“La gran apuesta es con el corazón y los desafíos son permanentes...no hay tiempo para detenerse, las necesidades son continuas y urgentes”, es la frase de Ramón Gómez, creador de la Fundación los Niños de San Juan, quien junto a su familia y un pequeño grupo de colaboradoras de Salta, Riestra (provincia de Buenos Aires), y Rosario (Santa Fe), trabajan de manera incansable para dibujarle una sonrisa a los más necesitados. “Mi señora Sandra Ojeda, también tiene mucho que ver en las tareas de nuestra fundación”, aseguró Gómez.
“Nuestra función como fundación es ayudar a los niños y sus familias en situaciones desfavorables, durante todo el año. La entrega de bolsones navideños la realizamos todos los años antes del 25 de diciembre, terminando siempre el 24 a la tarde. Lo hacemos personalmente, casa por casa, puesto por puesto.
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“La gran apuesta es con el corazón y los desafíos son permanentes...no hay tiempo para detenerse, las necesidades son continuas y urgentes”, es la frase de Ramón Gómez, creador de la Fundación los Niños de San Juan, quien junto a su familia y un pequeño grupo de colaboradoras de Salta, Riestra (provincia de Buenos Aires), y Rosario (Santa Fe), trabajan de manera incansable para dibujarle una sonrisa a los más necesitados. “Mi señora Sandra Ojeda, también tiene mucho que ver en las tareas de nuestra fundación”, aseguró Gómez.
“Nuestra función como fundación es ayudar a los niños y sus familias en situaciones desfavorables, durante todo el año. La entrega de bolsones navideños la realizamos todos los años antes del 25 de diciembre, terminando siempre el 24 a la tarde. Lo hacemos personalmente, casa por casa, puesto por puesto.
Es la misma modalidad en la Puna salteña o en el Chaco salteño”, señaló Ramón, quien agregó “Somos una institución que no recibe ningún subsidio, todo lo hacemos a pulmón gracias a la ayuda de muchas personas solidarias. En estas fiestas pudimos entregar 425 bolsones navideños, recorriendo más 1800 kilómetros para llegar a las familias de los cerros, como así también a las familias de comunidades wichi y chorote en la región de Santa Victoria Este”.
“También tenemos en marcha dos proyectos importantes que van a mejorar la vida de muchas familias. El primero se trata de un pozo de agua en la Quebrada del Toro, en una comunidad que se llama Pacha Inti, a unos 65 kilómetros de la ciudad de Salta, por la ruta nacional 51. Esto beneficiará a unas 13 familias. El segundo proyecto es un puesto sanitario en el paraje El Palomar, a 3.750 m.s.n.m a unos 170 km de la ciudad, cerro adentro muy cerca del nevado El Chañe y a pocos km límite con Jujuy. Este puesto sanitario beneficiará a 35 familias del lugar y a unas 60 más de parajes aledaños, como: Puesto Grande, Agua Chica, Tres Cruces y Finca El Toro, entre otras”, enfatizó Ramón.
“Queremos agradecer a todas las personas que nos ayudaron a hacer esta entrega, sin la ayuda de cada uno de ellos, esto no sería posible. Les pedimos que en el 2020 nos sigan colaborando y acompañando para lograr juntos más objetivos, con proyectos que ayuden a mejorar la calidad de vida de todas estas familias”, acotó.
“Nuestra fundación abrió los ojos por una necesidad espiritual de ayudar a los más necesitados y carenciados de la Puna salteña, y luego el Chaco salteño. Asistimos a niños de todas las edades, con: ropas, calzados, juguetes y alimentos. “La parte sanitaria también un problema, no hay suministros ni medicamentos básicos, pero siempre intentamos brindar una solución”, dijo Ramón.