Ayer se cumplieron tres años del crimen de Jimena Salas, ocurrido el 27 de enero de 2017. La mujer fue víctima de un ataque sin precedentes, sobre el que no se pudo determinar de manera clara el móvil.
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Ayer se cumplieron tres años del crimen de Jimena Salas, ocurrido el 27 de enero de 2017. La mujer fue víctima de un ataque sin precedentes, sobre el que no se pudo determinar de manera clara el móvil.
La víctima recibió 41 puñaladas en el interior de su domicilio, ubicado en el barrio San Nicolás, en Vaqueros.
El o los asesinos encerraron en el baño de la vivienda a sus dos pequeñas hijas en el momento del crimen. Sin embargo, nadie vio ni escuchó nada más.
A lo largo de estos tres años, circularon diferentes versiones sobre el crimen, direccionadas hacia el robo. Ninguna de las pistas que se conocieron resultaron concluyentes.
Al asumir como procurador general de la Provincia, Abel Cornejo cambió la dirección fiscal en 2019. Entonces, la causa tomó cierto impulso.
El juez hizo lugar a un pedido fiscal y ordenó la detención de un hombre 34 años, oriundo de Buenos Aires, acusado provisoriamente del delito de homicidio triplemente calificado por ser cometido con alevosía y ensañamiento y por promesa remuneratoria en calidad de coautor material.
Sin embargo, no se conocieron pruebas contundentes en su contra hasta ahora. Poco después del arresto, la imputación pasó a tener una calificación menor. Distintos sectores reclamaron ayer que se le dé un nuevo impulso a la investigación para llegar a la verdad.