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Los bancos frente a un cisne negro

Miércoles, 11 de noviembre de 2020 01:57

La penetración de las grandes compañías tecnológicas en el mercado financiero, bautizada como "fintech", simbiosis entre tecnología y finanzas, provoca una enconada resistencia de los bancos, que sienten amenazado su control sobre un sector clave de la economía mundial.

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La penetración de las grandes compañías tecnológicas en el mercado financiero, bautizada como "fintech", simbiosis entre tecnología y finanzas, provoca una enconada resistencia de los bancos, que sienten amenazado su control sobre un sector clave de la economía mundial.

Esa puja de intereses, desatada a escala global, tiene su epicentro en Estados Unidos y China. Su más reciente manifestación es la medida excepcional adoptada por las autoridades regulatorias chinas de suspender una emisión de acciones programada por el grupo ANT, brazo financiero de Alibaba, un conglomerado que disputa con Amazon la primacía mundial en el comercio electrónico.

Las derivaciones de esa controversia exceden las fronteras chinas y generan un interrogante sobre las modalidades de adaptación del sistema financiero a los vertiginosos avances de la inteligencia artificial, motor de la Cuarta Revolución Industrial.

¿Adiós al billete?

La oferta de Ant/Alibaba, cuyo accionista principal, Jack Ma, es el hombre más rico de China, constituye la mayor operación de esas características en la historia de los mercados bursátiles. Su monto de 34.000 millones de dólares supera el récord establecido en 2019 por el lanzamiento de Aramco, la empresa petrolera estatal de Arabia Saudita, que había sido de 29.400 millones de dólares.

La decisión de Beijing responde a la intención oficial de defender los intereses de los bancos chinos, en especial de las cuatro entidades estatales, que alegan la existencia de una "competencia desleal" por parte de una corporación ajena al mundo financiero cuyo manejo transgrediría las normas regulatorias vigentes.

Ant es titular del sistema de pagos Alipay, que dispone de 711 millones de usuarios y procesa más del 60% de los pagos digitales de China.

El restante 40% está en manos de WeChat, de la empresa Tencent, la segunda plataforma digital china después de Alibaba.

En China, más del 50% de los pagos de efectúa en forma digital. Entre los jóvenes, ese porcentaje trepa al 90%. Esa tendencia demográfica alienta al gobierno a impulsar una ley que transforme al "renminbi" en una moneda exclusivamente digital. ("Renminbi" es el nombre oficial de la moneda y "yuan" la unidad de esta).

Dicha innovación transformaría a la moneda china en la primera moneda digital del mundo y convertiría al dinero en efectivo en un producto residual en vías de extinción en la segunda economía global. China es el país que dispone de la mayor capacidad de captura y almacenamiento de información sobre la capacidad de pago y aptitud para el crédito de su población de más de 1.400 millones de habitantes, que incluye a 840 millones de usuarios de Internet.

Universo digital

Este fenómeno permite acelerar, a través del uso de algoritmos, la velocidad para la adjudicación de créditos a empresas y personas. El sistema permite, mediante el uso de computadoras o teléfonos celulares, disponibles en zonas rurales remotas alejadas de las sucursales bancarias, que el otorgamiento de un crédito pueda materializarse en un lapso de tres minutos. Esa velocidad supersónica se explica mejor si se tiene en cuenta que Alibaba puede procesar más de 500.000 pedidos de compra por minuto.

El empleo intensivo de la inteligencia artificial hace que este novedoso sistema de financiero haya dejado de exigir garantías reales para sus créditos y, en vez de centrarse en el control de los riegos de cobranza, fije su atención en la financiación de oportunidades para los pequeños y medianos emprendimientos empresarios desatendidos por la banca tradicional.

Estas ventajas competitivas explican por qué el folleto de venta del stock accionario de ANT consigna que sus ingresos aumentaron un 42% entre junio y septiembre pasado y treparon a 18.000 millones de dólares, con ganancias que en ese período aumentaran a un astronómico 74%.

¿Guerra o asociación?

En Estados Unidos, la preocupación por el avance de las compañías tecnológicas sobre el resto de las actividades económicas originó que los líderes de las cuatro principales compañías del sector fueran citados a comparecer al Capitolio en una audiencia especial convocada para analizar las acusaciones sobre prácticas monopólicas y maniobras desleales en distintos terrenos, incluido por supuesto el mundo financiero. En medio de la pandemia, Jeff Bezos (Amazon), Sundar Pichai (Google), TIm Cook (Apple) y Mark Zuckerberg (Facebook) expusieron en una sesión de cinco horas para refutar esos cargos.

La estructura del mercado del crédito en Estados Unidos es muy distinta a la de China. En Estados Unidos existe un sistema bancario extraordinariamente sólido y extendido territorialmente, que abarca a la inmensa mayoría de la población. En China, ese sistema está concentrado en grandes entidades, su funcionamiento es mucho más pesado y burocrático y virtualmente excluye a gran parte de la población rural.

Esta diferencia de situaciones alumbró dos estrategias distintas. Mientras Alibaba se lanzó a competir con la banca tradicional para llenar un vacío de presencia, las compañías tecnológicas estadounidenses tienden a generar mecanismos de cooperación con los bancos para optimizar el rendimiento del negocio.

Por ese motivo, Facebook impulsó el nacimiento de WhatsApp Payments, Google de Google Pay y Apple de una tarjeta de crédito propia y de Apple Pay. Entre los bancos y las compañías tecnológicas estadounidenses se reproduce el fenómeno de la “mutua absorción”, propio de la economía del conocimiento. Ambas partes aportan sus respectivas ventajas competitivas para generar mayores beneficios.
En cambio, Mercado Libre, el unicornio argentino con creciente presencia regional, busca expandirse como un banco no tradicional en los países latinoamericanos, donde la mayoría de la población suele permanecer al margen del circuito bancario convencional. A la manera del eje Ant/Alibaba, Mercado Crédito aprovecha el gigantesco caudal de información de Mercado Libre y Mercado Pago, que le permite utilizar más de 2.500 variables de comportamiento de los usuarios para ofrecer líneas de crédito. Ya prestó más de mil millones de dólares distribuidos en tres millones de créditos a consumidores individuales y pequeñas y medianas empresas.
Según el Banco Mundial, alrededor de 2.500 millones de personas todavía no utilizan los servicios financieros formales y el 75% de la población de bajos recursos no dispone de cuenta bancaria. En este mercado desatendido puede registrarse, en mayor escala, lo sucedido en África con el mundo de las telecomunicaciones, cuando la telefonía celular llenó un vacío en países donde jamás había existido la telefonía fija. Las regiones menos desarrolladas están a veces en mejores condiciones de “quemar etapas” para absorber las tecnologías de última generación. En esa dirección apunta el eje Alibaba-Ant, que también ambiciona seguir los pasos de Mercado Crédito y competir en el mercado de crédito de América Latina. Esa suspensión temporaria de la emisión de acciones de Ant, impuesta por las autoridades regulatorias de Beijing, interpretada como el prólogo de una negociación orientada preservar los intereses de la banca estatal china, es apenas una pausa en la expansión de un fenómeno de carácter estructural, y por lo tanto de naturaleza irreversible, que está llamado a revolucionar el sistema financiero mundial. 
* Vicepresidente del Instituto de Planeamiento Estratégico
 

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