronave, y la sección trasera del fuselaje se había partido a la altura del borde de fuga del ala.

En los días siguientes al accidente, dos cojines de asientos, un apoyabrazos y el revestimiento del fuselaje fueron arrastrados a lo largo de la costa de la Península de Contentin, Francia.

Un cojín de asiento también fue arrastrado a Bonne Nuit Bay en la costa norte de Jersey.

La última comunicación

Los datos del radar brindaron un registro casi completo del vuelo del accidente, comenzando desde que la aeronave despegó y hasta los instantes previos a que impactara contra el mar.

El piloto usó una aplicación de software de navegación y planificación del vuelo instalada en su tablet para crear una ruta entre Nantes y Cardiff y archivar el plan de vuelo. Esta información había sido subida a la cuenta del piloto en la nube. La aeronave no estaba equipada con un registrador de datos de vuelo protegidos ante accidente.

Después de despegar de Nantes, la aeronave N264DB ascendió progresivamente a 5500 pies y su velocidad promedio sobre el terreno era alrededor de 170 nudos.

A las 20:02:10 el N264DB estaba al oeste de Jersey y al sur de Guernsey cuando el piloto solicitó autorización para descender. La aeronave fue autorizada.

Poco tiempo después, la aeronave comenzó a descender mientras también realizaba un giro a la derecha seguido por un giro a la izquierda. Esto posicionó a la aeronave por encima de Guernsey.

El controlador le preguntó al piloto si requería más descenso, e Ibbotson respondió:

-Negativo, acabo de evitarlo recién.

Esta fue la última comunicación de radio recibida del piloto del N264DB.

La aeronave N264DB, comenzó a descender. Giró hacia la izquierda. Descendió. Ascendió Descendió. La aeronave luego volvió a ascender. A las 20:15 hizo un giro gradual hacia la izquierda. A las 20:16:10 hizo otro a la derecha, de unos 180°.

Ya empezó a bajar. Segundos después, se registró el eco final.

La licencia, en el mar

Las autoridades lograron establecer que David Ibbotson tenía una licencia y un libro de vuelo, pero nunca aparecieron. Creen que están junto al cuerpo del piloto en las profundidades del mar.

Fuente: La Nación

 

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