Esta vez no fue el rostro ni un tatuaje, ni siquiera un testigo, fue el propio vehículo que utilizaba para robar el que delató a un peligroso motochorro de la zona sureste.
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Esta vez no fue el rostro ni un tatuaje, ni siquiera un testigo, fue el propio vehículo que utilizaba para robar el que delató a un peligroso motochorro de la zona sureste.
El sujeto, que tenía engañado a todo el barrio acerca de su verdadera profesión, salía a trabajar en horas en que otros estaban todavía durmiendo. Es decir al alba.
Luego salía de nuevo en horas de la noche.
De tanto pasar por las avenidas donde circulan los trabajadores y estudiantes su vehículo estaba en los ojos de todos los que salesn a cumplir sus obligaciones.
Es así que cuando fueron investigados varios arrebatos y asaltos a mano armada algunas, o casi todas las víctimas, recordaban una motocicleta en particular.
Con las características de la moto se fue cerrando el cerco sobre el motochorro enmascarado, de manera tal que en un allanamiento por una investigación por robo en el barrio Fraternidad los investigadores dieron casi sin querer con la motocicleta tantas veces señalada como el vehículo que conducía con habilidad sorprendente el cómplice motorizado de varios arrebatos, muchos de ellos violentos.
La caída
Ayer efectivos de la Dirección General de Investigaciones allanaron dos viviendas y detuvieron al supuesto motochorro, a quien le secuestraron la motocicleta que habría utilizado para delinquir. Esto fue posible por una minuciosa investigación dirigida por la Fiscalía Penal 4. Los efectivos de investigaciones allanaron dos domicilios de barrio Fraternidad en relación a ilícitos cometidos bajo la modalidad de motochorros y arrebatos en la vía pública.
Los operativos lograron la detención de uno de los principales investigados y el secuestro de una motocicleta que habría sido utilizada como movilidad para escapar tras haber cometido el delito.