En una semana se registraron seis allanamientos en diferentes puntos de la ciudad por dos redes de trata. En una reciente entrevista con El Tribuno, la periodista rusa que se infiltró en diferentes redes de trata, Kitty Sanders, advirtió que “Salta es una zona roja al tener fronteras con Bolivia y Paraguay; varias chicas fueron trasladadas por allí y desaparecen, como así también desde esos países las trasladan por aquí hacia Buenos Aires”. Desde la Policía advierten que mutan las formas de captación o retención de las víctimas y ahora se recurre más al factor de presión económica.
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En una semana se registraron seis allanamientos en diferentes puntos de la ciudad por dos redes de trata. En una reciente entrevista con El Tribuno, la periodista rusa que se infiltró en diferentes redes de trata, Kitty Sanders, advirtió que “Salta es una zona roja al tener fronteras con Bolivia y Paraguay; varias chicas fueron trasladadas por allí y desaparecen, como así también desde esos países las trasladan por aquí hacia Buenos Aires”. Desde la Policía advierten que mutan las formas de captación o retención de las víctimas y ahora se recurre más al factor de presión económica.
La semana se inició con allanamientos a la Iglesia Filadelfia, por parte de la Policía Federal, que formaron parte de un operativo simultáneo en 23 puntos del país. Por esta causa, que fue impulsada desde juzgados federales bonaerenses, se detuvo a dos “pastores truchos”.
Casi finalizando la semana se realizaron nuevos allanamientos, pero esta vez a cargo de la División de Trata de la Policía Provincial. En la zona de la terminal rescataron a seis mujeres que eran explotadas sexualmente y detuvieron a tres personas. También se allanaron domicilios de la zona sur y en Cerrillos.
Si bien reconoció que hay muchas causas abiertas, el jefe de la División de Prevención y Lucha contra la Trata de Personas, Diego Bustos, indicó que desde 2008, año en el que se sancionó la ley nacional de trata, “se nota la disminución año a año de los casos”. Aseguró, además, que la baja en la cantidad de casos se profundizó con las restricciones de circulación por la pandemia.
La sexual y laboral son los dos tipos de explotación que la división investiga. El comisario Bustos destacó además que la ley nacional que creó las divisiones de trata provinciales impulsó el descenso, entre otros factores, porque se prohibieron los cabaret.
El funcionario advirtió, sin embargo, que los delitos van mutando y las redes van buscando otros métodos de captación. La estrategia actual es ofrecerles a las víctimas sumas de dinero.
La “metodología” de someter a la prostitución mediante la retención de documentos y amenazas fue sustituida por la coerción económica. “Es una manera más fácil de ganar dinero”, opinó Bustos.
El policía explicó el modus operandi que se registra en las diferentes causas de trata. “En este caso (por el último allanamiento) había una persona que las dejaba en diferentes puntos de la ciudad y luego las recogía y les cobraba un porcentaje. En julio tuvimos otra causa en la que también se logró recuperar víctimas, tanto de la zona del bajo como del macrocentro. Los mismos captores hacen la publicidad y ellos cobran no solamente por eso, sino por el alquiler en diferentes puntos de la ciudad, por la seguridad y por buscarles los clientes”.
Bustos aseguró que en Salta se trabaja intensamente y que hay otras provincias más complicadas en relación a estos delitos.
Las víctimas, que son en su mayoría mujeres o personas de la comunidad LGBTIQ+, son llevadas a la oficina de rescate a la víctima y asistidas por psicólogos, abogados y trabajadores sociales.
En cambio, sobre el delito de grooming, el acoso sexual a menores mediante redes virtuales, Bustos reconoció que aumentaron los casos “en comparación a otros años” . Según indicó, se registraron más denuncias de padres. “Se da más porque los chicos están más en las casas. Por eso los padres deben saber a qué página ingresan”, recomendó.