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Gravísimas denuncias: Empleados del Hotel Termas pidieron una auditoría

Desaparecieron las arañas de bronce y las reformas resultaron disfuncionales. El gimnasio esta vacío, los baños tienen pérdidas y los techos se están cayendo.
Martes, 13 de octubre de 2020 02:16

Empleados del centenario Hotel Termas de Rosario de la Frontera pidieron al Gobierno provincial que intervenga de manera inmediata y realice una auditoría ya que, aseguran, "muchas de las obras millonarias que se vienen realizando a través de la gestión de Jorge Méndez son disfuncionales al hotel".

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Empleados del centenario Hotel Termas de Rosario de la Frontera pidieron al Gobierno provincial que intervenga de manera inmediata y realice una auditoría ya que, aseguran, "muchas de las obras millonarias que se vienen realizando a través de la gestión de Jorge Méndez son disfuncionales al hotel".

Además, aseveraron que al no haber un registro del patrimonio histórico del añejo edificio, se perdieron varias reliquias que adornaban al esplendoroso hotel, tales como arañas de bronce, sillas y sillones antiguos entre otros.

Los empleados pidieron que se resguarde su identidad por temor a represalias, pero manifestaron a este medio que el pedido de una auditoría, "no tiene nada que ver con cuestiones políticas, sino con cuidar la fuente laboral y al mismo hotel, como patrimonio cultural de todos los salteños. Necesitamos ya la intervención, porque vamos camino a lo mismo que está pasando con los compañeros de Palau".

"Pedimos urgente una auditoría, ya que se han perdido varias cosas del hotel, sin registro alguno, y nadie sabe dónde están. Un ejemplo de ello, son las arañas antiguas que había en el comedor, camas, cortinados y sillones", enumeraron a coro.

En cuanto a las obras que se realizaron estos años, durante la gestión de Méndez, aseguraron que "no se justifican en relación con la utilidad que se les está dando. Por ejemplo, se sacó la cocina de su lugar, cuando antes teníamos la cocina con una capacidad para elaborar comida para cuatrocientas personas. La que tenemos ahora, es muy pequeña, y la capacidad es para atender a ochenta personas solamente".

"No es funcional ni para cocinar en cantidad ni en utilización, prácticamente no tiene aireación ni ventilación. Las cañerías y los desages, al estar a la vista, traen aparejado además de malos olores, la posible contaminación de la comida", dijeron los empleados.

   La nueva cocina es pequeña y no alcanza para atender la demanda.

Y agregaron: "Hay solamente dos pequeños extractores en la cocina y los mismos se viven quemando. Además, limitan con el primer piso, o sea que los olores de la comida van directamente a los baños que a su vez se comunican con el pasillo y de allí al comedor".

"El espacio es tan pequeño y tan mal diseñado que los mismos cocineros, inevitablemente, se terminan descompensado, como ya pasó. Es inhumano lo que los chicos pasan en ese lugar. El problema es que todos los cambios que se hicieron no fueron para mejorar, por el contrario, por esas obras mal hechas corre riesgo todo el personal", aseguraron.

Comedor no habilitado

Otras de las quejas por parte de los empleados, es que el tradicional salón comedor cayó en el desuso. “Supuestamente se reinauguró pero nunca funcionó, los aires acondicionados frío/calor no funcionan, tampoco están las sillas, las mesas ni la barra antigua que había en ese lugar. Las arañas, que son patrimonio de nuestro hotel también las cambiaron y no sabemos dónde fueron a parar”, detallaron. Además señalaron que “hay clientes que se hospedan desde hace muchos años, que se quejaron por el faltante de esas luminarias antiguas, que eran patrimonio de este hotel”, insistieron. 
“El hotel es de la Provincia y tiene 140 años, y su diseño tiene un porqué. Por eso la cocina antigua estaba en un punto estratégico al igual que la lavandería, los baños y piletas”.
“La lavandería, que se trasladó a la planta baja, además de ser muy pequeña, provoca ruidos que molestan a los huéspedes. Hay tránsito de mucamas con carros. Antes estaba a una distancia del hotel, justamente para evitar esas molestias”.

  En los baños de vapor pusieron techos de durlock.

  Cañerías con pérdidas de baños reinaugurados en 2015.

Pabellón de baños termales

En cuanto a las obras realizadas en los pabellones de agua termal, manifestaron: “Las nuevas bañeras del pabellón son pequeñas, angostas. No pueden usarlas las personas altas o de gran contextura física. El sector no tiene una sola bañera para personas con discapacidad. Hay que tener en cuenta que las aguas termales son un recurso natural, por lo que eran muy usadas por personas fracturadas, inválidas y ahora no pueden entrar a esas nuevas piletas”.
Y agregaron que “del desagüe en el pabellón de baños sale continuamente un olor nauseabundo. Esto es porque cerraron las cámaras antiguas, por donde pasaba antes el agua. Ya hemos reclamado, pero no le dieron importancia a nuestros reclamos”.


 

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