¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

23°
28 de Marzo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Se relevaron las necesidades del hospital Juan D. Perón

“Este hospital tiene espacio suficiente para construir un albergue en el área donde funciona la farmacia”, para las familias que llegan desde el Chaco. Lo que falta, paso a paso. 
Sabado, 08 de febrero de 2020 01:08

Es el hospital de cabecera donde llegan los pacientes que provienen de los hospitales del departamento San Martín y de la banda norte (norte del río Bermejo) del departamento Rivadavia, lo que implica un área de influencia de alrededor de 230.000 personas entre criollos y aborígenes distribuidos en una de las áreas más extensas de la provincia de Salta.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Es el hospital de cabecera donde llegan los pacientes que provienen de los hospitales del departamento San Martín y de la banda norte (norte del río Bermejo) del departamento Rivadavia, lo que implica un área de influencia de alrededor de 230.000 personas entre criollos y aborígenes distribuidos en una de las áreas más extensas de la provincia de Salta.

Con la crisis sociosanitaria que se cobró la vida de 7 niños aborígenes, lo que se pretende es poner blanco sobre negro sobre las verdaderas necesidades -y falencias- de un hospital en el que no solo faltan medios materiales; la prueba de ello es que el médico ginecólogo Patricio Parra Marín deberá responder por una denuncia ante el Inadi por haberse opuesto a atender a una chica de 18 años que dos semanas atrás se desangraba en la vereda del nosocomio, cuando estaba de guardia en ese servicio. 

Pero no es el único hecho denunciado, ya que más allá de la falta de profesionales médicos que quieran prestar servicios en salud pública en el norte provincial , hay muchos que le “hacen trampas” al sistema y cobran por servicios que no prestan.

Ese y otros temas fueron abordados por el nuevo gerente del nosocomio norteño, el anestesista Juan López, quien se hizo cargo de la dirección del hospital Perón de Tartagal al día siguiente del hecho protagonizado por el médico Parra Marín, quien a cargo de un servicio de guardia ginecológico se negó a atender a una jovencita porque supuso que “se había hecho un aborto”, un hecho repudiable que reflejó El Tribuno y que replicó en diversos medios provinciales y nacionales.

Una reunión con legisladores provinciales por San Martín y el senador nacional Sergio Leavy dejó en claro lo mínimo que el hospital de Tartagal necesita para hacer relativamente eficiente el servicio de salud en una de las regiones de mayor vulnerabilidad del país.

El capital humano

 Luego de la reunión con López, legisladores provinciales y concejales de Tartagal, el legislador nacional por Salta consideró que “la designación del Dr. Juan López fue una medida acertada porque es un profesional comprometido, ya que una de las grandes demandas de la población del norte de la provincia es contar con personal de salud que respete al paciente que llega al hospital. En ese sentido -explicó-, la medida que el nuevo gerente tomó con sus colegas a los que les pidió que se comprometan con el hospital es una forma de asegurar que no sucederá lo que mucha gente reclama; que los médicos por cumplir en las clínicas privadas hacen trampas y abandonan el consultorio o las guardias. Parece un detalle menor, pero hace a que la atención en el hospital Perón sea tan eficiente como lo es en los hospitales públicos como el San Bernardo o el Oñativia”, ejemplificó el legislador nacional por Salta.

En cuanto al tema del personal, Leavy explicó que “en el área operativa XII que corresponde al hospital de Tartagal faltan médicos generalistas, especialistas, pero también agentes sanitarios porque muchos se jubilaron y sus puestos no han sido cubiertos. Por eso hay comunidades barriales en las que estos auxiliares de la salud no están llegando y eso no solo sucede en Tartagal sino en todo el norte. El agente sanitario es fundamental porque es el que llega a cada casita, tiene la información del estado nutricional de toda la familia y es la primera barrera que el sistema de salud tiene para luchar contra enfermedades o problemas como la desnutrición y la deshidratación. Si se logra cubrir todas esas comunidades en un gran avance porque así nos evitamos que los niños lleguen cuando su estado es grave o irreversible”.

Centrar los esfuerzos 

Leavy consideró que “muchos de los esfuerzos tenemos que ponerlos en el hospital Perón porque es el que recibe a los pacientes de toda el área y no puede ser que por ejemplo se tenga que utilizar las ambulancias -que son solo 2 en la actualidad- para ir a buscar al médico o hacer cualquier otro tipo de trámite. Los pacientes derivados del Chaco vienen con la mamá, el bebé o niño enfermo y los hermanitos y hay que disponer de un espacio para contenerlos, no se los puede dejar a la intemperie, por eso tenemos que contar con una traffic que traslade a parte de ese grupo familiar. De otra manera esa mamá tiene que dejar abandonados a sus niños a más de 200 kilómetros de Tartagal. Este hospital tiene espacio suficiente para construir un albergue en el área donde funciona la farmacia y mi tarea como legislador será hacer todo lo que esté a mi alcance para conseguir esos recursos para esta obra y la compra de un utilitario, para que se utilicen las ambulancias nada más que para trasladar enfermos”. En cuanto a la inquietud del nuevo gerente del hospital de perforar un pozo de agua, “tenemos datos que nos acercaron los profesionales de la UNSa que es difícil encontrar agua en el perímetro del hospital porque los hallazgos se producen más hacia el este de la ruta 34. Pero para tener certezas hay que hacer un pozo ex ploratorio”. 

Una caldera urgente

Otras de las mejoras que necesita en forma urgente el hospital de Tartagal es una caldera, cuyo costo oscila en los 5.000 dólares, de manera que no es algo imposible para los recursos estatales que se manejan; en las salas de pediatría o neonatología las enfermeras tienen que calentar el agua para bañar a los bebés y a los niños en las pavas de la cocina. “El Estado, por medio de quienes somos funcionarios pero también el sector privado si realmente está interesado, debe dar respuestas en forma urgente a los más vulnerables, antes de que llegue el otoño ya tenemos que tener esa caldera comprada”, dijo Leavy.

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Temas de la nota

PUBLICIDAD