A 28 años de su fallecimiento, el legado del exgobernador Roberto Romero sigue inalterable con el correr del tiempo. Pasaron 32 años desde que finalizó su único mandato como gobernador de Salta. Sin embargo, el impulso que dio para la integración regional en el Norte Grande y su ferviente defensa de la democracia y el republicanismo siguen presentes.
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A 28 años de su fallecimiento, el legado del exgobernador Roberto Romero sigue inalterable con el correr del tiempo. Pasaron 32 años desde que finalizó su único mandato como gobernador de Salta. Sin embargo, el impulso que dio para la integración regional en el Norte Grande y su ferviente defensa de la democracia y el republicanismo siguen presentes.
Bajo un sol tenue, que se escondió atrás de las nubes, se realizó en las instalaciones de diario El Tribuno en Limache una ceremonia para conmemorar el 28 aniversario de su fallecimiento. Asistieron al homenaje el vicegobernador de Salta, Antonio Marocco; la intendenta de la Ciudad, Bettina Romero; el diputado Esteban Amat; el presidente del Concejo Deliberante, Darío Madile, además de otros dirigentes políticos, militantes, exfuncionarios, amigos y vecinos. Del acto participaron sus hijos y nietos.
El reconocido periodista, exprofesor de la Católica y exintendente, Néstor Quintana, fue el encargado del discurso. Además de recordar con cariño a Roberto Romero, tuvo sentidas palabras para “Doña Nena”, Vicenta Di Gangi de Romero, quien falleció a los 86 años el 25 de diciembre del año pasado.
“Estamos reunidos para recordar a un amigo en común que tenemos entre todos, y acá me entristezco un poco porque por primera vez desde que murió Roberto, no está la ‘Nena’ con nosotros, pero no importa, “Nena”, estás con Roberto y también la guardamos en nuestro cariño”, expresó.
Quintana recordó que a pesar de haber estado en terrenos políticos opuestos, Roberto Romero nunca borró la amistad y el respeto que tenía hacia el periodista. “Reconozco que cuando era diputado por la UCR, a Roberto lo atacábamos y lo criticábamos con dureza pero nunca con agravios y él sabía perdonarnos. Respetamos siempre su persona y su forma de hacer las cosas”, dijo.
Quintana contó que cuando Romero asumió la dirección de diario El Tribuno tenía 30 años, y afirmó: “Era un hombre joven, inquieto, movedizo. Sabía cómo actuar, no entendía mucho del diario al comienzo pero después, como decían los mismos periodistas, entendió de más. Hizo de El Tribuno uno de los mejores diarios del interior del país”, destacó.
Por su parte, la intendenta capitalina y nieta del exgobernador, Bettina Romero, recordó el gran legado que dejó su abuelo dentro de la política salteña.
“Lo vemos todos los años el 15 de febrero, lo veo también en cada uno de los barrios que visito de nuestra hermosa ciudad. Tengo el honor de que cuando llego a una casa a charlar, a plantear todos los desafíos que tenemos, siempre hay una abuela, una joven o alguien que me muestra una foto o una historia de este hombre que es recordado”, expresó la jefa comunal. Bettina Romero destacó que Roberto Romero fue una figura que entendió que la política se hace con amor, que la política tiene que ver con la entrega, y que no es para “servir a la política”, sino para “servir a la gente”.
“Creo que es su distintivo, es lo que nos muestra, que hay que creer en la política, que la política es transformación. Roberto Romero fue un visionario, se animó a pensar a lo grande, a soñar, a ser innovador y fue criticado por eso. Pero hoy podemos estar orgullosos e insisto, lo que nos une acá es el amor a Salta, donde creo que va más allá de su persona, tiene que ver con este sentir del Norte Grande y querer ser orgullosos de ser salteños”, expresó la intendenta.
Al lado de la estatua que recuerda a don Roberto, Bettina Romero expresó que en un solo mandato, la figura del exgobernador trascendió enormemente y va a seguir trascendiendo porque mostró que la política tiene que ver con el futuro y poder traerlo al presente, y que hay que animarse a pensar a lo grande.
El vicegobernador Marocco, la intendenta Romero, el presidente de Diputados Amat y el titular del Concejo Deliberante Madile; exfuncionarios, dirigentes, familiares y vecinos en el acto. J. Corbalán
“Fue un estadista y todavía lo recordamos con obras como el Teleférico, el Delmi, barrios de la zona sur y en definitiva de eso se trata gobernar, gestionar; donde trascienden visiones y obras. Creo que la historia de Roberto Romero la hizo siempre con amor sin rencor, sin resentimiento, y creo que hoy más que nunca Salta necesita eso”, remarcó.
Por su parte, el vicegobernador de Salta, Antonio Marocco, recordó a don Roberto como “hombre de empuje”, con una mirada hacia adelante.
“Eso se expresó en su idea del Norte Grande. Su participación en la política trasciende cuando ve un país que no es federal, que sufre asimetrías, que tiene serios problemas para poder desarrollarse. Romero expresó eso desde su singularidad, la posibilidad de un país federal y la posibilidad del reencuentro de los salteños, sin agravios”, finalizó Antonio Marocco.
Durante su gestión, Roberto Romero apuntó al desarrollo, a dotar a Salta de infraestructura y, en especial, a atender las necesidades de los salteños en salud, vivienda y educación.
El cariño de los salteños todavía se hace sentir
Doña Porota recordó con mucho cariño al exgobernador de Salta.
El exgobernador falleció el 15 de febrero de 1992, en un accidente automovilístico en Brasil. Tenía 64 años y se encontraba en la plenitud de su madurez como empresario y como dirigente político. En ambas funciones había evidenciado una pujante vocación por el progreso constante.
Don Roberto fue recordado como un emprendedor nato con visión de futuro y enorme confianza en las posibilidades de desarrollo de Salta. Como gobernador, mostró capacidad de extender su mirada más allá de los límites de la provincia.
Doña Porota, emocionada, portando la foto con Roberto Romero.
Pero también fue recordado por el amor que dejó en los salteños, que todavía guardan recuerdos de su paso por la gobernación. Tal es así, que del homenaje participó Doña Porota, una dirigente que caminó a su lado en actos políticos durante la campaña de 1983.
“Cuando ya estaba cerrando la campaña en Güemes, hubo un congreso en esa localidad y nos fuimos, todo el día tomando mate. Al llegar a un lugar me dice: Vení Porotita, y yo me puse a la par de él y ahí nos sacamos esta foto. Tenía esa energía, esa capacidad de hacerse querer, hacerse respetar, eso es lo importante. Se lo extraña hasta ahora”, finalizó.
LAS FOTOS