La crisis por el paso del coronavirus, además de ser profunda, dejará muchas cosas para analizar en distintos ámbitos. Desde el lado sindical, un sector señala que se debería repensar el tema de las indemnizaciones y se tendría que avanzar a un fondo de cese laboral aportado por los empresarios. Entienden que con esto habrá más seguridad jurídica, inversión y, por ende, creación de más puestos de trabajo.
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La crisis por el paso del coronavirus, además de ser profunda, dejará muchas cosas para analizar en distintos ámbitos. Desde el lado sindical, un sector señala que se debería repensar el tema de las indemnizaciones y se tendría que avanzar a un fondo de cese laboral aportado por los empresarios. Entienden que con esto habrá más seguridad jurídica, inversión y, por ende, creación de más puestos de trabajo.
"Hay muchas pymes que tuvieron que bajar sus persianas y ahora tienen serios problemas: no podrán abrir más, les quedó una deuda infernal y encima deberán afrontar juicios laborales con su patrimonio, que puede ser una casa", señaló Marcelo López, quien es el representante de la Unión de Trabajadores Autoconvocados de la República Argentina (Utara).
Teniendo en cuenta esta situación, el sindicalista asegura que hay que tener previsibilidad para el futuro. Es por eso que plantean que tiene que existir una especie de fondo de cese laboral, similar al que actualmente utilizan los trabajadores de la construcción.
"El empresario pagaría el 8,33% por año por cada empleado, esto sería equivalente a un sueldo. Esta plata va a parar a una cuenta bancaria y luego se puede administrar como un plazo fijo para que vaya ganando intereses. Y si el trabajador es despedido o renuncia, en algún momento, esa plata está", afirmó.
López plantea que esta es una salida, que para nada sería renunciar a una indemnización, ya que esto es una conquista laboral. Asegura que hay que replantear el sistema: "Esto nos permitiría tener más previsibilidad, crearía seguridad jurídica para los que quieran invertir en Argentina y esto, a su vez, se vería reflejado en la creación de más fuentes de trabajo y reducción del empleo en negro".
Desde Utara son muy críticos del actual sistema de varones sindicales, donde -señalan- hay secretarios generales ricos y empresarios y trabajadores, que aportan la cuota sindical, cada vez más pobres y precarizados.
"El sindicalismo que viene tiene que ser un sindicalismo solidario. Como trabajador tengo que ir a mi entidad y ellos me tienen que ayudar, me tienen que nutrir", aseguró Marcelo López.
Son muy duros al señalar que en la pandemia quedó muy claro que los trabajadores quedaron desamparados por los gremios, que tendrían que nuclearlos. "El Estado nacional avanzó con iniciativas como el IFE y el ATP, las pyme y los trabajadores hicieron un gran sacrificio, pero los sindicatos nada", recalcaron desde la entidad.
Además, hicieron ver que tras el acuerdo que hubo con la Unión Industrial para que, por la situación de emergencia que había en el país en la cuarentena estricta, se recortaran los salarios un 25% a los sectores más afectados por la inactividad, los sindicatos no aflojaron y siguieron cobrando aportes sindicales y patronales.
En esta línea, López aseguró que desde Utara realizarán una presentación, y esperan que algún legislador tome la iniciativa, para que el Estado provincial informe si es que le giró fondos a los distintos sindicatos que hay en la provincia.
Este nuevo sector sindical ve con mucha preocupación lo que ocurre con los trabajadores no registrados, que en la provincia suman casi el 50% de la población activa.
Ellos plantean que tiene que haber un ente gubernamental que se encargue de ellos. Y que en los gremios debe haber una secretaría que se encargue de los trabajadores no registrados.