El Hospital Público Materno Infantil está nuevamente de luto. Ayer, con profundo dolor y tristeza, le dijeron adiós a Sergio Guitián, un médico muy querido en la comunidad salteña que murió el sábado por COVID-19 tras luchar dos semanas contra el virus. Guitián se desempeñaba en el área de Ginecología del hospital, que hoy lo llora.
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El Hospital Público Materno Infantil está nuevamente de luto. Ayer, con profundo dolor y tristeza, le dijeron adiós a Sergio Guitián, un médico muy querido en la comunidad salteña que murió el sábado por COVID-19 tras luchar dos semanas contra el virus. Guitián se desempeñaba en el área de Ginecología del hospital, que hoy lo llora.
La despedida fue multitudinaria y muy emotiva. Médicas, médicos, enfermeras, enfermeros y tantos otros trabajadores de la salud coparon la ancha y larga vereda del hospital y el largo de la platabanda. Al mediodía se congregaron espontáneamente y cuando la camioneta de Pieve apareció por la rotonda del monumento 20 de Febrero los aplausos empezaron a sentirse. El vehículo fúnebre pasó por el frente del establecimiento médico y fue a dar la vuelta por la rotonda de avenida Arenales, una larga caravana lo escoltaba y más de uno no pudo contener las lágrimas al verlo pasar.
Los aplausos no cesaron. Los bocinazos tampoco. El coche con los restos mortales del doctor Guitián frenó a la altura de la puerta principal del hospital y alguien le tiró una rosa. Una enfermera alzó la voz quebrada por la pena y le dedicó unas emotivas palabras: “Siempre te recordaremos doctor querido ‘Sergito’ Guitián, hasta siempre te dice el personal de enfermería del centro obstétrico”.
Al final de la escalinata, otra compañera también lo homenajeó a través de un micrófono: “(...) de amistad sincera en las buenas y sobre todo en las malas, para otros será el médico de su Universitario Rugby Club o simplemente la U donde despuntaba su pasión, otros lo recordarán como un apasionado de la pesca, de esas tardes con la caña en mano aunque volviera con las manos vacías. Creo que Patricia y Maitena lo recordarán como el esposo y padre siempre presente, ejemplar, preocupado por el bienestar de ellas, enseñando valores de vida y de conducta. Hoy despedimos a nuestro gran amigo, un hermano con el que la vida nos bendijo, que Dios lo tenga en su santa gloria!”. Un gran aplauso final en homenaje al doctor Guitián resonó en el lugar. El desconsuelo de su esposa, sin palabras.
El gerente del hospital Materno Infantil, Federico Mangione, expresó conmovido: “Otro guerrero más se nos está yendo, muy querido como persona, como profesional, un extraordinario ser humano”.
Prosiguió: “Nos está golpeando bastante porque se nos está yendo gente querida, pero espero que valga la pena y se tome conciencia de lo que está pasando porque la gente se está muriendo. Después vienen a llorar, cuando nosotros nos estamos exponiendo todos los días acá y no los podemos atender porque no tenemos dónde ponerlos a cada uno”.
Mangione, molesto porque sigue viendo gente que no toma conciencia de la pandemia, añadió: “Vamos a seguir poniendo camas, pero creo que va ser más fácil que sigamos armando tumbas”, en referencia a la falta de cuidados contra el coronavirus.