La pandemia de la COVID-19 puede dejar secuelas en las instituciones democráticas de América Latina que supondrían el auge del populismo y los autoritarismos, así como el fortalecimiento del crimen organizado en la región.
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La pandemia de la COVID-19 puede dejar secuelas en las instituciones democráticas de América Latina que supondrían el auge del populismo y los autoritarismos, así como el fortalecimiento del crimen organizado en la región.
Así lo advirtieron dos exgobernantes de América Latina y uno de España durante un panel sobre “desviaciones de la democracia” bajo la actual pandemia del coronavirus, que se celebró en la segunda jornada de la 76 Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP)
“La pandemia es un acelerador de tensiones” que consolida muchos problemas en la región americana, señaló Laura Chinchilla, presidenta de Costa Rica entre los años 2010 y 2014.
La exmandataria se refirió al coronavirus como “una de las crisis más multidimensionales que hemos conocido y dijo que sus efectos en las instituciones latinoamericanas ya se están sintiendo.
“Hoy podemos decir que tenemos a países en América Latina en estado de observación, y a algunos en cuidados intensivos”, dijo Chinchilla, la primera mujer en jurar como presidenta en su país.
A su turno, José María Aznar, jefe del Ejecutivo español entre 1996 y 2004, lamentó que en el transcurso de la pandemia haya fallado la respuesta de las organizaciones multilaterales.
Alertó además que en la actualidad se vive un proceso de “aceleración histórica que desafía claramente los sistemas democráticos y las instituciones liberales”, y en el que habrán ganadores y perdedores.
Manifestó que, en ese escenario, aquellos que puedan participar y sumar “mas allá del totalitarismo y del intervencionismo tendrán una gran oportunidad”, y alertó que “volver al pasado será imposible”.
El expresidente boliviano Jorge Quiroga (2001-2002) tomó el guante sobre las organizaciones multilaterales y dijo que dado que el “multilateralismo político está moribundo” hay que apostar por el “multilateralismo económico” y capitalizar organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Quiroga desgranó lo que llamó una agenda “COVID”, siglas de Capitalización y fortalecimiento de organismos regionales, Ordenar la apertura de fronteras, Vacunas en la región, Integración y localización de las cadenas de valor y, finalmente, la Digitalización en la economía.
Tras alertar que en términos económicos la pandemia golpeará más a Centroamérica que a América del Sur, ésta última con un fuerte vínculo comercial con China (“que se está recuperando”), hizo hincapié en la “profunda opacidad” sobre los casos de coronavirus que hay en países como Venezuela, uno de los gobiernos en la región que, según dijo, “maquillan sus cifras”.
Chinchilla y Aznar pusieron de relieve que en varios países de América Latina el crimen organizado ha ido ganando terreno e incluso, como dijo la costarricense, “ganando en niveles de legitimidad” en territorios a los que no llega el Estado.
“Hoy los escenarios son de más violencia, corrupción e inestabilidad institucional. Hoy el crimen organizado acumula una gran cantidad de recursos”, dijo Chinchilla, quien defendió la necesidad de combatir este problema con la implicación de Estados Unidos.
Aznar expresó su preocupación sobre el avance de la “tentación” del nacionalismo en la región, y manifestó que “quien vaya por ese camino hará mas fuerte a la economía sumergida y el crimen organizado, que no deja de ser un poder”.
“La gran fuerza de las sociedades abiertas contra el autoritarismo es la libertad, preservémosla”, pidió.
Por su parte, Quiroga expresó la necesidad de que América Latina fije una posición en medio de la guerra digital que libran EE.UU. y China, y urgió incluso a crear “una nube de datos latina” de cara a una independencia regional en esa materia.
FUENTE: HOLANEWS.COM