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Con Alberto y sin hablar de Evo, Arce asumió en Bolivia

El mandatario electo tuvo un discurso conciliador “para vivir en paz”. Además del presidente argentino, estuvo el rey de España, Felipe VI.
Lunes, 09 de noviembre de 2020 01:59

Luis Arce Catacora asumió ayer al mediodía como presidente constitucional de Bolivia al prestar juramento ante la Asamblea Legislativa Plurinacional con un discurso de tono conciliador y sin aludir a su mentor político, el exmandatario Evo Morales. Estuvo presente el mandatario argentino Alberto Fernández.

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Luis Arce Catacora asumió ayer al mediodía como presidente constitucional de Bolivia al prestar juramento ante la Asamblea Legislativa Plurinacional con un discurso de tono conciliador y sin aludir a su mentor político, el exmandatario Evo Morales. Estuvo presente el mandatario argentino Alberto Fernández.

"Iniciamos una nueva etapa en nuestra historia y queremos hacerlo con un Gobierno que sea para todos y todas sin discriminación de ninguna naturaleza. Nuestro gobierno buscará reconstruir nuestra patria en unidad para vivir en paz", remarcó el flamante mandatario boliviano.

"Gobernaremos con responsabilidad e inclusión afrontando los cambios para que Bolivia vuelva a la senda de la estabilidad en el menor tiempo. Venceremos a la pandemia y triunfaremos sobre la crisis porque somos un pueblo luchador", afirmó en su mensaje ante el Parlamento, de unos 30 minutos.

Arce evitó referirse a su padrino político y jefe de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, quien tiene previsto retornar a Bolivia hoy desde su exilio en la Argentina, al cumplirse un año de su abrupta salida del poder.

Vestido con traje azul y camisa clara, sin corbata, Arce puso su mano derecha sobre el corazón para jurar "por los próceres de la independencia, por nuestra Madre Tierra, por los dioses de nuestros ancestros, por nuestras hermanas y hermanos que dieron la vida por la democracia y por la igualdad entre todos los seres, desempeñar las altas funciones como presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, en estricto cumplimiento de la Constitución Política del Estado y las leyes del Estado Plurinacional de Bolivia".

El "sí, juro" con que respondió a la extensa fórmula desató un ola de aplausos y gritos de "jallalla" (viva en idioma aimara), mientras el vicepresidente David Choquehuanca, quien asumió minutos antes y condujo la Asamblea Legislativa, completaba el juramento.

"Si así lo hace, que nuestros próceres de la liberación, que nuestros héroes contra el Estado colonial y el pueblo boliviano lo premie, caso contrario lo castigue. Queda, hermano, usted posesionado como presidente del Estado Plurinacional de Bolivia", completó Choquehuanca entre los aplausos de todo el recinto.

En los balcones estaban el rey de España, Felipe VI, junto al vicepresidente de su país, Pablo Iglesias; y los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; de Paraguay, Mario Abdo Benítez, y de Colombia, Iván Duque, entre otras delegaciones internacionales.

Tras la jura, Choquehuanca le colocó la banda presidencial tricolor y la medalla de presidente, con una cinta con los mismos colores de la bandera de Bolivia, y todos cantaron el himno, en un clima de emoción, con el puño izquierdo en alto.

Morales, con Sala

El expresidente de Bolivia, Evo Morales, visitó ayer por la tarde a la líder de la agrupación Tupac Amaru, Milagro Sala, en su casa de San Salvador de Jujuy, antes de emprender el regreso a su país y tras permanecer exiliado casi un año en Argentina.

Morales se dirigió a la casa de Milagro Sala, en el barrio de La Ciénaga, donde la dirigente cumple prisión domiciliaria por una condena judicial, confirmaron fuentes allegadas a ambos dirigentes y sostuvieron que a partir de las 17 compartieron una ceremonia de pueblos originarios.

Luego del encuentro, Evo Morales continuaba su viaje a La Quiaca, donde se iba a poner al frente de una caravana de dos días que marchará desde la ciudad de fronteriza de Villazón hasta el Trópico de Cochabamba, su tierra natal, adonde llegará mañana, al cumplirse un año exacto de su partida al exilio.

Morales anunció que atravesará en forma terrestre la frontera que une la ciudad jujeña de La Quiaca y la boliviana de Villazón para ingresar a su país.

Allí, según está previsto, será despedido en esta jornada por el presidente argentino Alberto Fernández, que viajó para la ceremonia de asunción del presidente de Bolivia, Luis Arce, tras lo cual el exmandatario cruzará la frontera y emprenderá la caravana.

El mandatario argentino, que en el momento del llamado "golpe de Estado" era presidente electo, funcionó como un garante de la salida segura de Morales, de su vicepresidente Álvaro García Linera y de varios miembros de su Gabinete.

Morales le agradecerá a Fernández la estadía de casi un año y luego se despedirán.

 

 

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