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ECAA de Tartagal cumplió 70 años y es pilar de la formación en el norte

La Escuela de Comercio Alejandro María Aguado vio la luz a comienzos del año 1949. Su creación, como muchas instituciones educativas, sociales y deportivas de Tartagal, fue iniciativa de los franciscanos.
Martes, 15 de diciembre de 2020 01:31

La Escuela de Comercio Alejandro María Aguado nació de la mano de los curas franciscanos, religiosos que hace más de un siglo pugnaron por el desarrollo del polvoriento norte salteño. Esta institución que celebra 70 años, vio la luz a comienzos de 1949 y fue su primer director el sacerdote Francisco y párroco en Tartagal en aquellos años, el italiano Raimundo Montfelli. Como en aquellos años no disponía de un lugar físico donde funcionar, los profesores y los alumnos comenzaron con las clases, bajo el plan de estudios de 6 años que según el decreto 4243 del año 1953 del Ministerio de Cultura y Educación de la Nación, regía para los peritos mercantiles, la orientación con la que los chicos egresarían de la ECCA.

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La Escuela de Comercio Alejandro María Aguado nació de la mano de los curas franciscanos, religiosos que hace más de un siglo pugnaron por el desarrollo del polvoriento norte salteño. Esta institución que celebra 70 años, vio la luz a comienzos de 1949 y fue su primer director el sacerdote Francisco y párroco en Tartagal en aquellos años, el italiano Raimundo Montfelli. Como en aquellos años no disponía de un lugar físico donde funcionar, los profesores y los alumnos comenzaron con las clases, bajo el plan de estudios de 6 años que según el decreto 4243 del año 1953 del Ministerio de Cultura y Educación de la Nación, regía para los peritos mercantiles, la orientación con la que los chicos egresarían de la ECCA.

La escuela se inició funcionando en las instalaciones del colegio religioso San Francisco de Asís que colindaba con la iglesia La Purísima y que había sido un proyecto integral de los franciscanos de aquel entonces que habían planificado para Tartagal y toda la zona de influencia una unidad tanto evangelizadora como educadora a la que llamaron "El primer Centro Misionero del Norte", porque de él se desprendieron otras instituciones educativas laicas como la Escuela de Comercio y las parroquias e iglesias de todo el departamento San Martín.

Pero después de algunos años, y cuando la matrícula de chicos aumentaba considerablemente, sumado a quienes estudiaban en el Colegio San Francisco, que para entonces ya contaba con los niveles primario y secundario, los directivos y docentes lograron la autorización para funcionar en el edificio de la escuela Coronel Vicente de Uriburu, siempre en la modalidad nocturna, ya que el edificio permanecía ocupado en los turnos mañana y tarde.

Asume el segundo director

Como sucedía en aquellos años, los profesores que cubrían la mayoría de las materias trabajaban esperando que la institución fuera incorporada a los presupuestos nacionales para recién entonces poder percibir sus haberes.

La escuela siguió su marcha hasta que en 1953 asumió la dirección el CPN Benjamín Kohan, delegando el cargo en 1961 al Sr. Antonio Lousa , quien creó un turno en horas de la tarde, pero que a falta de edificio disponible a partir de 1969, funcionaba en las instalaciones de la entonces Escuela Nacional de Educación Técnica. Es de imaginarse las gestiones, los viajes, las reuniones que debieron hacerse entre los docentes, los padres de los alumnos, los comerciantes locales, quienes necesitaban imperiosamente entre su dotación de personal a los chicos que egresaban de la Escuela de Comercio.

Uno de los que dio un espaldarazo fuerte para que la escuela pudiera contar con su edificio propio fue el Dr. Justo Aníbal Nazar, aquel siempre recordado intendente radical que llevó adelante las obras más importantes que se hicieron en Tartagal como la pavimentación de todo el ejido céntrico, la construcción del mercado municipal, entre otras grandes obras.

Fue Nazar el que cedió un amplio terreno municipal entre las calles Bolivia y Aráoz , para que allí se levantara la Escuela de Comercio. El 12 de abril de 1971 los estudiantes que ya para ese entonces se contaban por cientos, vieron concretado ese gran anhelo de contar con un edificio propio. Contaba con todas las dependencias equipadas como sala de profesores, dirección, vicedirección, secretaría, administración, preceptorías, bibliotecas, laboratorio, depósitos, buffett, casa escuela, sanitarios para docentes y alumnos, galerías y 14 aulas en dos plantas.

Otros directores

Eduardo Carraro Postiglione, Amira Espilocín de Oviedo, Silvia Bet de Heredia, Héctor Arturo Cabot, Azucena Ogas de Arias, Estela Bútori de Cabot, René Arias, Magdalena Perucelli fueron algunos de los directores que estuvieron al frente de esta escuela que tantas satisfacciones le dio a todo el norte por el nivel académico de sus alumnos. A partir de 1980 se incorporó el turno mañana con el Plan del Bachillerato con Orientación Docente. Con los años se agregaron otras dependencias como la sala de computación, una sala para fotocopiadoras, depósitos, estacionamiento de ciclomotores, un laboratorio y en los últimos años un salón auditorium.

Hace algunos años la Escuela cedió su espacio físico para que dos instituciones de envergadura, tales como la UNSa - Sede Regional Tartagal y el Instituto de Nivel Terciario de Tartagal, desarrollaran sus actividades. En la actualidad los concejales de la ciudad de Tartagal tienen bajo tratamiento un proyecto para instituir el nombre de uno de los más destacados docentes y directivos que tuvo la escuela de Comercio Alejandro Aguado, como fue el profesor don Ambrosio Rodríguez..

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