Lejos de las conexiones que Salta supo tener con el resto del país y del mundo, las previsiones indican que recién en enero, en plena temporada, se podrían recuperar apenas la mitad de las frecuencias que tenía nuestra provincia en las rutas aéreas. Pese a las urgencias y a la necesidad de reacomodar la actividad turística, las políticas pospandemia no parecen ir en ese sentido.
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Lejos de las conexiones que Salta supo tener con el resto del país y del mundo, las previsiones indican que recién en enero, en plena temporada, se podrían recuperar apenas la mitad de las frecuencias que tenía nuestra provincia en las rutas aéreas. Pese a las urgencias y a la necesidad de reacomodar la actividad turística, las políticas pospandemia no parecen ir en ese sentido.
De las 114 frecuencias semanales que recibía habitualmente el aeropuerto Martín Miguel de Güemes, hoy están funcionando entre un 15 y 18 por ciento. Se proyecta que, para enero, se llegue a recuperar entre el 45 y el 50 por ciento de los vuelos según indicó Mario Peña, ministro de Turismo y Deporte de Salta. Para el segundo semestre de 2021 se espera que esté operativo el 100%, aunque dependerá de la realidad sanitaria.
Hoy vuelve a operar en la provincia Fly Bondi, que tendrá dos frecuencias semanales hacia Buenos Aires. Jet Smart, que ya volaba hacia Buenos Aires, recuperará uno de sus destinos interprovinciales: la ruta Salta/Neuquén estará disponible desde mañana y quedará habilitada con cinco frecuencias semanales. En enero sumará una más a la ruta de Neuquén. Aerolíneas Argentinas, en tanto, continuará con viajes solo a Buenos Aires. La aerolínea de bandera desde mañana habilitará dos vuelos de ida y dos de vuelta a Buenos Aires.
La incertidumbre que genera viajar al exterior en este contexto sanitario incidirá para que el turismo interno y nacional sea el eje de la temporada de verano.
En este marco, los vuelos entre las distintas provincias del interior cobran más relevancia, pero con la capacidad reducida a la mitad, esa posibilidad se desvanece.
Por el momento, ni Aerolíneas ni Fly Bondi tienen habilitados viajes interprovinciales sin pasar por Buenos Aires. Solo Jet Smart ofrece una ruta directa hacia la Patagonia. Este es otro factor clave para la recuperación del turismo en la provincia que también parece no estar en los cálculos.
Al margen de la cantidad de frecuencias, hoy la preocupación se vincula con los altos costos de los vuelos a Buenos Aires, que se cobran entre 9 mil y 54 mil pesos. Al respecto, Peña señaló: “Están caros porque hay pocos, bajarán a medida que se vaya incrementando la oferta”.
Nuevo mercado
El plan de recuperación de la actividad que maneja el Ministerio de Turismo es ir primero en busca de los turistas del norte y después avanzar con provincias del centro, como Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires. Luego habrá que pensar en los países limítrofes y, por último, en el mercado europeo, que representaba entre un 12 y un 15 por ciento de la demanda.
Se vislumbra una temporada que permita cubrir los costos y empezar a saldar las deudas que dejó la peor parte de la pandemia.
El 9 de enero será la primera salida del Tren a las Nubes. “Proyectábamos vender la mitad, pero vendimos ya un 80%”, resaltó Peña.
Salta lideró las preferencias regionales en las promociones que hubo en el cyber monday y con el programa Previaje se vendieron 6 mil paquetes para enero y febrero.
“Los números son buenos”, celebró el ministro que, sin embargo, advirtió que llevará tiempo recuperar los dos millones de turistas anuales que Salta recibía. “Si el año que viene logramos llegar al millón y medio, es muy bueno”, analizó.
En el interior ven con optimismo que muchos salteños empezaron a recorrer la provincia. “El intendente de La Poma me comentó que nunca vio tanta gente en el Puente del Diablo. Antes disfrutaban de esos lugares solo los turistas de afuera”, resaltó Peña.
Las familias locales empezaron a descubrir las cascadas de Metán, Alemania, Virgen de la Peña (Tartagal) y el parque nacional Baritú. Por eso, algunos hoteleros debieron pasar sus tarifas de dólares a pesos y bajar los precios para acomodarse al consumo interno.