Con algunos cambios, la Cámara de Diputados firmó este miércoles el dictamen de mayoría a favor del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo (IVE), y la iniciativa será votada mañana en sesión especial, con amplias chances de ser aprobado.
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Con algunos cambios, la Cámara de Diputados firmó este miércoles el dictamen de mayoría a favor del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo (IVE), y la iniciativa será votada mañana en sesión especial, con amplias chances de ser aprobado.
En un plenario de las comisiones de Legislación General, Salud, Mujeres y Diversidad y Legislación Penal, 77 legisladores suscribieron el dictamen de la mayoría, en tanto que 30 firmaron el de rechazo y hubo cuatro abstenciones.
En el último encuentro de comisiones camino a la sesión, plenario que estuvo presidido por la titular de Legislación General, Cecilia Moreau, se hizo un repaso final de las posturas que los legisladores llevarán este jueves al recinto y, con la mirada puesta en el Senado, se introdujeron cambios en el texto para asegurar un piso más alto de votos.
A la luz de los sondeos, el sector “verde” ya tenía casi garantizada la media sanción en Diputados pero el panorama se presentaba bastante complejo en el Senado, donde domina históricamente una lógica más conservadora por la propia composición más federal de la Cámara.
De esta manera, el oficialismo busca evitar que el proyecto vuelva con cambios a la cámara de origen, lo que estiraría los plazos y pondría en peligro el objetivo de que la legalización del aborto sea ley antes de fin de año.
Si bien la iniciativa no incorporó la objeción de conciencia institucional, como reclamaban sectores autodenominados “pro vida”, ya que desde el bando “verde” consideran que las instituciones no tienen “conciencia”, en la letra anterior se obligaba a que al menos un profesional de la nómina estuviera disponible para realizar las prácticas de aborto en caso de que una paciente lo solicitase.
Con la última modificación, se permite que una institución médica pueda excusarse de realizar la práctica en caso de que la totalidad de sus profesionales estén inscritos como objetores de conciencia, en cuyo caso deberá hacerse cargo de la derivación de las pacientes de forma inmediata y sin dilaciones, a partir de convenios previamente estipulados con otros efectores de salud.
La sesión, que será maratónica y culminará en la madrugada del viernes, fue convocada a las 11 y después de meses volverá a desarrollarse en un marco de presencialidad, con la excepción justificada de aquellos legisladores que por presentar factores de riesgo sanitario no puedan acudir a sus bancas, condición que deberán acreditar con prescripción médica o comprobante correspondiente.
Al comienzo del plenario de comisiones, la vicepresidenta de Salud, Carmen Polledo (PRO), enumeró los fundamentos del dictamen de rechazo.
Destacó que el Poder Ejecutivo impulsó este tema en un momento "que no podría ser más inoportuno" en medio del "contexto sanitario que atraviesa el país y el mundo y que todavía tiene en vilo a la comunidad científica y médica".