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Se negó a declarar el joven acusado del femicidio de Jéssica González

Raúl Antonio Pérez acusado de asesinar a puñaladas a la joven dentro de un motel se negó a prestar declaración. La madre y la joven de la víctima si lo hicieron y negaron que haya existido una relación sentimental con el femicida.
Miércoles, 18 de septiembre de 2019 15:59

Hoy comenzó el juicio contra Raúl Antonio Pérez, acusado por el femicidio de Jéssica González ocurrido el 21 de septiembre del año pasado. Durante la primera jornada se leyó la requisitoria fiscal de elevación a juicio y el requerimiento de la querella. El imputado se abstuvo de declarar y se inició la recepción de pruebas testimoniales con la comparecencia de cinco testigos.

En primer término declaró la madre de la víctima. La mujer refirió que conoció a Raúl Antonio Pérez en la iglesia evangélica en la cual ella es pastora. Contó que el imputado comenzó a frecuentar el templo porque lo llevó una prima suya, quien ya era concurrente habitual. Dijo que su hija Jéssica participaba activamente en la iglesia: cantaba en el coro y guiaba las reuniones de estudio bíblico para jóvenes, los martes, adonde se incorporó el imputado.

Manifestó que el trato de Jéssica con Raúl Antonio Pérez era el mismo que le dispensaba a los otros miembros de la iglesia. No obstante, señaló que Pérez fue en algunas oportunidades a su casa junto a otros miembros del grupo de estudios bíblicos, para tomar el té. Aclaró que nunca fue solo.

La mujer describió a su hija como una joven muy atenta y sociable. Dijo que no tenía pareja y que sus actividades fuera de la casa consistían en ir a la universidad o al gimnasio.

La testigo manifestó que después del homicidio de su hija, miembros de la comunidad religiosa a su cargo le comentaron que Pérez estaba obsesionado con Jéssica y que le había hecho escenas de celos. Recordó que la joven le había comentado en una ocasión que tenía que poner distancia con algunos varones de la comunidad porque a veces se confundían con su amabilidad.

Luego declaró la hermana de la víctima. Repasó detalladamente lo sucedido el día que le informaron acerca de lo ocurrido a Jéssica y se refirió a las actividades de Pérez en el templo evangélico. No pudo precisar fechas pero manifestó que el imputado comenzó a frecuentar la iglesia alrededor de un año y medio antes del hecho. Asistía a las reuniones de jóvenes de los martes y, con el tiempo, le encargaron ciertas tareas como la de recibir y ubicar a los fieles y coordinar algunos encuentros. Dijo que sabía que el acusado concurría de vez en cuando a la casa de su madre y de su hermana, junto a otros miembros de la comunidad, para merendar o tomar unos mates. Pérez iba en un auto azul oscuro con vidrios polarizados.

La testigo aseguró que nunca vio una relación cercana entre el imputado y Jéssica. También refirió que después del hecho se enteró de que el acusado le había hecho escenas de celos a su hermana porque ella conversaba con otros hombres. Precisó que Jéssica no le contó nada al respecto y consideró que quizás prefirió callar para no preocupar a su madre, quien estaba atravesando problemas de salud.

La testigo describió a Pérez como un hombre callado que se daba solo con un grupo reducido de fieles con quienes pasaba la mayor parte del tiempo.

Seguidamente declaró un sargento de policía que intervino la noche del hallazgo del cuerpo de Jéssica en un motel de zona sur. El oficial precisó que en ese momento prestaba servicio en el destacamento de Villa Palacios y que se encontraba realizando patrullaje en un móvil cuando, vía radial, lo instruyeron para que se dirigiera al inmueble.  

A continuación declaró un oficial que intervino en la etapa investigativa y que tuvo a su cargo la inspección de la escena del hecho y del vehículo del imputado. También llevó a cabo algunas entrevistas a personas allegadas a la víctima y al imputado. Durante la declaración del testigo se proyectaron imágenes del lugar donde ocurrió el hecho.

Finalmente prestó declaración un hermano de la víctima, quien brindó detalles acerca de la personalidad de Jéssica N. González.
Al término de las testimoniales, el tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta mañana a las 8.30.

El hecho por el cual será juzgado Raúl Antonio Pérez ocurrió entre la noche del 20 de septiembre de 2018 y la madrugada del día siguiente, en el interior de un hotel alojamiento de la zona sur de la ciudad. El cuerpo de Jéssica Norma González fue encontrado el 21 de septiembre en una de las habitaciones del establecimiento, con heridas punzocortantes. El imputado se encontraba en el mismo lugar, con lesiones de arma blanca autoinfligidas en el cuello y brazos.

