Carlos Juárez Aldazábal es uno de los poetas salteños con mayor trayectoria de su generación. Su producciónpoética ha sido reconocida a nivel nacional e internacional.
En pocos días estará participando de la Feria Internacional del Libro de Ayacucho, Perú, con su libro ‘Mauritania es un país con nieve‘, publicado a fines del año pasado en España. Con esa excusa conversamos un poco sobre el panorama de la poesía en Salta y en el país.
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Carlos Juárez Aldazábal es uno de los poetas salteños con mayor trayectoria de su generación. Su producciónpoética ha sido reconocida a nivel nacional e internacional.
En pocos días estará participando de la Feria Internacional del Libro de Ayacucho, Perú, con su libro ‘Mauritania es un país con nieve‘, publicado a fines del año pasado en España. Con esa excusa conversamos un poco sobre el panorama de la poesía en Salta y en el país.
¿Qué influencia tuvo la virtualidad de este año en las letras?
Creo que la virtualidad sirvió como ventana de escape en este periodo de aislamiento, y en este punto, la poesía se vio especialmente beneficiada por la proliferación de ciclos y de lecturas. Sin ir más lejos, el viernes cerraremos un ciclo de presentaciones virtuales organizadas desde el Suri Porfiado, editorial que dirijo desde hace algunos años, y la experiencia ha sido positiva, porque ha permitido reunir poetas de distintos lugares de Argentina y de otras partes del mundo en un mismo espacio. Cuando hacíamos presentaciones en la realidad, los poetas que vivían lejos debían ser leídos por un actor o una actriz. Con la virtualidad se anulan las distancias, y eso puede ser positivo
"Las herramientas tecnológicas estaban desde hace mucho tiempo, pero nunca fueron tan necesarias, ni las sentimos tan imprescindibles como ahora. Creo que la virtualidad llegó para quedarse"
Fue un tiempo de aprendizaje y hubo muchísimas actividades. Una que me parece importante destacar, en relación con la poesía de Salta, fue la lectura que dimos, en el marco de otro festival peruano, el Teuco Castilla, Santiago Sylvester, Hugo Rivella y yo. Para mí fue un desafío y un orgullo leer con estos queridos maestros, a los que respeto y admiro.
De los reconocimientos a su obra, ¿hay alguno o algunos que lo enorgullezcan especialmente?
Siempre se agradecen los reconocimientos, y si esos reconocimientos vienen de la generosidad de colegas que uno admira, mejor aún. Yo tuve la suerte de que algunos de mis libros fueran leídos con generosidad. De esos reconocimientos valoro especialmente dos, el premio ‘Identidad, de las huellas a la palabra‘, organizado por Abuelas de Plaza de Mayo, y el Premio Regional de Poesía (NOA), de la Secretaría de Cultura de la Nación, el mismo premio que obtuvieron poetas como Manuel J. Castilla, Raúl Aráoz Anzoátegui o Carlos Hugo Aparicio. Hace muchos años ya que no se hace ese concurso. Hay un intento desde el Fondo Nacional de las Artes de regionalización, pero lo ideal sería que el concurso del Fondo conservara las características que siempre tuvo, y que le otorgaron su prestigio, y que desde el Ministerio de Cultura de la Nación se reponga el Regional, y el Premio Nacional ‘Iniciación‘, por ejemplo. Ojalá que eso ocurra para bien del fomento de la producción literaria del país.
En cuanto al concurso que gané con ‘Mauritania es un país con nieve‘, para mí fue una grata sorpresa saber que se trata del mismo concurso que le permitió al gran escritor chileno Roberto Bolaño publicar su poemario ‘Los perros románticos‘. Espero que mi librito esté a la altura de ese gran libro.
‘Pero poco importan en poesía los premios. Lo importante es que haya algo para decir, que haya honestidad y oficio. La poesía Salta se ha caracterizado siempre por esos aspectos‘
‘Mauritania un país con nieve‘, habla sobre una región del mundo de clima cálido y desértico. ¿A qué se debe esa contraposición?
Mauritania es esencialmente un libro de poemas de amor. Es muy difícil escribir poemas de amor en estos tiempos, porque siempre está el riesgo del cliché y de la cursilería. Yo intenté eludir esos riesgos apoyándome en el trabajo de un antropólogo francés, Marc Augé que inventó el concepto de ‘no lugar‘. ¿Qué es un ‘no lugar? Básicamente un espacio que se repite en cualquier geografía del mundo a partir de la expansión de la modernidad, Por ejemplo un shopping. En el poemario intenté exagerar esa idea de que el espacio cultural y geográfico, en tiempos de posmodernidad, tiene poca importancia. El libro juega mucho con eso, al punto de que mi Mauritania, que no es la Mauritania geográfica, podría ser cualquier lugar del mundo donde caiga nieve, aunque los fenómenos meteorológicos, como los geográficos, en el libro poco importan. Toda escritura, y la poesía no es la excepción, tiene influencias, y en las influencias de este libro se mezclan nombres como Federico García Lorca (una presencia fuerte y especialmente homenajeada), Manuel J. Castilla, Gonzalo Rojas o Roger Waters, entre otros. Pero espero que esté sobre todo mi voz. En todo libro, en toda escritura, siempre la voz propia es el mayor desafío.
"El próximo sábado a las 17, por Facebook Live, voy a estar presentando esta Mauritania, junto al poeta peruano Harold Alva. Espero que se sumen muchas salteñas y salteños a la transmisión"
¿Extraña la inspiración que provoca Salta?
Yo vivo hace muchos años en Buenos Aires, pero visito Salta cada vez que puedo. Sin embargo, la importancia de la provincia en mi escritura va más allá de eso. Mi infancia fue en Salta y la poesía se funda en la infancia. En el libro que se presentará el sábado, sin ir más lejos, está presente Santa Rosa de Tastil, por ejemplo, y también aparecen coplas. Carlos Hugo Aparicio solía decir que la fuente de la poesía en nuestra provincia era la copla popular, y creo que tenía muchísima razón.
Una larga trayectoria
Carlos Juárez Aldazábal es un poeta, comunicador y escritor salteño, estudioso de las Ciencias Sociales y con un amplia trayectoria en las letras. Su producción literaria es extensa y su obra reconocida a nivel nacional e internacional. Actualmente coordina el espacio literario “Juan L. Ortiz” en el Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini”, de la Ciudad de Buenos Aires, organizador de un Festival Latinoamericano de Poesía.
Entre sus publicaciones se destacan “La soberbia del monje” (1996), “Por qué queremos ser Quevedo” (1999), “Nadie enduela su voz como plegaria” (2003), “El caserío” (2007), “Heredarás la tierra” (2007), “El banco está cerrado” (2010), “Hain. El mundo selk°nam en poesía e historieta” (2012), “Piedra al pecho” (2013), “Las visitas de siempre” (2014) y “Camerata carioca” (2016). Fue galardonado en Europa con los premios Kutxa Ciudad de Irún de Poesía en Castellano (Gipuzkoa, España) y el Premio Alhambra de Poesía Americana (Granada, España). También obtuvo el Premio Regional de Poesía (NOA), de la Secretaría de Cultura de la Nación; el primer premio del II Concurso “Identidad, de las huellas a la palabra”, organizado por Abuelas de Plaza de Mayo y la Corona del Poeta, Eisteddfod del Chubut.