Los vecinos de Rivadavia Banda Sur y La Unión dijeron basta. La falta de agua que los afecta desde hace tiempo resultó hasta ahora directamente proporcional a las respuestas que recibieron. Ayer, sin una gota de agua en sus domicilios, decidieron movilizarse por las calles de La Unión en una inusual caravana que llevó los reclamos hasta la opulenta casa del intendente Leopoldo Cuenca, a quien le exigen soluciones de fondo, luego de estar 18 años al frente de la Intendencia.
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Los vecinos de Rivadavia Banda Sur y La Unión dijeron basta. La falta de agua que los afecta desde hace tiempo resultó hasta ahora directamente proporcional a las respuestas que recibieron. Ayer, sin una gota de agua en sus domicilios, decidieron movilizarse por las calles de La Unión en una inusual caravana que llevó los reclamos hasta la opulenta casa del intendente Leopoldo Cuenca, a quien le exigen soluciones de fondo, luego de estar 18 años al frente de la Intendencia.
"Los vecinos aquí no suelen movilizarse, pero hoy no tenemos ni una gota de agua. Esta es una situación límite", dijeron mientras portaban pancartas. La caravana estuvo integrada por vecinos que marcharon a pie, aplaudiendo y tocando redoblantes, mientras que otros hicieron lo mismo en motos y autos en un bocinazo. La protesta resultó atípica en la tranquilidad del monte chaqueño porque la gente se movilizó desde la casa de Cuenca, por las calles del pueblo, hasta la planta de bombeo que ayer dejó de proveer agua.
"Siempre estuvimos callados, pero esto se complica mucho con la pandemia. No tenemos agua ni para lavarse las manos. Menos mal que los chicos no están asistiendo a clases. Es peor en los parajes porque los animales se mueren. Queremos que intervenga la Provincia con soluciones definitivas".