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Con la vuelta del teatro reponen la obra “La penúltima oportunidad”

Cristina Idiarte y Graciela Quipildor actuarán en El Teatrino, hoy a las 21.
Viernes, 04 de diciembre de 2020 20:18

Hoy, a las 21, Cristina Idiarte y La Quipi reponen “La penúltima oportunidad”, en El Teatrino (Aniceto Latorre esquina Alvear). En diálogo con El Tribuno contaron que se conocían del ambiente del humor y que luego compartieron juntas la obra “Mujeres”. A partir de esta experiencia Graciela fue alumna de Cristina en el grupo Los Lunáticos, de La Morisqueta. Por último, se transformó en la partener de su maestra en la pieza del dramaturgo Rafael Brusa, que estrenaron el 6 de marzo. Pero diez días después se declaró la cuarentena en el territorio nacional y debieron cancelar una gira pautada por el interior de Salta. Dadas las circunstancias y cómo se va modificando la contingencia casi en un sistema de aperturas y cierres permanentes en todo el mundo, hoy dicen estar ancladas en el presente y sin proyectar qué les permitirá las restricciones durante el próximo verano. 
Sobre la obra Cristina anticipó que trata sobre dos mujeres que han sido eternas rivales durante su vida y que se reencuentran en la muerte.
“La historia tiene que ver con lo que les pasa a estas dos mujeres juntas, y si bien hay mucho humor negro, también hay mucha reflexión sobre el rol femenino, y eso está muy bueno. En mi caso particular, mi personaje, Marta, es muy querible, para mí es hermoso, amoroso, extremadamente obsesivo con el amor. Cree en el amor romántico y sigue a su amor hasta la muerte. A la vez, tiene ese condimento sobre el juego sensual y lo que pasa con las acciones que hace y pueden desembocar en ese lugar”, describió Cristina. Mientras que acerca de Juana, interpretada por La Quipi, precisó que es “extremadamente tierna, inocente, naif, muy religiosa y hace un contrapunto con Marta, que es atea, un amor libre. Está bueno el contrapunto, sobre todo porque Juana tiene las reflexiones más importantes, más interesantes de esta dupla y me parece que lo que tenemos para entregar al público son estas dos creaciones del corazón, que tuvimos con Marta/Juana. Está bueno ir a ver a estas mujeres, escuchar cómo se reinventan los lazos”, destacó.
Acerca de este retorno a los escenarios La Quipi expresó que primero debieron recuperar la vida ellas, porque se sentían “bastante caídas de ánimo, con los calzones rotos de la pandemia”. Por ello, le dio un rol significativo a la obra a un nivel personalísimo. “Básicamente esta comedia nos repone el ánimo a nosotras, así que ahora tenemos toda la fe puesta en el público y en esta historia que contamos en la obra. Tener una miniesperanza ya nos cambió el humor y la expectativa”, describió. 
Idiarte por su parte destacó el revivir de la praxis del teatro, que es su sustancia, incluso con los recortes de público y barbijos y alcohol en gel mediante. “El teatro se convierte en teatro cuando hay convivio, el convivio no puede ser virtual, tiene que ser presencial, cuando el actor se funde en la energía del público y el público en la energía del actor. De esa simbiosis surge el teatro, y eso lo hace tan particular, diferente, la magia de lo presencial. El teatro es eso: revalorizar lo humano”, sintetizó.

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Hoy, a las 21, Cristina Idiarte y La Quipi reponen “La penúltima oportunidad”, en El Teatrino (Aniceto Latorre esquina Alvear). En diálogo con El Tribuno contaron que se conocían del ambiente del humor y que luego compartieron juntas la obra “Mujeres”. A partir de esta experiencia Graciela fue alumna de Cristina en el grupo Los Lunáticos, de La Morisqueta. Por último, se transformó en la partener de su maestra en la pieza del dramaturgo Rafael Brusa, que estrenaron el 6 de marzo. Pero diez días después se declaró la cuarentena en el territorio nacional y debieron cancelar una gira pautada por el interior de Salta. Dadas las circunstancias y cómo se va modificando la contingencia casi en un sistema de aperturas y cierres permanentes en todo el mundo, hoy dicen estar ancladas en el presente y sin proyectar qué les permitirá las restricciones durante el próximo verano. 
Sobre la obra Cristina anticipó que trata sobre dos mujeres que han sido eternas rivales durante su vida y que se reencuentran en la muerte.
“La historia tiene que ver con lo que les pasa a estas dos mujeres juntas, y si bien hay mucho humor negro, también hay mucha reflexión sobre el rol femenino, y eso está muy bueno. En mi caso particular, mi personaje, Marta, es muy querible, para mí es hermoso, amoroso, extremadamente obsesivo con el amor. Cree en el amor romántico y sigue a su amor hasta la muerte. A la vez, tiene ese condimento sobre el juego sensual y lo que pasa con las acciones que hace y pueden desembocar en ese lugar”, describió Cristina. Mientras que acerca de Juana, interpretada por La Quipi, precisó que es “extremadamente tierna, inocente, naif, muy religiosa y hace un contrapunto con Marta, que es atea, un amor libre. Está bueno el contrapunto, sobre todo porque Juana tiene las reflexiones más importantes, más interesantes de esta dupla y me parece que lo que tenemos para entregar al público son estas dos creaciones del corazón, que tuvimos con Marta/Juana. Está bueno ir a ver a estas mujeres, escuchar cómo se reinventan los lazos”, destacó.
Acerca de este retorno a los escenarios La Quipi expresó que primero debieron recuperar la vida ellas, porque se sentían “bastante caídas de ánimo, con los calzones rotos de la pandemia”. Por ello, le dio un rol significativo a la obra a un nivel personalísimo. “Básicamente esta comedia nos repone el ánimo a nosotras, así que ahora tenemos toda la fe puesta en el público y en esta historia que contamos en la obra. Tener una miniesperanza ya nos cambió el humor y la expectativa”, describió. 
Idiarte por su parte destacó el revivir de la praxis del teatro, que es su sustancia, incluso con los recortes de público y barbijos y alcohol en gel mediante. “El teatro se convierte en teatro cuando hay convivio, el convivio no puede ser virtual, tiene que ser presencial, cuando el actor se funde en la energía del público y el público en la energía del actor. De esa simbiosis surge el teatro, y eso lo hace tan particular, diferente, la magia de lo presencial. El teatro es eso: revalorizar lo humano”, sintetizó.

Un final exclusivo

La obra que se verá en Salta tiene un desenlace diferente del original. Lo escribió Rafael Brusa para esta dupla. Compañero de Cristina Idiarte en el Instituto Nacional del Teatro (INT) le ofreció a ella “La penúltima oportunidad”, con esa intuición que les asalta a los hacedores de mundos cuando están ante el intérprete especial para un personaje que crearon. De parte de ella mediaron dilaciones involuntarias hasta que, como se expresa popularmente, "los planetas se alinearon" y apareció la partenaire y el momento adecuados. "Es un lujo tener un final nuevo, de una obra como esta, escrita por un militante del teatro independiente. Son muchos los factores que hacen que esta obra sea muy querida por nosotros", concluyó Cristina.

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