A las 12.40, aproximadamente, Jimena Salas trató de subir a una red social el extravío de un perro caniche toy. Era el comienzo de un final aterrador, antesala de un calvario atroz. Por motivos que se desconocen, los asesinos dispusieron encerrar en el baño de la casa a las mellizas de tres años. Luego siguieron con la carnicería acuchillando hasta matar a la vecina de 44 años. Cincuenta minutos después (13.30), Federico Nicolás Cajal Gauffin, pareja de la víctima, alertaba al 911 sobre la masacre.
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A las 12.40, aproximadamente, Jimena Salas trató de subir a una red social el extravío de un perro caniche toy. Era el comienzo de un final aterrador, antesala de un calvario atroz. Por motivos que se desconocen, los asesinos dispusieron encerrar en el baño de la casa a las mellizas de tres años. Luego siguieron con la carnicería acuchillando hasta matar a la vecina de 44 años. Cincuenta minutos después (13.30), Federico Nicolás Cajal Gauffin, pareja de la víctima, alertaba al 911 sobre la masacre.
Es uno de los homicidios más sanguinarios en la historia criminal de Salta. Ocurrió el 27 de enero de 2017 en una casa del barrio San Nicolás, en Vaqueros. Según la autopsia, Jimena Salas recibió 40 puñaladas, varias en la parte del cuello y tórax, zonas vitales. Para consumar el bestial hecho utilizaron dos armas blancas, una con doble filo y otra monocortante, que provocaron heridas de unos 15 centímetros.
El cuerpo de la víctima yacía en la cocina-comedor, la escena era escalofriante, coincidente con la barbarie desatada en el interior de la casa. Según investigaciones, uno de los imputados, Sergio Horacio Vargas, se encargó de marcar el domicilio ubicado en la calle Las Virginias 164. Mientras recorría la zona preguntaba por una señora que tenía dos hijas a quien le quería ofrecer unas sandalias. Una segunda persona tenía en su poder un perro caniche toy que supuestamente se había perdido y buscaba que alguien ayudara a encontrar a su dueño.
Para los fiscales ambas acciones fueron parte de una estrategia en pos de perpetrar el violento crimen. Además de Vargas, con prisión preventiva, también fue imputado Nicolás Cajal Gauffin, quien para los investigadores Ana Inés Salinas Odorisio y Gustavo Torres Rubelt encubrió y direccionó el hecho en función de intereses personales.
Luego del requerimiento de los fiscales hace siete meses, la jueza interina de Garantías 5, María Edith Rodríguez, resolvió elevar a juicio la causa. Las audiencias se realizarán en la Sala VII del Tribunal, el Salón de Grandes Juicios "Miguel Ragone" ubicado en el subsuelo de la Ciudad Judicial. El director del proceso será el juez Francisco Mascarello. El próximo paso será conformarse el tribunal colegiado, luego abrir la etapa de ofrecimiento de pruebas y recién fijarán del juicio -sería para 2021-.
El 27 de enero próximo se cumplirán cinco años del asesinato de la vecina vaquereña y a pesar de que la causa encara la instancia de audiencias orales y públicas, sigue latente el interrogante: ¿quién mató a Jimena Salas? En diálogo con El Tribuno, los fiscales respondieron una serie de consultas.
¿Cómo recepcionaron la elevación a juicio sabiendo que aún desconocen quiénes mataron a Jimena Salas?
Fue la resolución que esperábamos desde la fiscalía, ya que el juez hizo lugar a la elevación de la causa a juicio y rechazó planteos de nulidad y sobreseimiento de los defensores por improcedentes. Además, formalizamos el requerimiento hace siete meses, el 10 de marzo. Esta disposición significa un avance en la continuidad de la investigación que ha sido claramente acreditada y que será probada en la audiencia de debate, pero que de ninguna manera representa la culminación en la identificación de los autores materiales de este crimen en una investigación que continúa activa, con un clara compromiso asumido por el Ministerio Público Fiscal en cada homicidio que se investiga.
