Dos empleadas de un supermercado se resistieron a un robo en la ciudad de Bahía Blanca y forcejearon con un par de motochorros, uno de ellos armado. Ante la reacción de las jóvenes, los delincuentes se escaparon a los tiros del negocio.
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Dos empleadas de un supermercado se resistieron a un robo en la ciudad de Bahía Blanca y forcejearon con un par de motochorros, uno de ellos armado. Ante la reacción de las jóvenes, los delincuentes se escaparon a los tiros del negocio.
El episodio ocurrió en la noche del lunes a las 20.40, cuando las dos empleadas se encontraban en el interior de un supermercado, del barrio de Vista Alegre, en las afueras de la ciudad. En ese momento, una de las chicas fue sorprendida por dos delincuentes que, a punta de pistola, le exigieron la entrega de la recaudación del día.
Según indicaron fuentes policiales, las dos comerciantes, Antonela Coñuen y Marisa Rivera, intentaron calmarlos hasta que una de ellas comenzó a arrastrar a uno de los ladrones por el pasillo del comercio.
“A raíz de la situación en la que alcanzaron a robar 2.000 pesos y que quedó captada por una cámara de seguridad, el delincuente zafó de la mujer y se dirigió a su compañero quien con el arma de fuego disparó hacia el techo. Luego escaparon”, agregaron los voceros. Los delincuentes siguen prófugos.
De acuerdo a Coñuen, los ladrones entraron al local con sus rostros cubiertos con capuchas. “Acorralaron a mi compañera que salía con un cuchillo de la cocina y la empezaron a amenazar. Le dije que no hay plata porque un lunes no es tan fácil de recaudar”, recordó, en diálogo con la prensa local.
“Cuando veo que el delincuente que tenía el cuchillo estaba sobre mi amiga, lo agarro de atrás, lo arrastré por el pasillo y le empecé a pegar. En ese momento, el otro delincuente comenzó a gritar que los suelte y vino con el arma y me gatillo dos o tres veces”, aseguró. “Mi amiga gritó que no tenía balas, pero enseguida cargó el arma y disparó al techo”, expresó. Antes de la huida, los ladrones les sacaron 2000 pesos de la caja.
“Estamos cansadas de que nos roben”, dijo Antonela para justificar su temeraria reacción y la de su compañera. En los últimos meses, sufrieron otros dos asaltos de motochorros que también quedaron registrados por el sistema de seguridad del negocio, ubicado a unas 40 cuadras del centro de Bahía Blanca. “Esta vez se quedaron re calientes y estoy segura de que van a volver”, comentó la joven.
Además, en varios posteos en Facebook, advirtió: “A mano armada somos todos piolas bigotes de leche! La próxima aprendan a pararse de mano, cobardes! Se pensaron que como somos pibas íbamos a poner a llorar! Ni ahí!!!”. Por último, les mandó un mensaje: “Vayan a laburar como lo hacemos nosotras!”.