Chaka Runa es un espacio mágico con piso de madera, un silencio de amistad y mucha luz. Quizás sea su pasado de tienda de ropa, o de zapatos, quién sabe. Tal vez todo se ilumina por el conocimiento que viene de la misma Tierra. Se trata de un ecomercado de alimentos naturales que están fuera del circuito industrial.
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Chaka Runa es un espacio mágico con piso de madera, un silencio de amistad y mucha luz. Quizás sea su pasado de tienda de ropa, o de zapatos, quién sabe. Tal vez todo se ilumina por el conocimiento que viene de la misma Tierra. Se trata de un ecomercado de alimentos naturales que están fuera del circuito industrial.
Son tres mujeres que le dan sustento a los productos agroecológicos que se producen en la región y que parten de otro paradigma de vida.
Este mercado saludable fue creado por Tatiana Ret, María Emilia “Choni” Oviedo y Sara Maluf. Chaka Runa está en Zuviría 475.
El Tribuno ingresó en microcosmos. Allí estaba Tatiana detrás de un mostrador con un mate con yerba agroecológica.
"Este local tiene un poco más de 1 año, pero venimos trabajando desde hace más tiempo. Antes estuvimos en el Mercado Vaquereño y luego cumplimos este sueño de tener nuestro propio local. Acá tenemos todos alimentos probióticos. En nuestra constitución somos más bacterias que células y, en consecuencia, utilizamos las (bacterias) más benéficas que las conseguimos de los alimentos que provienen de la agroecología.
Sabemos, además, que el intestino está conectado con el cerebro de una manera especial y entonces apuntamos a los probióticos. Nuestro intestino es vida, y si está sano nos mantiene sanos en la integralidad", explicó "Tati" Ret.
La más grande del trío es Sara, que es una mendocina que va y viene buscando, recolectando y observando los productos. "Tati" y Choni están en Salta. Son todas "hermanas" y se conectan con otras hermanas a través de sus saberes que son milenarios, y que se comparten.
"Pensamos a la Tierra desde otro punto de vista. Nuestra tarea es crear conciencia sobre los beneficios de los alimentos agroecológicos en las personas que los consumen, pero también en la utilización de la tierra para la producción: la agroecología parte del cuidado del medio ambiente. Tratamos de dejar los productos industrializados que utilizan aditivos, que son los que producen adicción. Es por eso que no los podemos dejar. Son todos llenos de gluten y por eso cada vez estamos más enfermos. Muchas veces dicen que tenemos nuestros alimentos más caros y eso es relativo porque en el tiempo, al mantenernos más saludables, ahorramos en drogas sintéticas y medicamentos químicos", dijo “Tati”.
Los duendes se asoman curiosos detrás de los libros de recetas, en el centro están las frutas y verduras de productores locales, hay fideos de remolacha, una silla rosada para descansar, semillas, panes de Navidad de extraños colores, tés, abonos orgánicos para huerteros, pájaros en el aire, esponjas naturales para sacar maquillajes, pastas de dientes, tinturas madres, pinturas en atriles y artesanías para una Navidad que todos quieren que pase rápido.
Pero, sin dudas, lo que está en el centro de todo es el kéfir. Solo hay que sentarse a esperar y ver cómo llegan las personas a buscarlo. Hay una heladera llena de botellas.
La palabra kéfir significa “bendición” en turco. "Es de una bacteria del Cáucaso, donde el kéfir se ha consumido durante miles de años. Lo utilizaban los antiguos sumerios y en la actualidad también. Una zona donde la gente vive más de cien años con buena salud. Es por eso que lo llaman el elixir de salud y larga vida, y es por su capacidad para regenerar y equilibrar el delicado ecosistema de la flora intestinal", explicó la mujer. "Como es una bendición, se comparte. El kéfir se prepara con nódulos que se reproducen, que se cuidaron por miles de años y que se comparten para que los amigos y amigas lo comiencen a preparar y tomar también. Se comparte con esas personas a quienes deseamos buena salud y mucha vida", dijo en palabras de sincero amor.
Cacao amargo, leche de coco natural, aceites de oliva, dulces de leche y otros productos cuidadosamente seleccionados de productores de Santa Fe, de Córdoba, Buenos Aires y Catamarca. Como una especie de Anmat de la buena alimentación ellas seleccionan lo que venden. "Lo mejor que podemos hacer con nuestra vida es comenzar a experimentar cambiando nuestra alimentación. Hay que ir poco a poco y viendo qué es lo que nos hace bien. Yo no puedo vender algo que nos haya hecho mal. Son todos productos de quienes conocemos con nombre y apellido”, dijo “Tati”. Y como en el oficio de prensa el primer requisito es ser desconfiado se preguntó por la frutilla. “Es de finca La Frutilla, de Vaqueros, de Hernán y de Andrés", dijo riendo.
La salud en pandemia
"Este fue un año duro, justo cuando abrimos el local nos tocó la pandemia. Mi hermana (Sara) desde hace un año que no viene", dijo “Tati”.
Lo que sucede es que el kéfir tiene que seguir su camino indefectible de producir las bacterias. Muchos de los que se alimentan de manera saludable no podían dejar de hacerlo, menos en pandemia. Entonces ellas siguieron trabajando: por las bacterias y por sus clientes a quienes no los llaman como tales; son “amigas” o “hermanos”. “A mí no me importaron las restricciones. Seguimos trabajando porque pensamos que nuestra alimentación es salud, y es precisamente lo que se necesita para enfrentar una pandemia”, concluyó Tati.
Importancia del concepto microbioma
"Es fundamental comprender el concepto de microbioma, mundo de bacterias, diversidad, cooperación. Reconocer que la existencia de bacterias está implicada en el funcionamiento del organismo, ya que somos un cuerpo planeta poblado por billones de seres. En la medicina macrobiótica, en el intestino, llamado también el segundo cerebro, se producen todos los mecanismos que generan la base de la salud. El sistema digestivo comienza en la boca, así que todo lo que ingerimos es sustancial para el ser, y se habla de microbiota intestinal por ser una población muy diversa de bacterias benéficas", aseguran en una artículo sobre el Chaka Runa, la revista digital Esperanta que le dedicó un artículo.