Mientras los fieles se agolpan, los turistas observan y sacan fotos, los peregrinos llegan por tandas, una red de trabajadores del Milagro hace un trabajo hormiga.
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Mientras los fieles se agolpan, los turistas observan y sacan fotos, los peregrinos llegan por tandas, una red de trabajadores del Milagro hace un trabajo hormiga.
Se encargan de recibir las donaciones, otras anotan las intenciones de misa, acomodan las luces y también los candelabros que se ubican al pie del Señor y la Virgen. También se revisan los manteles, que se almidonan y planchan.
¿De quiénes son esas manos laboriosas? Se trata de las mujeres de la Asociación de Guardia Obrera del Señor y la Virgen del Milagro.
Esta asociación religiosa fue una de las primeras de Salta y la primera en la Catedral. Tiene 106 años.
En sus orígenes la Guardia Obrera estaba formada por empleadas de las familias con poder económico de la Salta del siglo pasado.
Una de las mujeres contó que las empleadas eran enviadas como parte de la asistencia a la Catedral, por parte de las salteñas de familias pudientes para realizar las tareas de limpieza y orden.
En la actualidad, este grupo es integrado por solo 50 mujeres. La mayor tiene 96 años.
Para ser parte de esta organización es necesario ser mayor de 25 años y tener ganas de trabajar.
Las reuniones se realizan el primer domingo de cada mes a las 17. Desde este espacio, una de las obreras invitó a sus compañeras a pensar nuevas acciones para la fiesta del Milagro. Así surgió la propuesta de armar ajuares para recién nacidos y entregarlos en el día de la Virgen del Milagro, que fue el viernes, en el hospital Materno Infantil.
Esta acción se concretó por primera vez el año pasado.
El viernes renovaron el compromiso con la entrega de 17 ajuares. “Se otorgó a las mamás de los pequeños que nacieron hoy y el resto fue para los pequeños nacidos en los días previos al Triduo”, contó Nelly Guzmán, miembro del grupo de Obreras. Para lograr armar los 17 ajuares, cada una trabajó durante los últimos meses pidiendo donaciones. Así se logró juntar baberos, batitas, pantaloncitos, mantas y cientos de escarpines.
Estas semanas se pusieron a tejer en sus tiempos libre. Hasta mamaderas estuvieron incluidas en los set que entregaron, gracias a las donaciones de empresarios de la zona.
Ofrenda
“Esta idea surge como una ofrenda para el Triduo del Milagro”, agregó Nelly, quien recordó que el año pasado no pudieron ingresar a las salas, así que entregaron los ajuares a la enfermeras del Materno, quienes fueron las encargadas de distribuirlos.
Este año, desde la gerencia del hospital autorizaron el ingreso de cinco mujeres del grupo, de esta manera la entrega se hizo en manos de las madres.
Nelly Guzmán asistió el viernes en compañía de sus amigas para ceder lo que considera una ofrenda a la Virgen y adelantó que el próximo año esperan poder llegar hasta los centros de atención de primera infancia.
“Sabemos que la necesidades son muchas, así que vamos a ver cómo hacemos para armar más ajuares y ayudar a los niños que lo necesitan”, expresó la mujer, quien recordó que en octubre volverán a las reuniones en los horarios habituales.