Carlos Rodas, referente del sindicato La Bancaria Seccional Salta, quedó al frente de la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT) Regional Salta, lugar que por mucho tiempo ocupó Jorge Guaymás, actual delegado jefe del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.
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Carlos Rodas, referente del sindicato La Bancaria Seccional Salta, quedó al frente de la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT) Regional Salta, lugar que por mucho tiempo ocupó Jorge Guaymás, actual delegado jefe del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.
Rodas fue elegido recientemente por unanimidad durante el plenario de secretarios generales de la CGT Regional Salta, quienes se reunieron para abordar la recuperación institucional de su casa central y en pos de la conformación de una comisión normalizadora. El nuevo secretario general permanecerá un año y medio en el cargo y tiene la facultad de elegir el equipo que lo acompañará en su tarea.
En diálogo con El Tribuno, el referente habló sobre sus expectativas, proyectos y aportó su visión sobre la crisis por la pandemia, las problemáticas de la provincia y la inflación. También expresó su postura sobre las protestas en las calles. Recalcó que los lineamientos de su gestión serán la unidad y el diálogo con los diferentes sectores.
¿Qué significa para usted haber sido elegido secretario general de la CGT Salta?
Hay que rescatar que el tiempo que estuvo el compañero (Jorge) Guaymás al frente de la CGT la mantuvo presente en cada lucha, teniendo en cuenta la grave situación que hemos atravesado en los últimos cuatro años del gobierno anterior, en los que hubo algunos retrocesos con relación al derecho de los trabajadores.
Hoy el movimiento obrero de Salta, sus dirigentes, cada uno de los 85 gremios que existen en la provincia dieron una muestra de unidad y por unanimidad me eligieron para conducir la CGT, no solamente para llevar un proceso de normalización para cuando las condiciones estén dadas para que se elija en función de que se terminen los plazos del decreto que no permite elecciones, sino también para buscar los puentes de unidad de los dirigentes.
Vivo con mucha intensidad esta etapa, pero con la responsabilidad que implica en estos tiempos de pandemia. Hay que tener en cuenta que la crisis sanitaria, económica y social que esta provoca no es algo exclusivo de Salta, sino del mundo entero pero además, la provincia sufre otras problemáticas como el dengue, las enfermedades tropicales en el norte, la desnutrición infantil que no son de este gobierno, ni del anterior, sino históricos. Estas situaciones golpean duramente la economía de nuestra provincia.
¿Cuáles serán los lineamientos de su gestión?
Buscar la unidad en el marco del diálogo, que esta sea una CGT del diálogo y solidaridad, de la organización y de mancomunar esfuerzos. El rol femenino en la dirigencia es sumamente importante. Buscaré dialogar tanto con el gobierno municipal como provincial, y los empresarios en pos del equilibrio para que los trabajadores no pierdan el poder adquisitivo.
Ya se le ha solicitado a cada uno de los gremios sus informes para analizar cuáles serán los puntos básicos y, en base a ellos, diagramar los objetivos. Estos puntos se presentarán ante las distintas áreas provincial, municipal y empresarios.
¿Cómo ve el panorama de los trabajadores frente a la inflación?
Con respecto a la inflación hay que tener en cuenta que la pandemia también desvirtúa todo tipo de indicadores. Decayeron las economías. Evidentemente, se han perdido muchísimas fuentes de trabajo. Esto provocó que, hoy por hoy, la pobreza e indigencia crezcan considerablemente.
Los índices hablan muy claro de que estamos por encima de la media en algunos temas que hacen al desempleo, al trabajo informal.
La pérdida de estos millones de puestos de trabajo no puede ser reemplazada por mucho tiempo de ayuda social. Por ello la CGT debe ser parte de reuniones con los distintos gobiernos con el objetivo de generar políticas activas para la recuperación del empleo perdido. Se debe generar trabajo genuino que va a llevar su tiempo, pero es necesario encontrar el equilibrio entre el Gobierno, los trabajadores y empresarios para salir adelante.
¿Considera que el camino para llegar a ese equilibrio será difícil?
Si no se da este consenso o alguien no lo quiere tener, creo que va a perjudicar gravemente el tejido social de todas las actividades. Estamos en una situación de crisis y todos los sectores debemos estar contestes para participar en las búsquedas de soluciones a los problemas que están afectando todas las economías.
Están las medianas y pequeñas empresas que generan mucho trabajo, los empresarios, los gobiernos que tienen que cubrir áreas tan importantes como la salud, la educación, las viviendas. Considero que hay que reanalizar las coparticipaciones con el Gobierno nacional y que tiene que haber un federalismo. Además, los bancos deben tener un perfil de más apoyo a las economías regionales, a los créditos personales, hipotecarios y no a la especulación financiera.
¿Cree que habrá protestas y conflictos en la calle este diciembre?
Ahora las protestas están contenidas y se tiene que reconocer que mucho tiene que ver con los distintos gremios que contienen la bronca hacia un determinado gobierno. Es una situación que la provoca esta pandemia y que los gobiernos deben visibilizar para dar una solución.
Nosotros como movimiento obrero salteño tenemos la misión de comprender y buscar el diálogo. No estamos dispuestos a ser simples testigos de los acontecimientos que afectan a nuestros trabajadores. Nuestra central desde los lazos de unidad que nos hermanan pasará a ser custodia y protagonista del destino de los intereses de todos los trabajadores. Por ello es que nosotros vamos a pedir todas las reuniones que sean necesarias. Habrá cosas en las que contribuiremos, que se apoyarán, y con respecto a las cosas que están mal, se buscarán alternativas. Y cuando el capricho de algún sector amenace seriamente el respeto de los derechos de los trabajadores nos verán a todos en la calle. Lo que menos se busca es romper una paz social que la hemos sostenido en muchos sectores, pero si es necesario se hará. Además, vamos a acompañar a cada gremio o sindicato que luche por un reclamo obrero en la calle como en los escritorios.
¿Cómo ve en general la situación de los trabajadores frente a la pandemia?
Con los bolsillos afectados. Mientras la canasta familiar sube por un ascensor, el poder adquisitivo de los salarios va decayendo de la misma forma. También decae el tema de las prestaciones. En lugar de buscar soluciones, se buscan responsables entre las obras sociales. Acá no solamente se trata de buscar responsables, sino de buscar el consenso y un camino en el que se vislumbre una salida posible entre todos, pero si no se va a seguir descendiendo y perjudicando al trabajador. La CGT va a defender los derechos del trabajador y el poder adquisitivo de todos y cada uno de ellos.
¿Cuáles serán las primeras tareas que planea llevar a cabo en su gestión?
Estamos haciendo un relevamiento. Vamos a tener un informe que le he solicitado a cada uno de los gremios sobre los trabajadores registrados. Lo que no podemos ver es cuáles son los trabajadores informales que perdieron su fuente de trabajo, los que están en bolsones de pobreza, los que están en la indigencia. Quiero que se entienda que la crisis económica es grave y no señalo a un sector en particular. Esta pandemia profundizó tremendamente estas desigualdades teniendo en cuenta que por ejemplo muchos trabajadores ya venían con enfermedades preexistentes y además ya teníamos una economía a los tumbos. Las economías regionales son las más golpeadas.
Ningún gobierno que se precie como tal, ningún empresario puede dejar de lado la función que cumple la CGT y cada gremio. Cuando eso ocurre empiezan las movilizaciones y cosas no deseadas. Nosotros vamos a los barrios donde hay hambre. No se puede invisibili zar el movimiento obrero.