La cifra de homicidios dolosos en los dos primeros meses del año en Salta llama mucho la atención entre los ciudadanos norteños. Hasta el momento son 23 los crímenes que este medio tiene registrado en la provincia, sumados a los casos ocurridos en Puerto Deseado, Santa Cruz, y otro en Córdoba. Un crimen cada un tres días, o sea cada 72 horas, es el promedio que según el número recabado por El Tribuno, a través de su archivo, se registra en enero, febrero y marzo. En lo que va del corriente mes, las primeras dos semanas, solo se registran tres asesinatos, con lo cual parecería haber un leve descenso de los sangrientos hechos.
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La cifra de homicidios dolosos en los dos primeros meses del año en Salta llama mucho la atención entre los ciudadanos norteños. Hasta el momento son 23 los crímenes que este medio tiene registrado en la provincia, sumados a los casos ocurridos en Puerto Deseado, Santa Cruz, y otro en Córdoba. Un crimen cada un tres días, o sea cada 72 horas, es el promedio que según el número recabado por El Tribuno, a través de su archivo, se registra en enero, febrero y marzo. En lo que va del corriente mes, las primeras dos semanas, solo se registran tres asesinatos, con lo cual parecería haber un leve descenso de los sangrientos hechos.
De los 23 homicidios, cuatro fueron femicidios en los cuales uno es un “femicidio vinculado”, es decir mataron a un familiar o alguien cercano para hacerle daño a su ex o pareja. Uno de los 23 crímenes se produjo en una celda del pabellón A en Villa Las Rosas. Doce de los 23 cruentos hechos se ejecutaron en el interior de la provincia, en tanto en Salta capital se registraron 9 homicidios.
Esto último refleja que el interior sigue siendo el escenario más violento en materia criminal. Zonas donde la suma de varios factores, como la falta de efectivos policiales en las dependencias, falta de cámaras de seguridad y tecnología en general propician un mapa poco feliz en materia de seguridad y prevención. En algunos puntos los uniformados ni siquiera tienen señal en sus teléfonos celulares.
A la hora de analizar el arma que se utilizó en cada uno de los crímenes, el mayor porcentaje fue cometido con cuchillo o arma blanca. De los 23 casos 12 fueron consumados con este tipo de armas, mientras que en 4 hechos utilizaron armas de fuego, en 5 golpes -puñetazos, patadas o incluso con algún elemento contundente- y uno de ellos -uno de los femicidios- se ejecutó mediante la asfixia mecánica -ahorcamiento-.
Siguiendo con el desglose de la cifra total de homicidios, enero arrojó un total de 9 víctimas, en tanto que en febrero hubo 11 y en lo que va de marzo fueron 3 los asesinatos. En enero hubo dos femicidios, el de Analía Astorga (27), en Joaquín V. González, y el de Paola Ávila, en el barrio Puerto Argentino de esta capital. En febrero se registran los otros dos: Claudia Roxana Padilla (37), en el barrio 15 de Septiembre de esta ciudad, y el femicidio vinculado de la menor Araceli (8), asesinada por su padre, Raul Pereyra (40), quien luego se quitó la vida. Ocurrió entre las localidades de General Ballivián y Coronel Cornejo.
El primer crimen del año en Salta fue durante la madrugada del miércoles 1 de enero, cuando Jorge Omar Tejerina, de 61 años, fue apuñalado en Orán. Al parecer el hombre estaba por ingresar a su casa cuando fue sorprendido por uno o varios delincuentes que lo apuñalaron. Al cabo de dos días su luz se apagó para siempre. El último asesinato ocurrió el 10 de marzo pasado. Oscar Ángel Figueroa (39) fue asesinado a tiros y apareció en el puesto de Vargas, camino a Madrejones, a unos 7 kilómetros de Salvador Mazza. Se trata de un preso que se había fugado de la cárcel de Orán en 2013, había estado cumpliendo una pena por homicidio simple y le quedaban diez meses para salir en libertad cuando se fugó.
En Córdoba
El 9 de febrero el músico salteño Fabián Oromé perdió la vida luego de impedir un asalto. Ocurrió en el barrio Estación Flores de la ciudad de Córdoba, y es uno de los dos crímenes de salteños que ocurrieron fuera de Salta. El músico, de 31 años, intervino en un asalto y recibió un fatal disparo en el corazón que le quitó la vida. Eran cerca de las 21.30 cuando Oromé salió en defensa de un vecino y recibió el mortal disparo.
La esposa del folclorista, Rocío Bordón, habló en ese momento con medios codobeses, y expuso todo su dolor e indignación por el cruento episodio. “Estábamos en la vereda, en el auto, yo estaba subiendo a mis dos hijas porque nos íbamos a un festival donde él tenía que cantar. Fue a cerrar la casa, sintió los gritos de los vecinos y los míos, y cuando salió a la calle se los topó”, relató la mujer con todo el dolor de su alma. “Él estiró las manos y le tiraron en el pecho”, detalló al seguir con su relato. Bordón apuntó que los disparos fueron a “quemarropa” y que no alcanzaron a cruzar palabras: “No se dijeron nada, él no los tocó, nada”.
Puerto Deseado y el horror
Fue sin dudas el hecho que conmocionó a todo un país.
El 20 de febrero, lejos de Salta pero a la vez muy cerca, una salteña, María Mercedes Subelza, y su pequeño hijo de 4 años, Luciano, fueron víctimas del horror en Puerto Deseado, Santa Cruz. La mujer fue violada y golpeada y el pequeño asesinado a golpes, mientras caminaban cerca de una playa en la zona costera de esa localidad, al norte de Santa Cruz. Dos sujetos -uno menor de edad- los atacaron en un lugar llamado La Cueva de los Leones, ambos fueron detenidos y confesaron el despiadado homicidio. Se trata de Omar Álvarez, quien intentó hacerse pasar por paciente psiquiátrico, y un adolescente de 16 años, quien confesó el aberrante hecho.