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¿Es bueno fantasear con otra persona durante el sexo?

A este deseo producto de la imaginación se lo conoce como alorgasmia. Mirá os factores que determinan que pensar en otro u otra sea un recurso erótico o reflejo de carencias en la pareja.
Viernes, 20 de noviembre de 2020 10:43

"Hasta ahora no he compartido esto con nadie, pero me está empezando a generar ansiedad y me está afectando, y creo que debo hacer algo. Llevo tres años con mi marido, nos entendemos mucho, hacemos muy buen equipo, somos como grandes amigos. Pero no sé qué me ha empezado a ocurrir desde hace unos meses que no dejo de fantasear con otra persona y necesito pensar en eso para poder tener sexo con mi pareja. No se lo dije porque sé que no lo soportaría y tampoco entiendo por qué me ocurre. Estoy perdida. ¿Qué puedo hacer?"
Si estás en una relación y durante tu encuentro sexual pensás en otra persona significa que padeces alorgasmia. Este concepto corresponde a fantasear con otra persona durante el sexo para obtener una excitación extra.

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"Hasta ahora no he compartido esto con nadie, pero me está empezando a generar ansiedad y me está afectando, y creo que debo hacer algo. Llevo tres años con mi marido, nos entendemos mucho, hacemos muy buen equipo, somos como grandes amigos. Pero no sé qué me ha empezado a ocurrir desde hace unos meses que no dejo de fantasear con otra persona y necesito pensar en eso para poder tener sexo con mi pareja. No se lo dije porque sé que no lo soportaría y tampoco entiendo por qué me ocurre. Estoy perdida. ¿Qué puedo hacer?"
Si estás en una relación y durante tu encuentro sexual pensás en otra persona significa que padeces alorgasmia. Este concepto corresponde a fantasear con otra persona durante el sexo para obtener una excitación extra.

La imaginación es la gran protagonista en estos casos y te permite enriquecer el acto sexual. Pero ¿hasta qué punto hacer esto es positivo o negativo? Todo depende de distintos factores.

La frecuencia


En primer lugar, deberías reflexionar sobre si es un recurso que usás puntualmente o de forma habitual o recurrente. Si es sólo ocasionalmente no habría que darle mayor importancia porque puede ser una simple variante de tu sexualidad, un recurso que te permite tener variedad y un mayor juego erótico para salir de la rutina sexual.

Muchas personas sienten que puede ser un acto de infidelidad, que estar pensando en otra persona, aunque sea en contadas ocasiones, supone que está habiendo una mentira y un ocultamiento. Por supuesto, esto depende de los valores y los esquemas mentales de cada persona. Por lo tanto, es importante saber qué ideas tiene tu pareja al respecto y si coinciden con las tuyas.

La transparencia

También planteate si esos pensamientos los compartís con tu pareja o sólo las guardás para vos, porque el significado es muy distinto. Si es una fantasía compartida, simplemente estamos hablando de una opción más de la sexualidad en pareja; sería como hacerlo en el sofá o en la cama, es una alternativa más de juego erótico compartido y puede generar un acercamiento y una mayor complicidad.

Pero, si esa fantasía con otra persona la reservás para tu propia intimidad está reflejando quizás algún tipo de carencia en la relación sexual, siempre que se use de forma recurrente. Puede ocurrir que a tu sexualidad en pareja le falte cierta excitación, que necesites un extra de estimulación y, por lo tanto, es recomendable que analices en profundidad qué te hace falta, qué aspectos te fallan o qué necesitás mejorar.

El realismo


Deberías valorar también si se trata de una fantasía donde la persona protagonista es real o imaginaria. Por supuesto, si la persona con la que te imaginás teniendo el encuentro sexual es imaginaria o quizás famosa, simplemente está siendo una idealización y cien por cien fantasía.

En cambio, si esa persona es real se añade un plus de riesgo, y aquí sí hace falta hacer una autorreflexión sobre qué puede estar ocurriendo. Puede pasar que esa persona, por ejemplo, tu compañero de trabajo, te genere una atracción sexual, una química erótica. Si es así hay que aceptar que no solo te va a gustar sexualmente tu pareja, sino que al estar en constante socialización quizás podés conocer a personas que te despierten esa conexión química inexplicable.

La complicación aparece cuando se le añaden sentimientos. En este caso toca parar y pensar cómo afrontarlo, porque es un reflejo de que hay un problema importante en tu relación.

¿Recurso erótico o falta de atracción por la pareja?
Por lo tanto, si identificás que la dificultad está en la relación, dentro o fuera del sexo, es el momento de afrontarlo de forma directa o indirecta. Yo recomiendo que inicialmente lo intentes de forma indirecta, que intentes cambiar desde tu lado las dinámicas de la relación, que mandes refuerzos positivos hacia las cosas que te gustan para que ocurran más.

Y si con eso, después de un período, sentís que no se produjo el cambio que necesitás, es el momento de ponerlo sobre la mesa de forma clara y asertiva para decidir juntos cómo afrontarlo y encontrar la mejor forma de gestionarlo.

Lo que no debés hacer nunca es evitar el problema, ponerlo bajo la alfombra o mirar hacia otro lado, porque lo único que va a provocar es que la situación empeore. Las cosas no se solucionan ni cambian solas.

No obstante, si sentís que la alorgasmia la usás puntualmente, o la compartís con la pareja, simplemente está siendo una opción más para enriquecer la vida sexual y encender la chispa. Es decir que, dependiendo de la situación en la que te encuentres, la alorgasmia puede ser un recurso erótico más o puede sacar a la luz carencias de la sexualidad con tu pareja. 

*NÚRIA JORBA  es sex coach, sexóloga clínica, terapeuta de parejas.

LA VANGUARDIA

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