La emoción invadió a los fanáticos del Torino, en un fin de semana muy especial en Alta Gracia, donde se llevó a cabo la celebración de los 50 años de la epopeya de la misión argentina en la clásica carrera europea “Las 84 horas de Nürburgring”.
Lo más efusivo se vivió apenas pasadas las 13 horas, cuando el Torino N° 3 apareció ante el público, en la vuelta simbólica perpetuando el momento que cruzó la meta en el circuito alemán, en agosto de 1969.
El acto central se llevó a cabo en la pista de prueba de La Fortaleza, el megataller propiedad de Oreste Berta, el jefe de mecánica que tuvo la Misión Argentina y socio de Juan Manuel Fangio en esta aventura que será recordada por siempre.
Oreste, además, compartió un buen momento con los salteños del club Sangre Torinera Salta, que dijeron presente durante los tres días de festejos en la provincia cordobesa. Charló con ellos y le firmó autógrafos. Lo mismo sucedió con el humorista Luis Landriscina, el padrino del evento.
Unos 500 autos Torino formaron parte de los festejos durante el fin de semana, de los cuales doce vehículos llegaron desde nuestra ciudad.
En los momentos finales del acto, los tres autos originales de la misión argentina desfilaron ante el clamor de unos tres mil fanáticos. El Torino 1 estuvo conducido por Oscar Fangio, el 2 por Jesús García Veiga y el 3 por el propio Oscar Franco, quien fue ovacionado por la gente en una gran postal con banderas argentinas flameando.
La fiesta se acabó con la declaración de Alta Gracia, como cuna nacional del Torino, y con la promesa de recordar la proeza de Nürburgring cada año.
inicia sesión o regístrate.
La emoción invadió a los fanáticos del Torino, en un fin de semana muy especial en Alta Gracia, donde se llevó a cabo la celebración de los 50 años de la epopeya de la misión argentina en la clásica carrera europea “Las 84 horas de Nürburgring”.
Lo más efusivo se vivió apenas pasadas las 13 horas, cuando el Torino N° 3 apareció ante el público, en la vuelta simbólica perpetuando el momento que cruzó la meta en el circuito alemán, en agosto de 1969.
El acto central se llevó a cabo en la pista de prueba de La Fortaleza, el megataller propiedad de Oreste Berta, el jefe de mecánica que tuvo la Misión Argentina y socio de Juan Manuel Fangio en esta aventura que será recordada por siempre.
Oreste, además, compartió un buen momento con los salteños del club Sangre Torinera Salta, que dijeron presente durante los tres días de festejos en la provincia cordobesa. Charló con ellos y le firmó autógrafos. Lo mismo sucedió con el humorista Luis Landriscina, el padrino del evento.
Unos 500 autos Torino formaron parte de los festejos durante el fin de semana, de los cuales doce vehículos llegaron desde nuestra ciudad.
En los momentos finales del acto, los tres autos originales de la misión argentina desfilaron ante el clamor de unos tres mil fanáticos. El Torino 1 estuvo conducido por Oscar Fangio, el 2 por Jesús García Veiga y el 3 por el propio Oscar Franco, quien fue ovacionado por la gente en una gran postal con banderas argentinas flameando.
La fiesta se acabó con la declaración de Alta Gracia, como cuna nacional del Torino, y con la promesa de recordar la proeza de Nürburgring cada año.