Una de las causas más complejas de los últimos tiempos es el crimen de Sandra Palomo, una maestra de 53 años que fue asesinada supuestamente por uno o más menores, quienes la emboscaron en una playa de estacionamiento supuestamente para robarle una camioneta de alta gama.
inicia sesión o regístrate.
Una de las causas más complejas de los últimos tiempos es el crimen de Sandra Palomo, una maestra de 53 años que fue asesinada supuestamente por uno o más menores, quienes la emboscaron en una playa de estacionamiento supuestamente para robarle una camioneta de alta gama.
La investigación y las pruebas obtenidas hasta el momento confirmaron que menores de edad participaron activamente en el delito, aunque muchos de los puntos sobre los móviles del mismo aún no están claros.
Lo cierto es que la mujer permaneció durante varias horas en calidad de desaparecida antes de que su cuerpo fuera hallado en un descampado cercano a Villa Palacios y colindante con el río Arenales.
El caso tiene muchísimas aristas, de las cuales solo algunas fueron esclarecidas por el momento.
Sobre el caso existen varias hipótesis; sin embargo hay pocas certezas de la verdadera autoría intelectual del homicidio.
En ese contexto, la jueza de Garantías 1 actuante en feria, Claudia Puertas, rechazó el cambio de calificación legal solicitado por la defensa de Ricardo Nahuel Bonifacio, en la causa que se sigue en su contra.
Como se recordará, Bonifacio se encuentra acusado provisoriamente junto a Ian Esteban Caro y tres menores de edad, por el delito de homicidio calificado por ensañamiento y alevosía en perjuicio de Sandra Palomo.
En la resolución, la jueza decidió también rechazar la revisión de la prisión preventiva solicitada con relación a Bonifacio.
Además hizo lugar a la prórroga de la investigación penal preparatoria solicitada por la fiscalía actuante por el término de cuatro meses a contarse desde la fecha de la resolución, para lo cual tuvo en cuenta que el hecho requiere una investigación sumamente compleja. Dijo que ante la voluminosidad del legajo se advierte una intervención sumamente activa por parte del órgano acusador, lo que justifica que se otorgue la prórroga solicitada.
La jueza dijo que no puede afirmarse que haya quedado demostrado, de la sola incorporación de elementos objetivos sin valor probatorio, que el acusado haya realizado una conducta más compatible, a su entender, con el delito de encubrimiento que con el de homicidio.
Ello podría ser parte de la teoría del caso de la defensa técnica, y eventualmente formularlo al momento del juicio, en caso de que la fiscalía incrimine a su defendido en la oportunidad procesal correspondiente.
Agregó que, siguiendo lo resuelto con relación a Caro por el Tribunal de Impugnación, "sería evidente, indiscutible e incontestable que el hecho en el que tuvo intervención" resulta de suma y extrema gravedad, no solo porque atentó contra la vida de una persona, sino por las circunstancias en que fue cometido el ilícito, tanto en el ataque inicial como en el derrotero que culminó con el hallazgo del cuerpo de la víctima.
Respecto a la revisión de la prisión preventiva planteada, dijo que continúan vigentes todos los argumentos que fundamentaron la imposición de la medida cautelar máxima contra el imputado el 2 de octubre pasado.
El homicidio
La causa se inició por una denuncia por extravío de personas realizada por la hermana de la víctima.
La mujer salió el 31 de agosto de su domicilio de Tres Cerritos a las 12.30. Fue atacada en el subsuelo de un supermercado de barrio Tres Cerritos por uno o más de los detenidos.
Un día después una vecina alertó al 911 sobre el hallazgo del cadáver de una mujer, el que resultó ser de Sandra Palomo. Las improntas sobre su rostro y la cantidad de heridas que sufrió nunca cerraron con la hipótesis de un robo de vehículo.
Confesión
Se dijo que el menor sindicado como el autor material del hecho confesó su autoría dando detalles de cómo y cuándo.
También se dijo que su confesión la realizó ante los policías que lo detuvieron, pero negó sus dichos o no los ratificó en sede judicial.
Pero también tomó estado público que el jovencito se refirió en su momento que no podía decir más nada, pues en el hecho habrían participado cuatro sujetos mayores, los que iban a matarlo si hablaba.
Poco después de ser aprendido cayeron otras personas detenidas, casi todas partícipes o coautores del hecho -no se sabe aún-, y la causa se complejizó todavía más. Es decir que no está todo dicho aún.