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Renuncia y duras denuncias del gerente del hospital de Mosconi

Aramburu pidió que lo trasladen a otra área operativa “porque lo que estamos padeciendo mi familia y yo son actitudes cuasi mafiosas y no estoy dispuesto a poner en riesgo a mi esposa y a mi hijo”, aseguró.
Sabado, 19 de diciembre de 2020 00:29

Cristian Aramburu, un odontólogo de General Mosconi, desde el inicio de la pandemia de COVID-19 se hizo cargo de ese nosocomio y presentó el jueves la renuncia a su cargo, luego de una serie de controversias y enfrentamientos con el plantel médico y algunos técnicos que prestan servicios en ese hospital de una de las jurisdicciones más extensas de la provincia, pero carente de todo para funcionar dignamente.

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Cristian Aramburu, un odontólogo de General Mosconi, desde el inicio de la pandemia de COVID-19 se hizo cargo de ese nosocomio y presentó el jueves la renuncia a su cargo, luego de una serie de controversias y enfrentamientos con el plantel médico y algunos técnicos que prestan servicios en ese hospital de una de las jurisdicciones más extensas de la provincia, pero carente de todo para funcionar dignamente.

Tanto es así que fueron los vecinos, mediante colectas, y las empresas que operan en la zona los que proveyeron insumos y medicamentos para enfrentar al coronavirus.

Aramburu presentó ante el ministro de Salud, Juan José Esteban, una extensa renuncia dando a conocer los motivos que lo llevaron a tomar esta decisión después de haberse hecho cargo de ese hospital al inicio de la pandemia a pesar de ser profesional odontólogo, "ya que ningún médico quería hacerse cargo en el momento más difícil", recordó.

Manoseo político

Aramburu explicó que "el último mal momento que pasé lo tuve por la diputada provincial Gladys Paredes, quien me llamó para reclamarme por el fallecimiento por desnutrición de una nena wichi que se produjo al inicio de esta semana. La saludé y me respondió "para ustedes deben ser buenos días'. Esa prepotencia venía de una persona que siendo médica y legisladora jamás se acercó por el hospital de Mosconi. Según ella, tiene la fórmula para terminar con la desnutrición infantil pero en el hospital de Mosconi no la vimos nunca y jamás nos acercó su modelo de trabajo. La renuncia presentada obedece precisamente a ese manoseo político, al apriete y a la ausencia total de los funcionarios de salud de la provincia que en lugar de defender a los que queremos trabajar por la salud de los más vulnerables, nos dicen que ante acusaciones infundadas, agravios, nos tenemos que mantener callados y con bajo perfil".

Aramburu también remarcó que una de las ambulancias que le había mandando la Provincia, y tal como sucedió en el hospital de Salvador Mazza, fue reclamada por el nivel central y debió ser devuelta.

Aramburu no dejó de agradecer "a la población de General Mosconi y a las empresas que operan en la zona por la ayuda que recibimos durante la pandemia porque del Ministerio recibíamos muy poco y de ninguna manera podríamos haber enfrentado la situación sin los materiales que estas empresas nos donaron".

Cristian Aramburu

Amenaza y desgaste emotivo

"El primer día a cargo de la gerencia tuve el reclamo de la encargada del servicio de nutrición que me dijo que estaba cansada de tener que cocinarle platos especiales para todos los médicos. "Unos quieren pollo al horno con papas doradas, otros piden colita de cuadril y otros quieren lomo con puré'. Le dije que eso durante mi gestión se terminaba porque el menú iba a ser igual para todos, pacientes, enfermeros y médicos, porque acá no había privilegios ni castas superiores; esta mujer me respondió que eso siempre se hizo así en el hospital de Mosconi, pero le reiteré que se terminaba mientras yo fuera el gerente y el médico que quería un plato especial que vaya y se lo compre. Ese fue el primer motivo de enfrentamiento con mis colegas que me denunciaron por abuso de autoridad, malversación de fondos, por usurpación de títulos y no sé cuántos otros hechos, mientras salían por todos los medios de comunicación a injuriarme; pero como desde el Ministerio me dijeron que yo tenía que mantener el bajo perfil, nunca pude defenderme de tantas acusaciones falsas y ellos tampoco me defendieron ni me protegieron", detalló.