¿Cuál es el móvil del crimen?, ¿por qué mataron a Jimena Salas?
En los procesos de investigación es importante fijar el móvil del crimen para lograr dar las razones del hecho, pero no se requiere como requisito constitutivo del tipo penal para lograr una sentencia condenatoria. Por otra parte, el sentido de no definir móviles durante el proceso de instrucción permite sostener objetivamente diversas líneas de investigación. Lo que tenemos acreditado de manera irrefutable es que en el interior del maletín que se encontraba en la habitación de la víctima hubo dinero y/o sustancia estupefaciente al momento del hecho y que los autores fueron de manera directa a buscar el contenido de dicho maletín, dejando rastros indubitados de este recorrido en la escena del hecho. Por lo tanto, el móvil estaría relacionado con la sustracción del contenido, pudiendo definir la verdadera intención de esta circunstancia con la individualización de los autores materiales del hecho.
¿Son dos los asesinos? ¿Qué se llevaron de ese maletín?
Los autores materiales son por lo menos dos, partiendo de las evidencias biológicas que en la escena primaria del hecho arrojaron la presencia de dos perfiles masculinos. Pero el resultado de la investigación nos conduce a la participación de más personas por la presencia de por lo menos dos vehículos. El maletín fue secuestrado y peritado, se halló el perfil genético sobre la cremallera y en la parte interna el de los autores, indicando que no solo abrieron el mismo, sino que extrajeron su contenido. El maletín contenía divisas y/o estupefacientes. Se llevaron solo el contenido. De hecho, sobre ese maletín que tenía perfil genético de los autores es que se realizó la prueba odorológica con canes certificados para ese tipo de rastros de la policía Federal y de AFIP, arrojando como resultado la presencia indubitada e irrefutable de que el maletín contuvo esos elementos.
¿Las acusaciones contra Vargas y Cajal podrían modificarse? ¿Qué tipo de pena prevén?
Las imputaciones no se van a modificar por cuanto los elementos colectados permiten llegar a juicio con las calificaciones asignadas. No obstante, procesalmente sí es posible que en el juicio pueda existir alguna eventual modificación ante la incorporación de elementos que permitan variar alguna circunstancia. El delito imputado a Vargas -partícipe secundario de un homicidio triplemente calificado- prevé una pena de 10 a 15 años y el delito imputado a Cajal -encubrimiento agravado- de 1 a 6 años.
¿Qué rol tuvo Vargas momentos antes del crimen? ¿Él tenía el perro?
Nunca se trabajó con la posibilidad de que el señor Vargas fuera quien ofrecía el perro, ya que las características físicas son evidentemente distintas a las captadas en las fotografías del celular de la víctima y las testimoniales que los describen tanto a Vargas como al portador del can en los momentos previos al hecho. Lo que sí se acreditó es que Vargas interactuó con el portador del perro haciendo una correlación entre los relatos testimoniales de vecinos y los metadatos de telefonía celular, las cámaras del domo del móvil policial de Vaqueros y el análisis de las tarjetas de Saeta.
¿Cómo seguirá la investigación respecto a los autores materiales del hecho?
Como cada homicidio que se produce, este hecho se trata de un evento salvaje y criminal que perdura en la memoria de la sociedad, ávida de justicia y por el que día a día redoblamos esfuerzos, junto al equipo de investigadores del CIF, para procesar metódicamente la información contenida en un legajo que actualmente consta de 15 cuerpos y numerosos anexos específicos de cada especialidad, que contiene un trabajo sostenido de información que actualmente se sigue procesando y realizando tareas de campo, investigación genética y un minuciosos trabajo de telefonía. Se recuerda a la sociedad que se encuentra vigente la recompensa por el aporte certero de datos, pudiendo, en tal caso, comunicarse con las fiscalías del GAP.