Quizás haya pasado desapercibida la fecha. Probablemente la adrenalina que generó la sentencia contra el exjuez federal Ricardo Lona por el crimen del exgobernador Miguel Ragone haya generado que este año el aniversario de la Masacre de El Gallinato haya quedado en un plano posterior. Sin embargo ayer, los organismos de derechos humanos de la provincia volvieron al paraje donde se recuerda a los que murieron el 24 de septiembre de 1976 a manos del terrorismo de Estado, a unos 17 kilómetros de la ciudad.
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Quizás haya pasado desapercibida la fecha. Probablemente la adrenalina que generó la sentencia contra el exjuez federal Ricardo Lona por el crimen del exgobernador Miguel Ragone haya generado que este año el aniversario de la Masacre de El Gallinato haya quedado en un plano posterior. Sin embargo ayer, los organismos de derechos humanos de la provincia volvieron al paraje donde se recuerda a los que murieron el 24 de septiembre de 1976 a manos del terrorismo de Estado, a unos 17 kilómetros de la ciudad.
La Mesa de Derechos Humanos de Salta presentó una nota ante la Municipalidad de La Caldera para restaurar el lugar con la idea de mantener en la memoria los crímenes de lesa humanidad cometidos antes y durante la última dictadura cívico militar.
En la noche del 24 y el 25 de septiembre de 1976, grupos de tareas parapoliciales, en varios operativos simultáneos, secuestraron y mataron a estudiantes y trabajadores. El saldo de aquellas dos noches fue de 5 desaparecidos y un chico de 18 años asesinado.
Las víctimas fueron Gemma Fernández, Héctor Gamboa, Silvia Aramayo, el militante Daniel Loto Zurita y los estudiantes Carlos Figueroa Rojas y Martín Miguel Cobos.
En la ruta hacia La Caldera, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación había colocado, el 10 de diciembre de 2013, un cartel que recordaba que en el lugar "se dinamitaron los cuerpos de hombres y mujeres perseguidos por su militancia política, sindical y social".
El 20 de diciembre del mismo año, la Justicia condenó a cinco militares, un comisario y un integrante del Servicio Penitenciario Provincial a prisión perpetua en la denominada "megacausa". A otros ocho represores les impuso condenas de entre diez y cinco años de prisión.
A los dos días, desconocidos vándalos balearon el cartel de El Gallinato y la contradicción más grande fue que Gendarmería retiró el objeto vandalizado para sus pericias. Desde hace seis años que los familiares esperan que se vuelva a colocar la señalización.
Se espera que para fines de noviembre esté la nueva la señalética y que se haga un gran acto que convoque a todas las fuerzas vivas.
La organización Oscar Smith, del Sindicato de Luz y Fuerza, ya tiene destinado un presupuesto para la construcción.
El recordatorio
“Yo tengo la teoría de que no fue casualidad que hayan elegido el 24 de septiembre, por lo simbólico, por la Batalla de Tucumán”, dijo alguna vez Chuny Ovejero, el artista que hace las baldosas de la memoria con las que se recuerda a las víctimas del terrorismo.
Apuntaba a que existía un denominador común en la simbología de los grupos civiles y militares que apoyaron el golpe de Estado en esos tiempos en la exaltación de lo nacional y contra la “influencia extranjera”.
El cartel de El Gallinato se había instalado en el marco de los treinta años de la recuperación de la democracia. El letrero recordaba que las víctimas fueron secuestradas “por las fuerzas armadas y de seguridad provincial y federal en el marco del plan sistemático de terror y exterminio ejecutado por la última dictadura cívico-militar”.