Aunque admite que la construcción y el sector inmobiliario vienen de una situación compleja por el parate que implicó la larga cuarentena por la pandemia del coronavirus, sobre todo en los grandes centros urbanos del país, confía en que los anuncios del Gobierno nacional y “el abaratamiento” para edificar en relación con la cotización del dólar paralelo funcionen como un resorte para una reactivación sostenida. Ve un escenario promisorio para estos dos meses y el 2021.
Damián Tabakman será el primer entrevistado de “Hablemos de lo que viene: Desarrollos Urbanos”, un ciclo multiplataforma que ofrece El Tribuno para esta semana. Tabakman preside la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU), por lo que dará una amplia mirada. La cita es mañana, a las 18, en www.eltribuno.com.ar/ desarrollosurbanos. Todos los interesados pueden hacer consultas.
El destacado profesional adelantó algunos de los temas que conversará en vivo y en directo.
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Aunque admite que la construcción y el sector inmobiliario vienen de una situación compleja por el parate que implicó la larga cuarentena por la pandemia del coronavirus, sobre todo en los grandes centros urbanos del país, confía en que los anuncios del Gobierno nacional y “el abaratamiento” para edificar en relación con la cotización del dólar paralelo funcionen como un resorte para una reactivación sostenida. Ve un escenario promisorio para estos dos meses y el 2021.
Damián Tabakman será el primer entrevistado de “Hablemos de lo que viene: Desarrollos Urbanos”, un ciclo multiplataforma que ofrece El Tribuno para esta semana. Tabakman preside la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU), por lo que dará una amplia mirada. La cita es mañana, a las 18, en www.eltribuno.com.ar/ desarrollosurbanos. Todos los interesados pueden hacer consultas.
El destacado profesional adelantó algunos de los temas que conversará en vivo y en directo.
¿Cómo define la coyuntura nacional de los sectores de la construcción e inmobiliario en medio de esta pandemia?
Los sectores inmobiliarios y de la construcción vienen atravesando una situación definitivamente mala. El parate de las obras durante varios meses y la caída de ventas hicieron que tuviéramos meses de muy mala performance, aunque hay una reactivación muy reciente.
En los últimos tiempos estamos viendo señales que nos permiten ser más optimistas de cara a los meses que quedan y al año que viene. Las obras se han reiniciado en casi todo el país. Además empezaron a recomponerse los niveles de venta, entre otras cosas, producto de la devaluación. En Argentina, al mirar el dólar no oficial, el costo se abarató mucho y con los valores actuales el refugio en metros cuadrados se convierte en una oportunidad y llama la atención de muchos. Esto hace que se recompongan las ventas. Por otra parte, tenemos algunos anuncios gubernamentales que nos permiten ser optimistas a mediano plazo, sobre todo cuando se terminen aprobando. El Gobierno prometió algunas desgravaciones interesantes para nuestro sector y además un posible blanqueo. Esperemos que el Congreso de la Nación avance, es un blanqueo que a diferencia de los anteriores, Cedines y el de Macri, este está muy focalizado en nuestra actividad. El blanqueo en la gestión de Macri permitía que la gente dejara la plata afuera, mientras que este es para construcción ahora y en la Argentina. Esto nos lleva a pensar que el Gobierno está viendo al sector privado de la construcción como un sector aliado a la hora de pensar en la reactivación de la economía.
Además se anunció la vuelta del crédito hipotecario, que es muy importante. Está previsto un mecanismo que, tal como lo están diseñando desde el Gobierno, pareciera ser bastante sustentable para que no ocurra lo mismo que lo sucedido con los créditos hipotecarios UVA, que duraron un tiempito y rápidamente entraron en crisis. Lo que se anunció permite pensar en un sistema sostenible a largo plazo. Para nuestro sector está buenísimo.
Hay un problema de fondo que se ve en el interior. Es difícil que familias de sectores medios y bajos accedan a una vivienda por falta de créditos y políticas de Estado. ¿Puede cambiar eso?
Mirá, el costo de la construcción se abarató mucho producto de la devaluación, pero los ingresos de la gente medidos en dólar no oficial también se redujeron un montón. Si por ahí uno contaba cuántos salarios necesitaba para adquirir una vivienda, aún abaratada en dólar no oficial, estamos igual o peor que antes. Los salarios vienen bastante atrasados. Pero en esta materia es importante lo que impulsa el Gobierno, está tomandose muy en serio la vuelta del crédito hipotecario. Es una buena noticia.
En cuánto a las inversiones y los desarrollos, ¿puede trazar una línea sobre cómo impactará la pandemia en el sector?
Algunas cosas ya se están viendo con bastante claridad porque la pandemia lleva varios meses, con lo cual todos aquellos que nos ocupamos de los desarrollos inmobiliarios estamos empezando a sacar algunas conclusiones, muchas de las cuales son muy evidentes.
La inversión inmobiliaria hacia algunos productos tardará en recomponerse, tales como la oficina, porque está muy generalizada la idea del “home office”, con lo cual la demanda está muy debilitada. Vaya a saber cuándo se mejorará, y eso impactará sobre los precios.
Por otro lado, el comercio minorista está muy afectado, en especial los shoppings. La gente se terminó de acostumbrar a que les lleven las cosas a sus casas. La hotelería también está afectada porque no hay mucho turismo. Esos son los grandes segmentos perdedores.
Las viviendas suburbanas salieron beneficiadas. En general va bien la venta de lotes para que la gente construya casas en las periferias. Mucha gente que vive en departamentos chicos y estuvo encerrada mucho tiempo busca comprarse un lote para construir una vivienda. El lote es uno de los grandes ganadores. Otro ganador interesante es todo el segmento vinculado a la logística que presta servicio al comercio electrónico.
¿Y en cuanto a la arquitectura?
En el diseño y la arquitectura, por ejemplo, se va a privilegiar los balcones, las terrazas, los espacios exteriores muchos más grandes. También podemos pensar en algún rediseño de los “amnetties”. El privilegio del espacio ventilado en vez de tanto espacio cerrado con aire acondicionado. Hay cambios en el diseño y la tecnología, todo lo que tiene que ver con entrar y salir de los edificios tocando lo menos posible, desde el ascensor hasta las luces de los palieres.