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Otra fórmula poco clara para actualizar las jubilaciones

El proyecto del Gobierno las ata a la recaudación y a los aumentos de salarios. Sostiene que el año que viene, van a subir más que los índices de inflación
Miércoles, 11 de noviembre de 2020 01:57

Todo indica que los jubilados seguirán siendo "una variable de ajuste", dentro de una crisis cuyos orígenes son de muy larga data. Y que, para cuidar la caja de financiamiento del Estado, los que perciben mayores jubilaciones volverán a perder poder adquisitivo en mayor medida que quienes cobran las mínimas. Así se desprende del proyecto preparado exclusivamente por el oficialismo para que una ley establezca un criterio de actualización previsible, como ocurrió hasta 2019.

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Todo indica que los jubilados seguirán siendo "una variable de ajuste", dentro de una crisis cuyos orígenes son de muy larga data. Y que, para cuidar la caja de financiamiento del Estado, los que perciben mayores jubilaciones volverán a perder poder adquisitivo en mayor medida que quienes cobran las mínimas. Así se desprende del proyecto preparado exclusivamente por el oficialismo para que una ley establezca un criterio de actualización previsible, como ocurrió hasta 2019.

Un sistema en crisis

En las dos décadas de ese siglo no hubo soluciones para el régimen previsional. El primer gobierno kirchnerista congeló jubilaciones y pensiones y progresivamente fue incorporando a los mayores de 60 y 65 años que habían quedado fuera del sistema. Pero no previó cómo se financiaría ese beneficio. Fue una decisión justa, pero sin presupuesto.

En 2009, el entonces director de la Anses, Amado Boudou, concibió una fórmula críptica que le garantizara al gobierno que las jubilaciones y pensiones no iban a sobrepasar al nivel de recaudación tributaria. El gobierno de Mauricio Macri cambió la fórmula incluyendo la inflación. Curiosamente, el kirchnerismo parlamentario, encabezado en la Cámara de Diputados por el actual ministro de Defensa, Agustín Rossi, y el volátil Leopoldo Moreau, se opuso a esa reforma en medio de un muy recordado escándalo. Pero la reforma salió, lo que benefició parcialmente a los jubilados, aunque puso en problemas a las cuentas fiscales.

Es que el nudo del problema previsional es macroeconómico y demográfico: la cantidad de empleados aportantes no alcanza para las jubilaciones de una sociedad cada vez más longeva. El sistema de tres aportantes por jubilado ya no funciona en el mundo y tampoco se aplica el 82% móvil. Pero en una economía con el 40% de informalidad, todo parece más difícil todavía.

Fuerte caída

Este año fue malo para todos.

Para los jubilados que cobran el haber mínimo, se estima un incremento de 28,8% mientras que para el máximo, solamente un 18,4%. Las subas otorgadas por decreto fueron de entre 3,75% y 12,96% en marzo, dependiendo del nivel de ingresos; de 6,12% en junio y de 7,5% en septiembre. Los decretos "privilegiaron" a muchos, solo un poco, pero el objetivo era evitar "cuentas en rojo". El cambio de fórmula de ajuste les restó entre 6 y 17 puntos porcentuales a los valores esperados con la del macrismo. Pero todos terminaron perdiendo, porque hoy se proyecta una inflación anual del 36,9%, según las consultoras privadas. Si se aplicaban los aumentos previstos por la de 2017, las jubilaciones hubiesen tenido un incremento acumulado de todo 2020 del 42 %. un poco por encima de la inflación.

El proyecto

Para volver a la fórmula concebida por Boudou (que según los expertos creaba un sistema de monitoreo inaplicable) el ministro Martín Guzmán se reunió con Sergio Massa, Máximo Kirchner y otros legisladores del oficialismo. De ese modo, se confirmó que enviarán al Congreso Nacional un proyecto de ley para establecer la nueva fórmula de movilidad en el sistema previsional y abandonar el método de decretos establecido por Alberto Fernández. También fueron invitados el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el ministro de Trabajo Claudio Moroni y la titular de Anses Fernanda Raverta. La nueva fórmula vuelve a combinar la variación de los salarios (remuneración promedio sujeta a aportes: RIPTE) y la recaudación tributaria con destino a la Seguridad Social por beneficiarios. La original de Boudou contemplaba la variación de los salarios eligiendo entre el RIPTE y o el Índice de salarios del Indec, "de ambos el mayor"; ahora, solo se considerará el RIPTE. No habrá compensación alguna por la perdida de poder adquisitivo de las jubilaciones que se estima del 30% en tres años. El informe oficial dice que "una fórmula atada a la inflación no es deseable en la Argentina" porque, sostienen, en la Argentina los sueldos crecen más que la inflación. En definitiva, las jubilaciones seguirán sujetas a los vaivenes de la economía, aunque por supuesto, el gobierno promete estabilizarla el año que viene.

 

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