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Hoy comenzó el juicio contra Raúl Antonio Pérez, acusado por el femicidio de Jéssica González ocurrido el 21 de septiembre del año pasado. Durante la primera jornada se leyó la requisitoria fiscal de elevación a juicio y el requerimiento de la querella. El imputado se abstuvo de declarar y se inició la recepción de pruebas testimoniales con la comparecencia de cinco testigos.

En primer término declaró la madre de la víctima. La mujer refirió que conoció a Raúl Antonio Pérez en la iglesia evangélica en la cual ella es pastora. Contó que el imputado comenzó a frecuentar el templo porque lo llevó una prima suya, quien ya era concurrente habitual. Dijo que su hija Jéssica participaba activamente en la iglesia: cantaba en el coro y guiaba las reuniones de estudio bíblico para jóvenes, los martes, adonde se incorporó el imputado.

Manifestó que el trato de Jéssica con Raúl Antonio Pérez era el mismo que le dispensaba a los otros miembros de la iglesia. No obstante, señaló que Pérez fue en algunas oportunidades a su casa junto a otros miembros del grupo de estudios bíblicos, para tomar el té. Aclaró que nunca fue solo.

La mujer describió a su hija como una joven muy atenta y sociable. Dijo que no tenía pareja y que sus actividades fuera de la casa consistían en ir a la universidad o al gimnasio.

La testigo manifestó que después del homicidio de su hija, miembros de la comunidad religiosa a su cargo le comentaron que Pérez estaba obsesionado con Jéssica y que le había hecho escenas de celos. Recordó que la joven le había comentado en una ocasión que tenía que poner distancia con algunos varones de la comunidad porque a veces se confundían con su amabilidad.

Luego declaró la hermana de la víctima. Repasó detalladamente lo sucedido el día que le informaron acerca de lo ocurrido a Jéssica y se refirió a las actividades de Pérez en el templo evangélico. No pudo precisar fechas pero manifestó que el imputado comenzó a frecuentar la iglesia alrededor de un año y medio antes del hecho. Asistía a las reuniones de jóvenes de los martes y, con el tiempo, le encargaron ciertas tareas como la de recibir y ubicar a los fieles y coordinar algunos encuentros. Dijo que sabía que el acusado concurría de vez en cuando a la casa de su madre y de su hermana, junto a otros miembros de la comunidad, para merendar o tomar unos mates. Pérez iba en un auto azul oscuro con vidrios polarizados.

La testigo aseguró que nunca vio una relación cercana entre el imputado y Jéssica. También refirió que después del hecho se enteró de que el acusado le había hecho escenas de celos a su hermana porque ella conversaba con otros hombres. Precisó que Jéssica no le contó nada al respecto y consideró que quizás prefirió callar para no preocupar a su madre, quien estaba atravesando problemas de salud.

La testigo describió a Pérez como un hombre callado que se daba solo con un grupo reducido de fieles con quienes pasaba la mayor parte del tiempo.

Seguidamente declaró un sargento de policía que intervino la noche del hallazgo del cuerpo de Jéssica en un motel de zona sur. El oficial precisó que en ese momento prestaba servicio en el destacamento de Villa Palacios y que se encontraba realizando patrullaje en un móvil cuando, vía radial, lo instruyeron para que se dirigiera al inmueble.  

A continuación declaró un oficial que intervino en la etapa investigativa y que tuvo a su cargo la inspección de la escena del hecho y del vehículo del imputado. También llevó a cabo algunas entrevistas a personas allegadas a la víctima y al imputado. Durante la declaración del testigo se proyectaron imágenes del lugar donde ocurrió el hecho.

Finalmente prestó declaración un hermano de la víctima, quien brindó detalles acerca de la personalidad de Jéssica N. González.
Al término de las testimoniales, el tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta mañana a las 8.30.

El hecho por el cual será juzgado Raúl Antonio Pérez ocurrió entre la noche del 20 de septiembre de 2018 y la madrugada del día siguiente, en el interior de un hotel alojamiento de la zona sur de la ciudad. El cuerpo de Jéssica Norma González fue encontrado el 21 de septiembre en una de las habitaciones del establecimiento, con heridas punzocortantes. El imputado se encontraba en el mismo lugar, con lesiones de arma blanca autoinfligidas en el cuello y brazos.

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