Aramburu recordó que "es tanta la ambición, los egos, que la gerente de Atención a los pacientes Carolina Serrano mandó una nota al Ministerio advirtiendo que si no se me pedía la renuncia, ella y la totalidad de los médicos iban a dejar al hospital sin servicio. En estos meses de gestión tuve un gran desgaste físico pero, sobre todo, emocional porque no solo me denunciaron, sino que mi esposa, que es personal del hospital, recibe amenazas telefónicas permanentes diciendo que ella se va a quedar sin trabajo. Cuando llegué a esta gerencia había 18 enfermeros, ahora son 30; se sumaron más especialistas y, en definitiva, se trabajó mucho, teniendo al paciente como norte", aseguró.

Pero otro de los grandes inconvenientes con los que el director se encontró, tal como lo reflejó en su nota de renuncia al ministro de Salud de la provincia, fue "el de hacer cumplir el horario de trabajo para este cuerpo profesional, lo que ellos consideraron como una injustificada alteración en la tranquilidad en su ambiente de trabajo y más aún cuando pretendían cobrar guardias diagramadas, pero sin trabajarlas, porque se encontraban realizando ese mismo servicio en otros centros privados", mencionó el saliente director del hospital Mosconi.

Logros con viento en contra

Aramburu también refirió que "mientras todo esto sucedía, el empuje de esta gestión conseguía un equipamiento de RX, recuperar 6 móviles en funcionamiento más un móvil gestionado a través de la Municipalidad y otro gestionado a préstamo a través de Samec, móvil que a la fecha Uds. solicitó y se lo devolvió. Además, se logró arreglar el cardiodesfribilador, aparatos y equipamiento de servicio de laboratorio, también se sumó una pc para mejorar el estado informático de los servicios, la compra de equipamiento para pacientes PAMI que ni siquiera contaban con chata ni papagayo, se acondicionó las habitaciones de PAMI, hoy poseen aire acondicionado y colchones anti escaras y tv plasma, fotocopiadoras para servicios administrativos y mejoras edilicias".

El profesional odontólogo consideró que su renuncia "no tiene un paso atrás y es más, estoy pidiendo que se me traslade hacia otra área operativa porque lo que estamos padeciendo mi familia y yo son actitudes cuasi mafiosas y no estoy dispuesto a poner en riesgo a mi esposa y a mi hijo. Mi hermano es traumatólogo en este hospital y factura como monotributista, y tampoco sé si él quedará prestando ese servicio, aunque no hay quién más lo cubra. Fueron meses de mucho riesgo por la pandemia pero lo que más nos afectó es esta actitud de los médicos de este hospital que ante el mínimo intento de hacer que las cosas funcionen como debe ser, optaron por hacerme denuncias y calumniarme como se les vino en gana, una situación que no estoy dispuesto a seguir soportando", cerró el profesional de Mosconi.

La salud de la gente en el último lugar 

¿Faltan recursos o los que existen se utilizan mal? es el gran interrogante de quienes necesariamente deben recurrir a los hospitales públicos donde el enfrentamiento de profesionales médicos y las denuncias cruzadas parecen ser otro flagelo que termina por afectar el normal desenvolvimiento de los hospitales públicos, al menos los que se encuentran en el norte de la provincia. Hasta ahora quien puso en palabras la situación que se vive puertas adentro de los hospitales pero que sin duda alguna repercute en la comunidad fue el gerente del hospital de Mosconi Cristian Aramburu. Pero no es el único hospital del norte que pasa por esta situación. Semanas atrás el hospital Juan Domingo Perón de Tartagal puso en funcionamiento la atención del servicio de diálisis para pacientes graves que lleguen al nosocomio lo que generó denuncias por parte del sector privado. “Se han hecho denuncias pero lo único que sabemos fehacientemente es que ahora los pacientes que tienen y los que no tienen una obra social y que llegan graves al hospital Perón se los puede dializar y salvarles la vida. Durante la pandemia nadie quería atenderlos y tuvimos que derivarlos hacia el hospital Oñativia a Salta Capital; eso ahora no sucede más”, precisó una fuente que pidió reserva en su identidad.

 

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